■ Éstas generan estados de ánimo como placer, pero provocan trastornos psicosomáticos
■ Pueden alterar el sueño, afectar el sistema inmunológico y causar debilidad ante el Covid-19
Entre tantas consecuencias que está dejando y puede dejar la pandemia del Coronavirus SARS-CoV-2 en México, se encuentra también la del creciente consumo de sustancias adictivas utilizadas para evadir los sentimientos y la realidad, que a su vez pudiera devenir en incrementos de los llamados trastornos psicosomáticos, consideró el especialista del Departamento de Prevención de Adicciones de la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ), Carlos Alberto García.
Al haberse trastocado toda la rutina debido a la contingencia sanitaria, el especialista explicó que ante el tedio alguien puede incrementar el consumo de cigarro, cerveza u otra sustancia, ya que no hay a qué salir ni actividades que estructuren el tiempo y la vida cotidiana. El consumo, aseguró, muchas veces es la respuesta para enfrentar situaciones o emociones que también son respuesta biológica a los estímulos que pueden ser internos y externos.
El consumo de sustancias, precisó el psicólogo, lleva a generar la evasión cuando una persona quiere alejarse o distraerse de las emociones o sentimientos que le están generando malestar o un “displacer”, y que al no poder definir lo que siente, lo niega y muchas veces es con la sustancia como lo evade, ya que éstas generan estados de ánimo distintos que le puedan generar placer, como incrementar el número de cigarros, cervezas o las dosis de otras sustancias.
“Cualquier emoción que se reprima va a tener una salida”
Sin embargo, Carlos Alberto García, advirtió que cualquier emoción que se reprima va a tener una salida ya que “son como el agua, aunque le cambiemos el curso, va a buscar su camino”. Y al creer que las sustancias adictivas ayudan porque se reprimen los sentimientos y emociones, no hay consciencia de que dicha reacción va a canalizarse en algún órgano o estructura corporal, creando lo que se conoce como somatización, por lo que la cantidad de trastornos psicosomáticos ante una etapa de tensión o de estrés como la que se vive, puede ser considerable.
Desde el cerebro, explicó el funcionario, hay una reconducción de todas estas emociones y sentimientos que experimentan cambios cuando no se expresan, porque la gente piensa que pueden ser juzgados por los demás o porque simplemente no creen tener la capacidad de ser conscientes de algo y por eso no lo quieren sentir, vivir o recordarlo, y se comienza a tener una canalización errónea de sentimientos.
“Reconocer es un camino complicado, nadie nos enseña o no hay escuelas. Tengo que conocer qué es esto, cómo se llama, qué me lo genera y cuál es mi respuesta emocional, mental y psicológica ante esas emociones y qué sentido le doy y cómo me lo explico a mí mismo, eso nos permitiría tener estas somatizaciones de manera más adecuada”, dijo.
Lo que pasa, concluyó, es que las drogas o las sustancias adictivas permiten que no se haga ese trabajo, ayudan a evadir, salir por un rato, unos días o un buen tiempo que terminará en una enfermedad que se llama adicción y que muchas veces no se es consciente que se da por aburrimiento, pero el simple hecho de consumir sustancias adictivas, advirtió, va a alterar el ciclo del sueño, de la vigilia, y si no se tienen coordinadamente el sueño y el descanso, repercutirá en el sistema inmunológico que si es débil, el Covid los hará “trizas”.
