El pasado 2 de Octubre la organización Revolución Intelectual Universitaria, celebró un año de actividades con un evento que denominamos: Debate y conciencia sobre el 2 de Octubre (Recordar es volver a vivir); el nombre sugiere muchas cosas y a propuesta de los jóvenes, se hizo una recreación de los momentos cruciales en donde se ejecutaba la matanza contra estudiantes, no para abrir las heridas del 68 sino para evitar que llegue el olvido, pues lamentablemente, hay jóvenes que no identifican bien, lo acontecido en aquella época. Tuvimos la oportunidad de compartir distintas posturas con los Maestros Abel García Guízar e Iván Martínez Ponce, ambos docentes de la Unidad Académica de Derecho y amplios conocedores de los lamentables eventos sucedidos en la plaza de las tres culturas. En dicho acto, los jóvenes se han pronunciado a través de un Manifiesto sobre la Juventud y el Estado que expresa el sentir de los muchachos sobre el antes y el ahora en relación con sus derechos humanos fundamentales. Textualmente, el citado manifiesto contempla: Postulado primero. Repudiamos la herencia de sangre que nos han dejado los gobiernos priistas de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y Enrique Peña Nieto, con los hechos relacionados con la matanza de Tlatelolco de 1968, el ‘Halconazo’ de 1971 y con los compañeros desaparecidos en Ayotzinapa hace cinco años. Postulado segundo. Los jóvenes de hoy, renunciamos a ser utilizados por la clase política solamente como un objeto de desecho, tenemos derecho a formar parte de las decisiones que son trascendentales para México en lo general y, para Zacatecas en lo particular, nos asumimos como agentes de cambio, propositivos y edificadores de un mejor mañana en donde participemos por igual, indígenas, mestizos y de cualquier estrato social o condición física. Postulado tercero. Que los jóvenes estamos recluidos en el temor por los altos índices de violencia sin que hasta ahora contemos con una estrategia sólida que nos brinde la tranquilidad y la paz que necesitamos para estudiar y desarrollar nuestras capacidades profesionales ya que ni en la escuela podemos estar seguros. Postulado cuarto. Que la desigualdad y la falta de oportunidades económicas nos condenan a ensanchar los altos índices de desempleo y pobreza constituyendo grandes retos que agudizan la condición de los que habitan en las zonas marginadas, tal es el caso, de nuestros compañeros del semidesierto zacatecano. Postulado quinto. Que llegó la hora de los jóvenes y el tiempo de verdaderos cambios en donde las generaciones presentes tengamos la posibilidad de trabajar con nuestra capacidad y entusiasmo por un mejor presente y un futuro distinto en el que podamos desarrollarnos plenamente. Postulado sexto. Que estamos dispuestos a luchar por nuestros intereses a sabiendas que los políticos de siempre, insisten en arraigarse a las posiciones estratégicas de decisión, sin permitir que los jóvenes participen. Postulado séptimo. Que estamos plenamente conscientes de que debemos replantearnos conceptos como la democracia, pues no responden a la materialización de nuestras legítimas aspiraciones, si acaso, son los partidos políticos los que engordan sus bolsas y enriquecen sus negocios familiares. Postulado octavo. Que el estado debe dejar de simular que promueve progreso y construye crecimiento económico, mientras que cientos de jóvenes renuncian a la posibilidad de estudiar debido a los altos costos que representan para sus familias, la manutención necesaria para iniciar la aventura de estudiar y culminar los estudios profesionales. Postulado noveno. Que nuestros hermanos indígenas en edad de estudiar, constituyen el 1% de los universitarios que tienen el privilegio de cursar una carrera profesional, por lo que lejos de aprovechar políticamente el egreso de alguno de ellos, las autoridades estatales y universitarias, deben promover que más de ellos ingresen y culminen sus estudios para empoderarlos y garantizar la defensa jurídica de sus intereses históricamente pisoteados. Postulado décimo. Que no debe quedar duda respecto a nuestra firme convicción de continuar nuestra ideología revolucionaria de protección de nuestros derechos, sin afiliaciones políticas, sin aceptar reducciones a nuestro libre pensamiento; repudiamos el trato preferencial y las estrategias selectivas que menosprecian el color de la piel o las posibilidades económicas; por lo que promoveremos en los hechos, la igualdad y el derecho universal a pensar distinto, a tener las preferencias sexuales que tal vez, rompan esquemas sociales que rayan en la hipocresía; nos asumimos libres, inteligentes y coherentes con nuestra realidad. Honraremos con nuestra vida, la muerte de cientos de jóvenes, de estudiantes y de todos aquellos a quienes les ha fallado el Estado, el mal gobierno y las instancias inherentes a la justicia. LA HISTORIA QUE SE ESCRIBE CON SANGRE, NUNCA SE OLVIDA.
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos y
Secretario General del Consejo Zacatecano
de Protección al Ambiente
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