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jueves, 18 abril, 2024
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La escritora, editora y periodista Yolanda Alonso presenta su libro “Junturas de María Luisa Puga”

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

Participa en la Feria Nacional del Libro de Zacatecas que se realiza de forma virtual

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La escritora, editora y periodista zacatecana, Yolanda Alonso, jamás imaginó que Pánico o peligro, esa novela de María Luisa Puga que encontró un día en un botadero de libros del Fondo de Cultura Económica (FCE) no solamente la llevaría a descubrir a una escritora que le cautivaría por su forma de contar historias, sino que la conduciría a vivir en la misma casa a orillas de un lago y un bosque en Michoacán, y escribir desde el mismo sitio en que lo hizo la narradora mexicana aproximadamente durante 40 años.

Tal experiencia era digna para escribir un libro y Yolanda lo hizo, sin embargo al ser una vivencia sui generis, el producto debería ser igual y hoy la autora de Postales a casa regala a la sociedad zacatecana la obra “Junturas de María Luisa Puga”, beneficiada con la convocatoria Ediciones 2019 del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” y que se presentó este 3 de agosto en el marco de la Feria Nacional del Libro de Zacatecas (Fenaliz) que en este 2020 se realiza en una modalidad virtual.

“Junturas de María Luisa Puga” es un ensayo híbrido en el que se condensan quizá los intereses de la autora: pues en un primer momento se identifica la narración autobiográfica, retazos de vivencias y andanzas sobre los que pulula la figura de Puga, para luego pasar al ensayo literario, más impresionista que académico de los cuentos de la narradora, hasta finalizar con una entrevista al viudo de Puga, Isaac Levin, género con el que Alonso recuerda su paso como reportera de cultura y su devoción por el historiador y periodista polaco Ryszard Kapuscinski.

“Este libro fue escrito en el transcurso de cinco años, en los que estuve viajando de forma constante y recurrente a Zirahuén, Michoacán, por lo menos de tres a cinco veces al año. Y durante todo este tiempo estuvo presente la escritura, una escritura que no estaba concentrada en un proyecto en específico, pero que simplemente sucedía y logré formar una especie de compendio con todas estas notas y tratar de que este texto tuviera fuerza por sí mismo. Por otra parte y de maneta paralela, estaba haciendo mi tesis de licenciatura acera de María Luisa Puga y tenía estas escrituras paralelas. La escritura, la academia y la relación con Isaac Levín”.

Para Alonso se fue manifestando la historia de una escritora que no había contado con toda la difusión, dimensión e importancia en el panorama literario mexicano debido a la misma decisión personal de María Luisa Puga de irse a vivir a orillas del lago de Zirahuén y, por ende, alejarse de los reflectores de la ciudad de México, por lo que se sintió, en sus palabras, con la misión de develar la historia o al menos de volverla a contar desde su perspectiva, distinta, con un acercamiento “más auténtico”, y que es lo que ha logrado después de confeccionarla por más de cinco años y que ahora se puede disfrutar en “Junturas de María Luisa Puga”.

Para la académica zacatecana Laura Sánchez Solorio, quien fungió como comentarista, la voz de Yolanda Alonso es muy personal y apropiada que ha logrado un libro “delicioso de leerse”, porque además es una obra honesta, vívida y “experenciada” a partir de la escritura de Puga, pero también de la figura de la madre de la autora que al igual que en Postales a casa, está presente.

Por su parte Adolfo Luévano, quien además de presentador se encargó de la corrección de estilo del texto, consideró que el libro de Yolanda Alonso, además de ser un buen ensayo, es “un texto mutante” debido a la transformación de su discurso conforme avanza la lectura: primero una narración íntima, luego un ensayo literario y finalmente un monstruo de dos cabezas con la entrevista.

En “Junturas de María Luis Puga”, concluyó Luévano, “los lectores nos convertimos en unos arqueólogos, a los que nos toca descubrir una ciudad tras el hallazgo de una vasija rota, de un collar, de unos huesos. En unos peregrinos que al tocar una reliquia, nos sabemos tocados por el santo entero y la ejecución de ese milagro es admirable y se la debemos a Yolanda”.

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