■ Afirma que es prometedor al menos en el discurso, pero habrá que esperar a los hechos
■ La exaltación de Juárez, a decir del historiador, “cae como una patada en el trasero a los conservadores contemporáneos”
■ Los últimos gobiernos conservadores, durante su desarrollo, exaltaron prácticas ancestrales que tienen que ver con el fortalecimiento de las posiciones políticas de la Iglesia mexicana
En el marco de la conmemoración del 119 aniversario de la Revolución Mexicana, hoy, después de algunos sexenios, se ha vuelto a ensalzar tanto a las imágenes como la ideología de quienes cristalizaron dicha lucha, y es que el Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su administración profesó su admiración por la política de Francisco I. Madero, lo que para el historiador zacatecano, José Enciso Contreras, hacía falta y es prometedor al menos en el discurso, pero habrá que esperar a los hechos.
Para Encisco Contreras, con la imagen e ideología del Gobierno Federal se están recuperando las festividades que habían perdido terreno en el horizonte nacional, así como lo había perdido en lo general la corriente histórica llamada “nacionalista mexicana”, que funda sus postulados actuales en un retorno a las ideas revolucionarias que finalmente cristalizaron en la original Constitución de 1917, y que sería bueno que los gobiernos de los estados pusieron el mismo interés en esto.
Y es que para el historiador, la nación mexicana, como cualquier otra en el mundo, se encuentra siendo objeto de una disputa secular tanto por fuerzas que pretenden conservar el estado de cosas y recuperar valores “antañones”, tradicionales, en el sentido hispánico católico y enemigo de cualquier reforma; y por otro lado esa corriente, que por haberla usufructuado gran parte el PRI durante el siglo 20, sus postulados progresistas habían caído en el descrédito.
“Por eso creo que este llamado o este deseo del Gobierno Federal por recuperar imágenes de héroes que estaban bastante devaluados por los gobiernos conservadores, principalmente del PAN, vuelvan a la palestra del imaginario nacional por varias razones, porque esos héroes simbolizan circunstancias y coyunturas concretas en las cuales el país se debatió y se vio confrontando por la lucha de estas dos grandes fuerzas que siguen perviviendo en el país”.
Para el investigador, los últimos gobiernos conservadores, durante su desarrollo, exaltaron prácticas ancestrales que tienen que ver con el fortalecimiento de las posiciones políticas de la Iglesia mexicana por el nulo respeto que se tenía a los principios del Estado Laico y la separación del Estado –Iglesia, y también por la conducción del país por una minoría de sectores privilegiados. “Es por eso que causa tanto ruido, más allá de ser propaganda que pueda hacer la Cuarta Transformación, el discurso. Ya veremos los hechos, por lo menos el discurso pretende recobrar las tradiciones liberales principalmente del siglo 19”.
La exaltación de Juárez, a decir de Enciso Contreras, “cae como una patada en el trasero a los conservadores contemporáneos que existen”, pues recordó el momento en que Vicente Fox sacó de las oficinas del Palacio Nacional el retrato del Benemérito de las Américas, lo que pudiera parecer un detalle anecdótico, pero que deja entrever el planteamiento histórico que tienen estos grupos “en el que se desearía que Juárez no hubiera existido” y en el que siguen con algunas simpatías “muy arcaicas” por la monarquía y por la ocupación de la Iglesia Católica de espacios cada vez más importantes en la vida nacional.
“Es por eso que creo que la plataforma liberal del siglo 19, de la cual es heredero directo Madero, necesita replantearse nuevos objetivos en los hechos: como una política gubernamental liberada, apoyada en el respaldo que todavía tiene el presidente López Obrador, y que permita reformas económicas con un gran sentido social y el rescate del papel del Estado en la economía mexicana a favor de políticas de bienestar. Va a doler el asunto, especialmente a ciertas minorías, pero no hay que perder de vista que estas minorías son quienes controlan a unos medios de comunicación”.
“Ha venido a mi mente como cuando el presidente Madero asumió la Presidencia de México, la prensa de la capital y de muchos estados vivieron un espacio de liberad democrática que jamás habían tenido desde tiempos de Juárez y aprovecharon esta circunstancia de libertad para hacer pedazos a la figura de Madero”.
“No estoy trasplantando aquel periodo a este, pero no creo que alguien pueda desmentirnos totalmente esto que voy a decir: la oferta opositora más importante contra el régimen de López Obrador la están encabezando los medios privados. Se ve que los partidos de oposición lejos de protagonizar el papel que institucionalmente les concede la Constitución, parecen muy descansados porque alguien está haciendo el trabajo sucio”.
Pero reiteró que quienes creen en una posibilidad de desarrollo democrático para México, se debe aplaudir que por lo menos discursivamente se rescaten los principios nacionalistas, progresistas, democráticos que había en torno a la figura de esos próceres.
Obras del gobierno evaden
el compromiso cívico
En un plano estatal, el historiador consideró que las fuerzas “más conservadoras y reaccionarias” han gobernado el último sexenio y lo que va de este, por lo que no es casual, aseguró, que las viejas obras públicas, como el estadio, haya perdido el nombre de “esa especie de demonio para la clase conservadora zacatecana” que es Francisco Villa, en favor de un personaje de “escala bastante local. Las nuevas obras que el gobierno realiza evaden el compromiso cívico. Ya no llevan nombres de héroes o de procesos progresistas. Igual esto secunda otro fenómeno que se ha dado; si leemos las nomenclaturas de colonias o de fraccionamientos que se van creando, si los vemos del punto de vista político, ya casi todos llevan nombre de conventos, virreyes, marqueses, santos y santas”.
“Los dueños de los pequeños o grandes capitales locales van por esa vía y el gobierno local y especialmente el de Tello, yo casi estoy convencido de que financia acciones de propaganda de la Iglesia como la reciente visita pastoral. Tendría que revisar los inútiles procesos de trasparencia para investigar quién pagó los espectaculares del bulevar Héroes de Chapultepec que están ubicados donde el gobierno hace su propia publicidad y con el formato que utilizan los diseñadores institucionales del gobierno”.
Y es que recordó que él ha combatido también la desviación de recursos y acciones del Estado que rompen con el esquema de la separación Estado-Iglesia y “esto le llega a Tello no sólo por sus convicciones personales, sino también por un lazo de carácter conyugal que parece que hace que las oficinas a veces estén en la esquina de la Calle del Ángel y el Callejón del Deseo. Pocos gobiernos tan mochos como el presente, hasta eso Tello es respetuoso de otras expresiones políticas ideológicas que no son las de él, pero se hace de la vista gorda cuando ciertos funcionarios de su gobierno invierten recursos e imagen en el apoyo a al Clero. ¿Qué le vamos a hacer?”, concluyó.
