CONACYT retira del Padrón Nacional de Postgrados de Calidad (PNPC) a 11 programas académicos de la UAZ. La pregunta inicial es, ¿por qué razón ocurrió tal cosa? Cada fecha de revisión del padrón para sostenerse o ingresar a la lista, hay movimientos de altas y bajas, pero son alteraciones que nunca rebasan del 20 por ciento de las listas que revisan. Ahora, llama la atención que rechace el 85 por ciento de los mismos en un solo trámite. Y un dato más que llama a la extrañeza: en la mayoría de las universidades estatales ocurrió lo mismo. ¿De un año a otro todos los postgrados pasaron por debajo de las líneas aprobatorias en sus indicadores de calidad? Es posible que bajen de la lista a 2 o 3 programas, pero no a (casi) todos. Es una situación completamente atípica. Por otro lado, llama igualmente la atención que el postgrado de nueva creación que si aprobaron, es uno que lleva sus clases en línea y no solicitó becas.
Los posgrados que solicitan ser ratificados ponen especial atención en la revisión porque de ello depende su matrícula; esto es, el estimulo mayor para ingresar al PNPC es la beca que se consigue para estudiantes. En los dictámenes y no hay argumentaciones sustanciales para el rechazo, como el caso de una disminución de la productividad en publicaciones, la falta de profesores con grado y de tiempo completo, eficiencia terminal o la conformación de cuerpos académicos y redes de investigación. Son razones débiles como la falta de algún papeleo que, en estos casos, se pide subsanar a la brevedad cuando los requisitos sustantivos están cumplidos. En suma, dada la política anunciada en Conacyt debemos pensar en dos razones: (1) la idea de cambiar los criterios de apoyo a los postgrados, por ejemplo, han anunciado la intención de observar de manera especial aquellos programas académicos que tengan un impacto directo en la realidad de los estados o regiones; esto es, privilegiar indicadores de impactos que los de gestión; y (2) el recorte presupuestal dedicado a becas de postgrado y a estancias de investigación. Pueden ser ambas razones. El problema es que la revisión se hizo con las reglas anteriores y se ve poca solidez en dicho rechazo con-esas-reglas.
La idea de explicar el rechazo de los 11 postgrados por un masivo incumplimiento en la UAZ y en el resto de las universidades estatales, es muy débil. Fácilmente se evidencia su falsedad. Ahora bien, este tipo de acontecimientos son de interés público, y por lo tanto esperamos que tanto Conacyt justifique sus decisiones exhibiendo los criterios que usó para elaborar los dictámenes, y la UAZ explique sus peticiones y defienda su calidad, pero no lo han hecho. Si las autoridades universitarias creen que hacer una defensa pública de su calidad contra los dictámenes de Conacyt le traerá un enfrentamiento con el organismo, en el contexto de la solicitud de recursos para salir el año, no lo van a hacer. Lo cual genera opacidad en estas cuestiones de interés público. El evento del que hablamos es negativo para la UAZ y Zacatecas, es probable que se derrumbe la matricula de dichos postgrados al salir del PNPC y dejar de recibir la beca correspondiente. Independientemente de las razones que expliquen el evento, este último es ominoso para la UAZ y Zacatecas.
