El hito histórico del gobierno nacional de izquierda no polariza al país, éste ya estaba polarizado en todos los costados, por un lado, la visión egoísta de un país en la anarquía y el calvario de sostener durante decenas de años a verdaderas mafias que corrompieron todo a su paso y por otro, los movimientos sociales que nunca cancelaron la posibilidad de un cambio sin violencia.
El señor presidente López Obrador es más que terco y sabe bien por dónde masca la iguana y sus intervenciones o calman a las muchedumbres llenándolas de esperanza y cambios efectivos, o hace que se enojen con rabia fundamental los detractores que no descansan ni darán tregua a denostar las acciones emprendidas por la marcha de la cuarta transformación del país, la que poco a poco se irá concretando de manera irreversible.
El escritor Paco Ignacio Taibo 11 lo señaló desde un principio: estamos ante una oportunidad de oro y no la vamos a desaprovechar, hicimos una verdadera revolución pacífica y es motivo de admiración mundial para terminar o atenuar la tragedia humanitaria que vive el país donde 70 millones de sus habitantes viven en la peor de las pobrezas, 200 mil desaparecidos, miles de fosas clandestinas, un mar de calamidades, pero también un país despierto y urgente a los cambios que desde el fondo harán que se asegure mayor beneficio a las grandes muchedumbres.
El Primer Informe del Presidente de Izquierda, el presidente popular, el presidente de las decisiones es un tema de muchos comentarios que harán un desglose histórico que le dolerá a la derecha sucia mexicana siempre ávida por que fracase y se boicotee al nuevo gobierno, tumbará los mitos que alrededor de la figura presidencial se recreaba en el culto a la personalidad y la pasarela de los besamanos y se comprobará de cómo es posible repartir con eficacia los recursos de la riqueza nacional entre los jóvenes deseosos de apoyo verdadero y efectivo.
Nada mas idóneo para un país de jóvenes que haya un gobierno nacional que pretende salir adelante después de muchos años de hipocresía y de crisis galopantes.
Por ello llevan en la frente la vanguardia de un país que detonará en el mundo y atrás en las espaldas, recargándose para adelante, la eternidad de la justicia que tanto hace falta para calmarnos.
