Si no pagas, no opero a tu paciente…
Si pagas, te la mando caminado a tu casa.
Médico del Hospital General de Zacatecas
Muy pocas actividades humanas se encuentran desligadas del Derecho, por el contrario, mucho de lo que cómo personas realizamos tiene una relación directa con ese conjunto de normas jurídicas que orientan nuestro comportamiento social para garantizar la civilidad, el orden, la justicia y la Paz, como valores necesarios para la convivencia y la sana separación entre animales racionales e irracionales. Hoy más que nunca, se debe promover el tema de la solidaridad y la responsabilidad para con los sectores más vulnerables, cuya circunstancia no es un designio divino, mucho menos un tema hereditario, por el contrario, la pobreza, la marginación, la escasez de oportunidades o la condición de pertenecer a una etnia de las muchas que tenemos en el territorio mexicano, no debe ser motivo de lucro o discriminación tratándose del Derecho Humano a la salud, por ello, agradezco la oportunidad de sumarme al claustro de docentes que participan en la especialidad en bioética que convocan conjuntamente la Unidad Académica de Filosofía de la UAZ y la Comisión Nacional y Estatal de Bioética. El objetivo que perseguimos es formar bioeticistas que tengan habilidades de pensamiento filosófico e interdisciplinario, mediante el análisis conceptual, la argumentación, así como el análisis de casos y, las apliquen a las cuestiones tanto normativas como valorativas propias de la práctica y de la investigación para la salud, de manera que puedan incidir positivamente en estos ámbitos, favoreciendo relaciones apropiadas entre los profesionistas y los usuarios. En este contexto, quiero delimitar el concepto y alcances de esta importante rama del conocimiento. La bioética es un concepto acuñado por el oncólogo holandés Van Rensselaer Potter quien la ubica como la ética de la vida (bios-ethos). Potter, parte de la posibilidad de unir ambos términos que motivaban la influencia entre las variaciones ambientales en la salud del hombre, creando de esta forma, una disciplina que unía dos mundos que, en opinión del científico, habían transitado por caminos distintos: el mundo de los hechos, de la ciencia, de los valores y, en particular la ética. Por otra parte, Eduardo Rivera López considera que la bioética es la rama de la ética normativa que se ocupa de problemas éticos que surgen en el contexto de la medicina y las ciencias biomédicas. En el ámbito internacional, la Conferencia General de la UNESCO aprobó por aclamación, la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos en octubre de 2005, de esta forma y por primera vez en la historia de la bioética, los Estados miembros se comprometían, a respetar y aplicar los principios fundamentales de la bioética, abordando los problemas éticos que plantean la medicina, las ciencias de la vida y las tecnología conexas en sus vertientes relacionadas con el ser humano. Dicha Declaración, está motivada en principios que se rigen por el respeto a la dignidad de la persona, los derechos humanos y las libertades fundamentales. En este sentido, el artículo 3 contempla que los intereses y el bienestar de la persona deben tener prioridad con respecto al interés exclusivo de la ciencia o la sociedad. Importante mencionar también que el artículo 4 dispone que al aplicar y fomentar el conocimiento científico, la práctica médica y las tecnologías conexas, se deberán potenciar al máximo los beneficios directos e indirectos para los pacientes, los participantes en las actividades de investigación y otras personas concernidas, y se deberán reducir al máximo los posibles efectos nocivos para dichas personas. Destaca también el contenido del artículo 8 que obliga a tener en cuenta la vulnerabilidad humana; los individuos y grupos que deben ser protegidos y respetar su integridad personal. Así las cosas, es de suma importancia la formación de profesionales de la salud sensibles y capacitados a partir de los principios de la bioética por lo que agradezco al Dr. Juan Manuel García Garduño y a mi amigo el Dr. Francisco Javier Serrano Franco por su amable invitación y a mis compañeros docentes Dra. Rocío Cázares Blanco y Dr. Juan Reyes Juárez por compartir esta propuesta académica que contribuye a lo mucho de lo bueno que se hace en la Universidad Autónoma de Zacatecas.
*Docente-investigador de la Unidad
Académica de Derecho de la UAZ
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