■ Cualquier transformación a la educación va a generar cambios en la mentalidad: Álvarez
■ “Debemos desconfiar de quienes se apropian de instituciones; el poder no se legitima por sí mismo”
Freddy Álvarez González, ex rector fundador de la Universidad Nacional de Educación de Ecuador, opinó que, en la coyuntura actual que prevalece en el ámbito político económico y sanitario por el Covid-19, las universidades deben transformarse de tal forma que se privilegie la generación del conocimiento en beneficio de la sociedad.
Durante una conferencia impartida en el Ciclo de Conferencias Virtuales “La importancia de la vinculación de la Universidad con la sociedad en tiempos de pandemia del Covid-19”, organizado por la Coordinación de Vinculación de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), el ponente señaló que “necesitamos una universidad anclada en el buen vivir. Lo hicimos en el Ecuador y sigo pensando que esa es una propuesta planetaria. ¿Por qué lo digo? Porque en el capitalismo lo importante es la ganancia y la única pregunta es cuánto se gana. ¿Por qué provocar el buen vivir? Porque es un modelo de vida que nace entre los pueblos”, expuso.
Consideró que la universidad requiere replantearse el tema de la generación del conocimiento y de la tecnología, porque “el conocimiento de hoy es incomparable con lo que se podía conocer hace 20 años. No es lo mismo la economía social del conocimiento del capitalismo cognitivo, pues la sociedad en las últimas tres décadas ha mutado a sociedades de la información”.
Manifestó que en la actualidad los individuos son más infelices porque “ya sabemos que no sabemos y vivimos enquistados en la ilusión de creer que sabemos porque tenemos mucha información”.
Es decir, Álvarez González dijo que las personas ya no compran un objeto, sino el conocimiento que hay sobre el objeto del que se educa para su uso. En consecuencia, “los aprendizajes condenan la memoria”.
Explicó que toda transformación va a cambiar la percepción sobre el poder, de forma que nada de lo que se quiera conseguir, respecto a lo que se quiera que suceda en la pospandemia, se puede hacer sin la pregunta del poder como ciudadanos, movimientos, etcétera.
Además, un poder legítimo no se sostiene en sí mismo y sólo se puede sustentar en la colectividad. Sin embargo, “lo que quiero señalar es que debemos tener desconfianza de que quienes se apropian de la política y de las instituciones, porque el poder no se legitima por sí mismo”.
“NECESITAMOS UNA UNIVERSIDAD ANCLADA EN EL BUEN VIVIR”
También manifestó que toda transformación implica contradicciones y errores, pero “no podemos, por ser realistas, abandonarla. Las luchas al interior siempre van a estar presentes”.
De acuerdo con Álvarez González, “la lucha por la transformación implica advertir sobre un fenómeno que ocurrió y que sigue golpeando a las generaciones jóvenes: la desustancialización de la política, que no puede ser correlativa a la lucha entre izquierda y derecha”, expresó.
Por último, señaló que cualquier reforma o transformación a la educación va a generar cambios en la mentalidad y en la institucionalidad. Son dos condiciones fundamentales para la transformación.
