■ José Juan Mendoza Maldonado señala al titular del Ejecutivo como el responsable del “tufo autoritario polarizante” que vive el país
■ “No estamos impuestos a navegar en aguas turbulentas, el presidente no les tiene miedo, ni a la crítica ni a la autocrítica, no le rehúye al debate”: Jesús Padilla
■ “No abonemos a la confusión y desinformación que quieren sembrar los conservadores y reaccionarios. La libertad de expresión en México está plenamente garantizada”: Calzada
Entre dimes y diretes transcurrió ayer el punto de “Asuntos generales” de la sesión ordinaria de la Legislatura, misma que era la reanudación de la del pasado 17 de septiembre cuando se tuvo que suspender por falta de quórum legal al quedarse solamente cinco legisladores en el pleno, debido a la embestida que el perredista José Juan Mendoza Maldonado lanzó contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, al señalarlo como el responsable del “tufo autoritario polarizante” que vive el país, aseveración que disgustó a la bancada de Morena y uno que otro agregado.
Con sus dones de oratoria y sus altos decibeles, que molestaron al fresnillense Héctor Menchaca, Mendoza Maldonado señaló que el país hoy tiene un presidente de la República “rijoso, provocador, pelionero (sic)” que diariamente, desde sus conferencias mañaneras, arremete contra todos sus críticos y adversarios, refiriéndose a la prensa y medios de comunicación, como “chayoteros, matraqueros, prostitutas y conservadores”.
Y si alguien de la oposición lo crítica o le cuestiona legítimamente, les llama “momias del ayer, bestias heridas, los señala de golpistas”, lo que consideró el orador, como un fuerte “tufo autoritario” que hoy se vive. Sin embargo, advirtió Mendoza Maldonado, las oposiciones siempre van a existir en un país democrático, donde no hay pensamientos uniformes ni visiones únicas, donde cabe la crítica, aunque criticó que cuando alguien se atreve a criticar al presidente, inmediatamente se le llama traidor a la transformación, lo que, reiteró, es “un discurso polarizante” que se ha querido implementar desde hace dos años.
El primero en levantar la voz contraria fue el coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en la Legislatura local, Jesús Padilla Estrada, quien señaló al orador en tribuna que no se puede polarizar lo ya polarizado como es esta sociedad de ricos y pobres. “Estamos actuando con un presidente con un estilo muy propio, en el que a veces por ‘quítame estas pajas’ y con esa piel tan sensible que a veces tenemos, no nos gusta y le queremos quitar al titular del Ejecutivo también la facultad que tiene de hacer uso de su legítimo derecho a hacer uso de la voz y desde la libertad de expresión”.
“No estamos impuestos a navegar en aguas turbulentas, el presidente no les tiene miedo, ni a la crítica ni a la autocrítica. El presidente no le rehúye al debate, no les dice damas de la caridad ni madres Teresa de Calcuta a aquellos que por muchos años vivieron de la chichi del presupuesto del Gobierno Federal, esos intelectuales que ahora se ven dañados donde más les duele, en el bolsillo. Ahora si se vuelven defensores a ultranza de la libertad de expresión y le tienen miedo al presidente a debatir con él”, finalizó el morenista.
Por su parte el legislador Javier Calzada Vázquez, retomó el tema de la libertad de expresión que tanto ha sido cuestionada por la oposición en los últimos días, por un grupo de intelectuales y por los integrantes del Frente Nacional Anti AMLO (Frenaa) cuya manifestación en casas de campaña vacías ha generado también polémica.
En su participación, Calzada Vázquez recordó que del año 2000 a la fecha en México han muerto 135 periodistas asesinados por el ejercicio de su labor, y de estos, 47 ocurrieron durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto. El legislador señaló que para los intelectuales que hoy atacan al presidente, la muerte violenta de estos comunicadores no significó absolutamente nada en comparación con la sanción administrativa a la revista Nexos, la cual fue porque falsificó documentos y no como represalia a alguna de sus publicaciones.
“En la historia reciente hemos sido testigos de la manera violenta en la que se han reprimido manifestaciones sociales. Es imposible que nos olvidemos de San Salvador Atenco, de Aguas Blancas, de constantes agresiones a estudiantes normalistas como los de Ayotzinapa, y es imposible que no sepamos que todas esas represiones se dieron en administraciones durante la etapa del neoliberalismo”, enfatizó.
“No abonemos a la confusión y desinformación que quieren sembrar los conservadores y reaccionarios. La libertad de expresión en México está plenamente garantizada y tanto está que el desplegado de los presuntos intelectuales, que se denominan la conciencia de México, y que por supuesto no lo son, porque la conciencia de México se vio reflejada en los más de 30 millones de votos para votar por el presidente que tenemos, no ha tenido ni un intento de censura y el plantón de Frenaa tiene la protección constitucional”, expuso.
Finalmente, señaló que el trasfondo es otro, porque antes se confundía la libertad de expresión “con el chantaje al gobierno o con la vente de información como si fuera una mercancía”, ya que el gobierno pagaba sumas de dinero a “comunicadores corruptos”, quienes cantaban “las alabanzas” al gobierno neoliberal.
“Hoy se les acabó su fuente de corrupción y se sienten lastimados. Ningún presidente había sido tan atacado como Andrés Manuel López Obrador y no ha habido respuesta represiva y de censura. Lo que ya no hay en México es libertad para la manga ancha y los moches”, concluyó.
