Resolución de la SCJN, una ruta hacia la construcción de una memoria colectiva

■ Avala la consulta para el enjuiciamiento de ex presidentes de México

- Publicidad -

■ Finalmente, la mayoría será quien tome las decisiones trascendentales: Luis Medina

■ Opina que las consultas públicas han tenido éxito en países como Canadá, donde debido a ellas se evitó que el país se dividiera

La resolución tomada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que, entre otras cosas, avala la consulta para el enjuiciamiento de los ex presidentes, es una ruta hacia la construcción de una memoria colectiva, pero además una consolidación del pacifismo cívico de México, porque se está abriendo un camino que le dará mucha paz y que previene el desbordamiento de los conflictos, porque finalmente la mayoría será quien tome las decisiones trascendentales, consideró el político y columnista zacatecano, Luis Medina Lizalde.

“Creo que México está por fin siguiendo la ruta que está en la Constitución desde 2012, pero que había sido bloqueada por la propia Suprema Corte que ha rechazado cuatro intentos previos, uno de ellos del Partido Acción Nacional (PAN) y otro de Morena sobre la Reforma Energética. De ese modo, no habíamos experimentado esa ruta que ya recorrieron con éxito otros países del mundo”.

Y es que el ex diputado refirió que las consultas públicas han tenido éxito en países como Canadá, donde debido a ellas se evitó que el país se dividiera; o bien, en Checoslovaquia, cuando el pueblo tomó la decisión de separarse en dos países y se disolvió, quedando ahora la República Checa y Eslovaquia, que conviven pacíficamente con un intercambio comercial gracias una consulta popular. Estos, considera, son referentes históricos para que la gente tome conciencia del paso que se acaba de dar en México.

En este sentido, Medina Lizalde etiquetó a la resolución de la Suprema Corte como “un acontecimiento histórico de gran magnitud que todos debemos celebrar”, aun aquellos, dijo, que no están de acuerdo con juzgar a los ex presidentes, porque van a tener la oportunidad de emitir su voto en las urnas el primer domingo de agosto de 2021, y los que están convencidos con más razón acudirán a votar.

Evidentemente con esta decisión, reiteró, se abre la construcción de una memoria colectiva, sobre todo de los 30 años que están en el debate, es decir, los últimos cinco sexenios presidenciales. “Hay generaciones que no conocieron los estragos del Fobaproa, el corrupto proceso de privatizaciones; no conocieron a los ricos de antes de Salinas que son distintos a los ricos después de Salinas, porque emergió una serie de favorecidos que se quedaron con las empresas públicas por procedimientos corruptos”.

Para el político, hay una serie de acontecimientos de gran magnitud que tuvieron lugar en esos cinco sexenios y que se saben, pero solamente se han reducido al periodismo de investigación y en libros. “Pero ese es un hilo delgadito de la memoria colectiva” dijo, porque lamentablemente esa información no es de consumo masivo, pues el tiraje de los libros es de miles y el país tiene 127 millones de habitantes.

“Pero ahora es la oportunidad de que la verdad llegue a las colonias populares, a los trabajadores, a los campesinos, porque es una información que nos incumbe a todos los habitantes de este país”. Y hecho de que se conozca la verdad de esos procesos ya es una ganancia por sí misma, agregó Medina Lizalde, porque hará al pueblo más consciente del terreno que se pisa y le enseñará cómo evitar que los hechos se repitan y, por ende, le permitirá recuperar el patrimonio de la Nación.

“Yo veo muchas posibilidades de justicia para muchos que fueron víctimas de esos hechos, y por otro lado, vamos a tener un volumen histórico de información que va a permitir orientar los esfuerzos de legislaciones en los diversos niveles; va a permitir una autocrítica colectiva que se debe convertir en la exigencia de una nueva arquitectura constitucional, de una renovación de las instituciones, informadas y democráticamente respaldadas por la mayoría”.