■ Éste beneficia a adultos mayores y personas con capacidades diferentes del municipio: Flores
■ El servicio es gratuito pero los víveres se adquieren con el dinero de quien solicita el apoyo
Suena el teléfono. Una de las aproximadamente 20 llamadas que se reciben al día. Una mujer vive sola y necesita que alguien haga el mercado por ella, pues es parte del sector vulnerable al Covid-19, para quien está dirigido el programa, y prefiere no arriesgarse.
Su pedido no es nada extraordinario, entonces se acepta ir, por lo que se emprende el viaje hacia su casa. En las orillas de la zona central de Guadalupe, casi llegando a San Ramón, ella abre la puerta y saluda con gusto a los que ahora son sus ayudantes.
A DIARIO SE RECIBEN CASI 20 LLAMADAS
Se trata del del programa “Súper a tu casa”, implementado por el ayuntamiento de Guadalupe y realizado en conjunto por el Instituto de la Juventud y el Instituto de la Mujer para apoyar a adultos mayores y personas con capacidades diferentes, así lo explica Luis Guillermo Flores, coordinador del Instituto de la Juventud del municipio.
Él mismo y otro de los colaboradores, después de saludar con familiaridad a la anciana, reciben la lista de compra, así como el dinero, pues aunque el servicio es gratuito, los víveres son adquiridos con el dinero de quien solicite ayuda. “No vayan tan lejos”, dice la señora antes de cerrar la puerta y esperar su mercancía.
De ahí, los jóvenes se dirigen a la frutería más cercana, donde compran un kilo de jitomates, otro más de limón, entre otras cosas y se dirigen, una vez más, a casa de la anciana, que otra vez los recibe con gusto y palabras de agradecimiento.
Según mencionó, si ya pudo usar el servicio una vez previa, lo puede usar diez más, dice mientras ríe. Después de agradecer cierra la puerta y sus “ayudantes” regresan a las oficinas en espera de la siguiente llamada.
Luis Guillermo agrega que este tipo de ayuda se ha estado brindando desde que inició la contingencia, y se ha difundido a través de redes sociales y televisión. Muchas veces, al no estar inmersos en las nuevas tecnologías, el público que se pretende ayudar no siempre se alcanza, por lo que es importante difundir la información entre conocidos.
Esto lo demuestra una llamada más recibida en el instituto, en la que buscaban informes sobre el funcionamiento del programa para después dárselos a conocer a una persona mayor. El personal de ayuda está equipado con guantes y cubrebocas para realizar todas las acciones al momento de hacer el mercado o surtir recetas médicas.
