Se han localizado en Zacatecas 44 cuerpos en 23 fosas clandestinas en lo que va de 2020

■ Son datos proporcionados por la SSP estatal con corte al día primero de julio

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■ No todos los restos han sido identificados o analizados y no se puede definir cuántos son del sexo masculino o femenino

■ La mayoría de las fosas se encontraron en Valparaíso, Sombrerete, Villa de Cos y Río Grande, sin embargo, falta integrar algunas halladas en los últimos meses, según la CDHEZ

De acuerdo con cifras de la Fiscalía General de Justicia del Estado se han registrado 23 hallazgos de inhumaciones irregulares en todo el estado, en las cuales han sido recuperados 44 posibles víctimas en lo que va del año 2020.

Información proporcionada por la Secretaría de Seguridad Pública del estado, los datos son al corte del día primero de julio y, debido a que no todos los restos han sido identificados o analizados, no se puede definir cuántos son del sexo masculino o femenino.

Según lo dado a conocer por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) previamente para esta publicación, los municipios con mayor cantidad de fosas localizadas son Valparaíso, Sombrerete, Villa de Cos y Río Grande, sin embargo, falta integrar algunas que se encontraron en los últimos meses.

Los últimos hallazgos de este tipo corresponden a uno de los municipios señalados, Sombrerete, así como Fresnillo. En el último suceso, el primero de julio del año en curso se localizó una fosa clandestina, donde fueron recuperados cinco cuerpos que se mantienen sin identificar, tres de los cuales corresponden al sexo masculino y dos al sexo femenino.

Previo a esto, sólo un día antes, se confirmó por parte de las autoridades el hallazgo de restos óseos en el lugar conocido como Sierra Madero, Fresnillo, con al menos tres probables víctimas.

De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se puede definir una fosa clandestina como “aquella que se realiza de manera secreta u oculta por ir en contra de la ley y su propósito es esconder lo que en ella se deposita, evitando, entre otras cosas, que las autoridades puedan sancionar e investigar las razones de la inhumación; las personas que realizan este tipo de fosas saben que su acción es ilegal”.

Y de acuerdo con Animal Político, en el contexto del conflicto mexicano y de la militarización de la seguridad pública, la fosa representa los límites de lo humano, un agujero negro, implosión de micro-estados de excepción.

Sin embargo, dice Fabrizio Lorusso, es también allí donde existe la posibilidad para las familias de, por lo menos, tratar de cerrar el duelo suspendido de la desaparición, tener un sepelio y un lugar donde recordar y llorar a su ser querido.