Escribo estas líneas en plena Navidad y reflexiono en varias cosas que me vienen a la mente después de esta celebración tan importante; principalmente, el nacimiento de Jesús representa para los niños una fecha importante, tanto por los regalos, la cena, la reunión familiar, los abrazos, intercambios y otros dones, sin embargo, hay millones de niños para los cuales es un día más ya sea por no tener una familia o por la pérdida de algún integrante o simplemente por pasar una situación lamentable como es vivir en condición de pobreza. Quiero recordar que este Mundo alberga de acuerdo con la UNICEF y el Banco Mundial, a casi 385 millones de niños que viven en pobreza extrema y, de acuerdo con estas instituciones, los niños no solo tienen más probabilidades de vivir en esta condición, sino que además son los más perjudicados por sus efectos, pues son los peor parados de los peor parados; y la situación de los más pequeños es aún peor, porque las privaciones de las que son víctimas afectan al desarrollo de sus cuerpos y sus mentes, según explica Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF, quien además señala que resulta lamentable que la mitad de todos los niños del África Subsahariana y uno de cada cinco niños de los países en desarrollo, estén creciendo en situación de pobreza extrema, lo cual, no solo limita sus futuros, sino que arrastra también a las sociedades a las que pertenecen. Para el Banco Mundial, el gran número de niños en situación de pobreza extrema pone de manifiesto la necesidad real de invertir específicamente en los primeros años tanto en servicios como atención prenatal para madres embarazadas, programas para el desarrollo en la primera infancia, escolarización de calidad, agua limpia, saneamiento adecuado y atención médica universal, lo anterior es señalado por Ana Revenga, directora superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Reducción de la Pobreza y Promoción de la Equidad del Grupo Banco Mundial, misma que sentencia que la única forma de romper el ciclo de pobreza intergeneracional que está tan extendido en la actualidad, es mejorar esos servicios y garantizar que los niños de hoy puedan tener acceso a oportunidades laborales de calidad cuando les llegue el momento. La estimación global de la pobreza infantil extrema está basada en datos de 89 países, lo que representa el 83% de la población del mundo en desarrollo, donde el África Subsahariana registra las mayores tasas de niños que viven en situación de pobreza extrema, algo inferiores al 50%, así como el porcentaje más alto de los niños más pobres de todo el mundo, superior al 50%.
Por su parte, Asia Meridional cuenta con el segundo porcentaje más alto, cerca de un 36%, y solo en la India vive más del 30% de los niños en situación de pobreza extrema. Al menos cuatro de cada cinco niños que vive en situación de pobreza extrema se encuentran en zonas rurales.Tratándose de México, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) establece que a pesar de algunos indicadores positivos en materias como salud y educación, la niñez enfrenta dificultades en temas como pobreza, alimentación, seguridad social y vivienda, al respecto, el CONEVAL contempla que la atención a la pobreza en la niñez es prioritaria, pues las personas que sufren esta situación en la niñez, por lo general la perpetúan y sufren repercusiones irreversibles en la adultez. Con base en el Estudio Diagnóstico de los Derechos Sociales y la medición multidimensional de la pobreza, se estableció que el 51.1% de los menores de 18 años de edad se encontraban en pobreza y nueve por ciento en pobreza extrema. La cifra anterior, es muestra clara de la falta de compromiso de los gobiernos que como en Zacatecas no trabajan adecuadamente para brindar oportunidades de progreso a los niños a quienes nos debemos en esta sociedad y a quienes estamos heredando un desastre de país y de estado, pues aquí solo el 16.8% de la población vive bien y el 54.5% están jodidos, cifras que seguramente aumentarán después de dos sexenios fallidos. Así las cosas, la Navidad y sus festejos, seguramente no llegaron a miles de niños que ayer se despertaron sin nada en su precaria situación y, sin esperanza de un mejor mañana.
*Integrante del Consejo Mundial para la a casi 3Defensa de los Derechos Humanos y Secretario General del Consejo Zacatecano de Protección al Ambiente
