Las cifras de homicidios dolosos se usan como columna vertebral para analizar el fenómeno de la violencia de origen criminal. En los últimos meses el indicador ha crecido como nunca en la historia. Tenemos varios lustros que cada año declaramos como ‘el año histórico de la criminalidad’; y eso es porque cada ciclo el incremento es sostenido. En los dos años de este gobierno (federal) van acumulados 55 mil homicidios. Las tasas son superiores a los sexenios anteriores porque cada año la intensidad aumenta. En el caso de Zacatecas, 2020 ha sido el año más violento: en 6 meses se acumularon 456 homicidios dolosos. El incremento responde a más del 30 por ciento respecto al año anterior. Son cifras inconcebibles.
Después de Guanajuato, Estado de México y Baja California, Zacatecas está entre los estados con más homicidios dolosos acumulados en este último año. Al inicio del año Alfonso Durazo afirmó que el homicidio doloso iba a la baja, pero la realidad lo desmiente: no deja de subir y llenar de sangre al país. ¿Todo el país? No, el fenómeno de la violencia criminal está agrupado en 5 Clústeres de Homicidios. Si observamos lo que ocurre en estos clústeres, tenderemos las preguntas oportunas sobre el fenómeno que vivimos.
Los actos del crimen organizado están agrupados en 5 zonas del país, que junta municipios de zonas estratégicas para los cárteles y reúne municipios que no es la geografía de los estados; esto es, por ejemplo, en Zacatecas los municipios rojos colindan con algunos de San Luis Potosí, por eso, hemos observado el incremento en esa zona. Lo mismo entre Michoacán con Guanajuato, o de Morelos y Guerrero. La pregunta es, si está georrefereciada la delincuencia homicida, y se tienen bien ubicados los polígonos de los 80 municipios donde se concentra el problema, ¿hay acción federal efectiva en esas 5 zonas? Pues no. Por ejemplo, el polígono más letal ahora mismo es el de Guanajuato-Michoacán, y ahí sólo hay presencia de la Guardia Nacional en el 22 por ciento de los mismos.
En Zacatecas se concentra el 70 por ciento de los homicidios dolosos en 9 municipios (lo metropolitanos y colindantes con San Luis), y hay presencia de la Guardia Nacional en 4 de ellos con 1500 efectivos. Así es en todo el país, existe únicamente presencia permanente de la GN en 25 por ciento de los municipios sangrientos. Si la coordinación policial hiciera un plan integral para esos 80 municipio con un diagnóstico especial por clúster, afianzando los procesos de coordinación interestatal y la inteligencia de seguridad, los resultados podían verse de forma inmediata. De los 2 mil 483 municipios del país, el 70 por ciento del problema se localiza en 80 municipios agrupados en 5 clústeres. ¿Por qué no hay un plan integral en esas zonas? Si atienden el 25 por ciento de esos municipios, significa que los grupos delictivos actúan libremente en el 75 por ciento de ese territorio, lo cual explica tanta muerte. Además, esas tasas de asesinatos revelan que el Ejercito Delincuencial de Reserva (jóvenes potenciales reclutas del crimen) está muy activo. Así, ni las estrategias de contención ni las de prevención han funcionado. Se metió al Ejército a tareas de seguridad, y tampoco hay resultados. Y sin resultados no hay nada.
