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jueves, 28 marzo, 2024
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¿Viejas prácticas?

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Por: RICARDO ARTEAGA ANAYA •

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador el pasado primero de julio del 2018 se debe a diversos factores, entre ellos encontramos la perseverancia que tuvo el líder político durante años para permanecer en recorrido constante de todo el país exponiendo la grave situación de corrupción, pobreza e injusticia que se vive en todo el territorio nacional; la moral innegable y la obvia estrategia de ataque hacia su persona con la finalidad de desprestigiarlo ante la ciudadanía y el electorado; la propuesta de acabar con la corrupción y traer consigo un cambio en nuestro sistema político, económico y al mismo tiempo una reforma a todo nuestro modelo de la administración pública; la pacificación del país; justicia social; la pésima imagen de los partidos políticos y la desconfianza que generaron, entre otras que le dieron un triunfo contundente al ahora Presidente de la República.

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Durante la campaña y antes del proceso electoral, logró conjuntar diversas fuerzas políticas en apoyo a su proyecto, algunas incluso de moral cuestionable que trajeron consigo fuertes críticas, sin embargo, Obrador entendió que requería de todos para obtener el triunfo. Una vez logrado el objetivo centró los próximos meses en armar un equipo de Estado plural para llevar a cabo la cuarta transformación del país, algunos han decidido abandonar el barco por diversas cuestiones, otros se han mantenido firmes y leales no solamente al Presidente, sino también a un proyecto ideológico.

Este triunfo fue un golpe contundente para otros partidos políticos, a pesar de utilizar toda su “estructura” fueron derrotados y a un año no han podido reestructurarse, el Acción Nacional lucha por convertirse en una oposición al gobierno de Andrés Manuel, sin un líder moral queda en crítica sin fundamento y por ende sin lograr impactar entre la ciudadanía, por otra parte el Revolucionario Institucional se resquebraja lentamente, en medio de una renovación de su dirigencia nacional importantes militantes y aspirantes a dirigirlos han renunciado a su militancia señalando irregularidades y poco deseo de cambiar y renovar a una institución política que surge una vez que triunfó la revolución, perdieron el rumbo y la cúpula no tiene interés en recuperarlo, la ambición al poder sigue siendo mayor, de continuar así este partido post revolucionario está condenado a desaparecer.

Este partido perduró en el poder durante años gracias a la operación política y electoral de los programas sociales emanados de la administración pública en favor de candidatos, actores políticos, asociaciones civiles pertenecientes al instituto político, así como para el mismo partido político, gracias a esto lograron la movilización y el acaparamiento del voto de los ciudadanos que por necesidad accedían a apoyar y entregar el sufragio, la pobreza, la injusticia y la corrupción terminaron con este poder de acaparar electoralmente “estructuras” políticas y poco a poco los ciudadanos se desprendieron de esta forma de involucrarse en los asuntos políticos y públicos del país.

La administración del Presidente López Obrador se ha caracterizado y ha generado un fuerte debate público por el combate a la corrupción y por hacer frente a estas prácticas para erradicarlas, algunos lo acusan de simulación y otros aseguran que es real, aún así es un proyecto en el que han logrado colarse funcionarios u actores políticos que tienen la intención de continuar con las mismas prácticas que llevaron a una crisis política al Revolucionario Institucional, operando políticamente y electoralmente programas federales para apoyar aspiraciones personales.
Estos personajes no han logrado comprender el cambio político y social que dio inicio con el triunfo de Andrés Manuel, las personas votaron cansados de un sistema político y de estas formas de hacer política, ahora son los mismos ciudadanos los que denuncian y exhiben a estos personales y sus prácticas inmorales, serán los ciudadanos los que vigilen las acciones de todos los funcionarios emanados del proyecto de la 4T, serán exhibidos y sancionados justo como se somete a la justicia a quienes durante años vaciaron al erario público, creerse intocables o creer que la impunidad continuará siendo una herramienta para que la política y el ejercicio público sigan siendo el negocio de unos cuantos es caer en la ingenuidad y en la creencia de que el ahora Presidente mantuvo durante toda su trayectoria política una moral intachable para llegar al poder y sostener las prácticas del viejo régimen.

La ingenuidad, la ignorancia, la ambición o simplemente la traición siguen siendo características de algunos actores políticos, la justicia, la 4T y el rechazo ciudadano pronto les llegarán.

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