23.1 C
Zacatecas
jueves, 28 marzo, 2024
spot_img

La vida no tiene sentido. [Dos series de la década pasada. Primera parte]

Más Leídas

- Publicidad -

Por: PAULA MARKOVITCH •

La Gualdra 379 / Series de TV / Desayuno en Tiffany’s, mon ku

- Publicidad -

 

 

Con la colaboración de Adriana Jiménez

 

El Doctor House

House tiene una intuición casi paranormal para adivinar enfermedades misteriosas muchas de las cuales ni siquiera tienen un nombre, y también tiene una agudeza única para desnudar las mentiras…

Es estoico, como “Xenón”: “no siempre puedes tener lo que quieres, pero si lo intentas puedes tener lo que necesitas”.

También es cínico como Diógenes: “me masturbo por que es lo que puedo hacer con mi mano, si con acariciar mi estómago se me quitara el hambre también lo haría”. También es lúdico como Epicuro: “evitar el dolor a toda costa”, “ser más fuerte que tus necesidades para sacarle provecho a la vida”.

Inspirado en estos tres filósofos griegos, marginales y excluidos, House sólo puede ser, también, marginal.

El proyecto House se basó en el legendario Sherlock Holmes y su confusa relación con Watson… aunque también podría recordarnos al Quijote.

House me parece más quijotesco, (confunde un lápiz de labios con una pastilla de “vicodín”)… La lucidez de House es más transgresora que la de el implacable Sherlock, quien al final del día sólo descubre algo tan limitado como “la verdad”.

De ojos grandes, brillantes, irónico y seductor, el Doctor House no cree en la humanidad. Repite una y otra vez que todas las personas mienten y a lo largo de la serie, se dedica a cuestionar, y demostrar la falsedad de cualquier discurso utópico.

Los enfermos llegan cargados de variadas ideologías. El doctor House les revela a ellos y a sí mismo, que cualquier convicción o ideal es un intento de proteger nuestra psique de una incómoda evidencia: que estamos hechos de nada.

House tiene una doble clarividencia. Por un lado, adivina las artimañas, las máscaras espirituales de cada uno de sus pacientes, y por el otro también es capaz de rastrear las misteriosas bacterias que habitan en sus cuerpos. House adivina el alma y el cuerpo de sus pacientes… y también comprende que ambos aspectos no guardan ningún tipo de correspondencia.

Un sostén mal ajustado, una araña, el gato del vecino, pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte. Un asesino puede tener una esplendida salud, y un cariñoso niño muere a consecuencia de la picadura de un mosquito.

El Doctor House, parece conocer el alma engañosa de las personas tanto como sus cuerpos. Y además entiende que ambas áreas no tienen relación… al parecer no hay ningún tipo de justicia.

Las enfermedades y las desgracias son bastante ridículas, y están repartidas de forma caótica entre la palpitante humanidad. Bastante suerte hemos tenido con haber nacido…

Pero House, no es un personaje oscuro y malhumorado.

Lo fascinante de este personaje, es lo paradójico de su conducta: se trata de un ser cuyo escepticismo no tiene fisuras, pero que en sus acciones se revela como un ferviente idealista. Cuando es necesario, House abre su cerebro para extraer un recuerdo que pudiera salvar a su mejor amigo: descree del heroísmo, pero actúa como un verdadero héroe al final del día.

House parece empecinado en develar, despertar a sus amigos y pacientes, de sus respectivas mezquindades y autoengaños. Alguien que está tan convencido de la naturaleza cobarde de la humanidad. ¿Por qué se esforzaría tanto?

House parece reírse las tibiezas y los chantajes morales que le rodean. ¡Demasiado esfuerzo para quien no cree en nada! ¡Este anti-héroe… es la máscara de un héroe!

Como todos los héroes, es incomprendido, y su extrema lucidez lo lleva a veces a la locura. Su amor también es incomprendido: la doctora Codi, al final elige la comodidad, la “salud” social, con sus respectivas mentiras…

House no soporta el dolor del abandono, y estrella su auto en el confortable living de la casa de su amada. En realidad, esta ruptura resulta un curioso alivio para nosotros, los espectadores, ya que ver a House convertido en un marido comprensivo y asimilado, nos hubiera desilusionado.

House está solo, en las noches bebe un vaso de whisky después de haber salvado algunas vidas.

El Doctor House, es escéptico, lúcido y antisocial. No cree en la eternidad, ni en el amor ni en el bien… Pero en mi opinión es un héroe, esperanzado y valiente, capaz de arriesgar su vida, por la vida.

 

 

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -