Afirman que la violencia de género está normalizada en la institución
Piden que no sólo se atiendan los casos que sucumben ante la presión mediática y social o que les son benéficos como venganza o control entre grupos políticos
A propósito de la rescisión laboral del docente Juan de Dios Vargas Paredes, por emitir comentarios misóginos en redes sociales, el Grupo de Acompañamiento de Mujeres de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), integrado por docentes de varias unidades académicas, exigió la erradicación de la justicia selectiva, porque la violencia de género está normalizada en la institución.
Sobre este caso, refirieron que los comunicados de Rectoría y de la Unidad Académica de Psicología evidencian la urgente necesidad de la implementación de los protocolos de actuación para atender las violencias en la Máxima Casa de Estudios; así como fortalecer las instancias de atención, con rutas claras, procesos transparentes y accesibles a toda la comunidad, lo cual implica ser congruentes con la declaratoria de “Cero Tolerancia a las Violencias” y a la campaña “Di no al acoso”, consideradas en el marco de la Alerta de Violencia de Género de Zacatecas.
En ese sentido, indican que la BUAZ ha reportado un avance de cero por ciento en el cumplimiento de las medidas, pese a que la violencia de género se debe atender, investigar, resolver y sancionar por parte de las autoridades, aun cuando no haya queja directa y manifiesta por parte de las agredidas.
En ese sentido, como colectivo, dijeron que hay el compromiso de observar y dar seguimiento a este y otros procesos relacionados con la violencia de género, para así, garantizar la erradicación de una justicia selectiva y por ende, resolver todos los casos de violencia de género que se presentan al interior de la casa de estudios.
Pidieron que no sólo se atienden aquellos que sucumben ante la presión mediática y social o que les son benéficos como venganza o control entre grupos políticos y se refirieron al caso del docente de la Unidad Académica de Odontología, José Mario Lumbreras, que también se mediatizó y se informó de su suspensión; sin embargo, tiempo después la misma Universidad le reconoció su trayectoria y lo incluyó en la lista de docentes jubilados ejemplares.
El colectivo aseguró, en ese sentido, que al interior de la Universidad las agresiones continúan normalizadas, al grado de que se cuestionan a las víctimas y, en uno o pocos casos, se resuelve revictimizándolas y sólo se cambia a las alumnas de grupo o de horario, mientras que el agresor continúa intocado y sin ser sancionado.
Asimismo, mencionaron que, en el Sindicato de Personal Académico (Spauaz) debe implementar la transversalidad de la perspectiva de género, para la cual cada una de las carteras debe investigar y dejar de proteger a los agresores.
En el pronunciamiento firmado por Jael Alvarado, Enna Maldonado y Verónica Aguilar, también manifestaron que “el lenguaje sexista, cargado de machismo y misoginia que utilizó el docente en cuestión, visibiliza la concepción cultural y patriarcal de lo que las mujeres les representamos, como si fuéramos seres inferiores objetos de cosificación”.
Ante esa situación, reiteraron la exigencia de garantizar espacios seguros, y libres de violencia, que se proteja a las víctimas y se sancione a los agresores, y que haya respuesta a las demandas sociales de que las mujeres sean respetadas y protegidas en sus derechos.
