■ El material contiene 102 imágenes que dan cuenta de los diferentes momentos que vivió la población civil con la guerrilla
El pasado jueves, el fotógrafo zacatecano, Pedro Valtierra, presentó su libro ‘Nicaragua, la Revolución Sandinista. Una crónica fotográfica’, en el Centro de la Imagen. El libro es editado por Penguin Random House bajo el sello de Grijalbo a 40 años del derrocamiento de Anastasio Somoza a cargo del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
El libro contiene 102 imágenes que dan cuenta de los diferentes momentos que vivió la población civil con la guerrilla, como los bombardeos de los “muchachos” como se les conocía a los guerrilleros.
Asimismo, retrató esa vida cotidiana que se vivía en ese momento, en la que mucha gente luchaba a su manera, por sobrevivir. “Imágenes de la guerra, duras, del dolor, de la tristeza, de la muerte, de la pobreza y marginación”, dice el fotógrafo.
En ese entonces, recuerda que contaba con 4 años de experiencia como fotógrafo. Y esa oportunidad de viajar a la edad de 23 años, se la otorgó el periodista Manuel Becerra Acosta, director fundador de Unomasuno.
Algo que significó mucho para el fotógrafo, pues en ese entonces en México no se cubrían conflictos bélicos, pues a los directivos no les interesaba tener enviados o corresponsales que detallaran lo ocurrido en países en conflicto.
El fotógrafo captó cada instante de esa guerrilla, como se vivía la situación en las calles, en los hospitales, el dolor de la gente herida, gente muerta, y la desesperación de poder enviar a tiempo el material fotográfico ante la falta de tecnología que actualmente se tiene.
Como anexo, están también documentos poco conocidos del archivo del fotógrafo: las notas escritas sobre los acontecimientos del día y artículos publicados en el periódico con él mismo como autor-reportero.
El escritor nicaragüense, Sergio Ramírez, escribe en este libro: Él (Pedro) nos dice que la fotografía es como un acto de magia. Y la magia está en que si se asomara ahora al visor de su cámara, vería la misma inocencia, la misma luz diáfana en los ojos de esos muchachos, la misma decisión y el mismo coraje para enfrentarse, una vez más, a otra dictadura familiar”.
