Según el Presidente electo, México logrará con su gestión arribar a un gran movimiento de similar magnitud a los que han sacudido al país de yugos y tendencias de sometimiento que obstaculizaban su progreso, tal es el caso del movimiento armado de Independencia ocurrido de 1810 a 1821 que nos liberó de 300 años de dominio y saqueo español; otro referente es la Guerra de Reforma suscitada entre liberales y conservadores de 1858 a 1861 y que motivó el nacimiento de las leyes de reforma y la separación Iglesia-Estado y que pese a todos los charcos de sangre que costaron, Salinas de Gortari los volvió a unir, faltaba más, para eso se pintan solos los gobiernos priistas con toda la soberbia y valemadrismo que los caracteriza; ya de paso, se reconoce que es Benito Juárez el referente ideológico-político de López Obrador. La tercera transformación es pues, la Revolución de 1910 coronada por la Constitución Política Federal de 1917 que hoy nos rige y que tiene más renglones muertos que el testamento de un finado. Así las cosas, el Presidente aspira a mucho, a pasar a la historia de México de la misma forma en que los principales actores de las transformaciones ya citadas; estamos hablando de Miguel Hidalgo, Morelos, Ignacio Allende, Vicente Guerrero, Agustín de Iturbide, Benito Juárez, Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Doroteo Arango o Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. De ese tamaño es el traje que se quiere confeccionar López Obrador, de tal envergadura es la gestión que debe hacer para ganarse un lugar en las monografías que venden en las papelerías. En lo personal, celebro que pasemos de la inmutabilidad en la que nos tiene sumida el priismo y sus secuaces, donde los ricos se siguen haciendo millonarios y los jodidos cada vez más hundidos en el fango del desarrollo. Lamentablemente tengo muchas dudas, la primera de ellas se vincula con la falta de una estrategia nacional que oriente con bases sólidas a esa ofertada transformación y, es que si nos remontáramos al movimiento de independencia con Hidalgo, no lo veo aliándose con los españoles para lograr la anhelada libertad para los mexicanos y sin embargo, si veo muchos priistas metidos ya, en la toma de decisiones fundamentales para arrancar la multicitada transformación y en mi opinión, que no es humilde, debe existir una sana y necesaria separación, de lo contrario, el gobierno que pretendimos expulsar y la corrupción que queremos desterrar, se volverá a tatuar en las estructuras centrales del gobierno lopezobradorista. En el mensaje que vino a dejar a los Zacatecanos el pasado domingo en esta gira del agradecimiento, López Obrador sentenció: no les voy a fallar, y en cada lugar donde se presenta, reitera la misma frase, entonces el Presidente, no debe unir el agua pura con el aceite podrido y es que ya vi, varios priistas con chalecos y chamarras marrón como si pretendieran mimetizarse a la vista de todos; juegan a desaparecer junto con sus trácalas, simulan por que eso sí, saben simular que siempre fueron morenistas y, lo peor, es que hay muchos que se partieron la madre por López Obrador y están fuera del proyecto, del presupuesto y de la oportunidad de edificar la cuarta revolución. En lo personal, creo que hay que tener dignidad, dan pena ajena pues cuando al que escribe le han pasado cuchilla con el paso de los gobiernos y los partidos políticos, uno simplemente agarra su cajita de archivo muerto y se va; ya parece que de pronto voy a milano y me compro un chaleco rojo para convertirme en priista o me pongo una corbata roja y listo, ya soy del partido oficial. A la segunda preocupación, he de referirme al cúmulo de generales que tiene la siguiente transformación, no hay sargentos, cabos, tenientes ni soldados, puros flamantes generales arraigados a la política dese hace muchos años y que ya llevan más agua a su molino, quieren vivir del presupuesto a como de lugar, quieren agarrar posiciones políticas dividiéndose el territorio para enriquecer a más de sus generaciones, según ellos, fortalecidos por si mismos, cuando en los hechos el efecto cascada marrón del Presidente López Obrador, ayudó a que muchos llegaran a la cúspide y, ya arriba, quieren subir al infinito y más allá, contrario a fortalecer primero, el gobierno que inicia el 1º de Diciembre, por lo que es urgente que el primer morenista de la Nación, se los faje y ponga a más de 100 en su lugar. Luego le sigo con más preocupaciones que me van surgiendo conforme más se acerca Diciembre y sus posadas.
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos
[email protected]
