La aparición del Virus COVID-19 en el mes de diciembre del año pasado en una ciudad de China ha ocasionado una crisis a nivel internacional no solamente en el ámbito económico, también ha impactado en el ámbito político en todos los países, alterando el debate público y por ende la comunicación política en los mismos.
La difusión de noticias falsas respecto a la forma en que se contamina dicho virus, así como las formas de evitar el contagio ha generado una enorme psicosis a nivel internacional, los ciudadanos sumidos en el terror gracias a la desinformación ocasionada por dichos contenidos falsos, así como por comunicadores (en el caso de México) o actores políticos que difunden información distorsionada e incluso errónea, ha tenido el único fin de acusar a los gobiernos de maquillar cifras respecto a la cantidad de personas que se han contaminado ha ocasionado un fuerte debate público entre ciudadanos.
La difusión de videos en los que podemos observar a personas asegurando que algún supuesto conocido que labora en servicios de salud en España o Italia le asegura se abandona a los pacientes mayores de cincuenta o sesenta años por ser vulnerables y una muerte segura ocasiona pánico en otros países como en el nuestro, el contenido se vitaliza en cuestión de horas sin que los mexicanos nos tomemos el tiempo de indagar si la información ahí vertida es real, el pánico evita que nos percatemos de si esta información fuese veraz se estaría abandonando a la mayoría de las personas contagiadas por dicho virus, pues la edad promedio en Europa supera los 50 años.
Los diversos actores políticos en México, así como los líderes de los partidos políticos versan únicamente en el interés político de atacar a la actual administración o con la intención de obtener adeptos electorales señalando los errores del Gobiernos y olvidando reconocer los aciertos. Felipe Calderón, uno de los más activos en redes sociales, así como algunos comunicadores como Ciro Gómez Leyva, han difundido información cuya veracidad es puesta en duda rápidamente por carecer de elementos para poder ser demostrados.
Por su parte la administración federal ha intentado sostener una estrategia de comunicación en la que diariamente brinda ruedas de prensa por lo menos dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde, comparte videos, textos y otras herramientas para brindar información a los ciudadanos respecto a las medidas necesarias para evitar el contagio, los síntomas ocasionados en caso de haberse contagiado e incluso para desmentir información difundida por aquellos personajes cuyo único interés es ver fracasar a quien les arrebató el poder.
La comunicación en tiempos del COVID-19 ha sido todo un reto para el Gobierno Federal, entre fake news y una oposición carente de moral que las crea, las difunde y mantiene un constante ataque en contra de todo lo realizado sin propuesta alguna se ha visto a la administración incrementar los esfuerzos por contrarrestarlo, de igual forma la postura del Presidente en diversas ocasiones ha puesto en apuros a sus funcionarios encargados de comunicar a los ciudadanos la información respecto al virus y a la situación en el país.
El virus llega a México en plena transición política y económica a nuestro país, lo que significa que también se avanzaba un cambio en la relación entre el poder y los medios de comunicación, durante sexenios se destinaron millones de pesos al pago de publicidad gubernamental, así como pagos millonarios a comunicadores, youtuberos, bloggers y a otros personajes con muchos seguidores en sus redes sociales para hablar bien del gobierno en turno, esconder cifras de inseguridad o notas periodísticas sobre corrupción y narcotráfico, la actual administración frenó dichos pagos y desde antes de iniciar el sexenio ya se enfrentaba a lo que será la oposición en el país.
Por ellos es necesario que los mexicanos atendamos únicamente a las recomendaciones de las autoridades respecto a la situación que atravesamos, es necesario analizar a profundidad la comunicación en tiempos del COVID-19, que descubramos cuáles son los intereses de quienes realizan publicaciones o difunden contenidos viciados o distorsionados.
Para cuando México logre superar la crisis presentada por el virus y todo lo que ha representado, esperamos que los mexicanos hubiésemos superado la antigua forma de comunicación política y transitemos a un nuevo modelo de comunicación, cuyo fin tenga el fortalecimiento de la democracia en nuestro país, así como la consolidación de la ciudadanía y el rechazo a las antiguas formas de hacer política. ■
