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viernes, 29 marzo, 2024
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Choque ideológico

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Por: RICARDO ARTEAGA ANAYA •

El proyecto de nación de Obrador ha sido fuertemente criticado por diversas razones, entre ellas por la pluralidad de ideologías e incluso por los personajes que lo han acompañado, desde la persona que apoya la legalización de algunas drogas, hasta el que se opone de forma radical a ello, desde el que podemos considerar como el más comprometido con dicho proyecto de nación y que moralmente es intachable, hasta el que grita su interés personal por encima de todo lo demás e incluso aquel que ha sido señalado por haber cometido actos inmorales en lo que a cuestiones políticas se refiere, logrando que por ello se juzgue y se busque poner en duda el proyecto de la cuarta transformación del país, para muchos no es concebible una transformación cuando el proyecto es conformado por algunos con tal reputación, para otros son necesarios.
Todo esto es visto desde el exterior, sin embargo, desde otra perspectiva el proyecto ya se encuentra en otra etapa, la construcción del país requerirá a aquellos que se mantengan firmes en el proyecto incluso después de perder los beneficios que los cargos suelen otorgar, la renuncia de 700 empleados del Congreso Federal, es muestra de que no todos están dispuestos a mantenerse en el barco cuando se pierden dichos beneficios y también es una muestra indudable de que la cuarta transformación, tan prometida por el Presidente Electo, será un hecho.
Es así que vendrá un choque ideológico entre aquellos que durante años han disfrutado inmoralmente de la opulencia que les han brindado los diversos cargos públicos y políticos y entre la nueva generación de funcionarios y políticos que están convencidos que se requiere un cambio radical en el sistema y que por el contrario a los que se aferran a ellos, son los primeros en renunciar a ellos.
Este choque entre estas dos ideologías arrojará una nueva clase política y por ende un cambio en el ámbito político del país, la subsistencia de cualquier actor político dependerá de si es capaz de adaptarse a esta nueva era de la administración pública y política, a la austeridad y a un sueldo digno lejos de ser ostentoso para evitar la corrupción, justificación a la que se aferran los que se niegan a perder dicho beneficio como los ministros.
El triunfo de esta postura se encuentra en el respaldo social que existe a la eliminación de dichos beneficios, durante años los mexicanos fueron sometidos a la creencia de que los altos sueldos evitarían que los funcionarios se corrompieran logrando únicamente que la ambición al dinero y al poder creciera y con ello aumentaran los casos de corrupción y logrando el rechazo enfurecido de la sociedad a la clase política tradicional y a la forma tradicional de realizarla.
Serán tres años difíciles para cualquier representante que desee acabar con dichas practicas y con los beneficios de la clase política, algunos ya se enfrentan a trabajadores que tergiversan la información con tal de evitar el término de sus contratos y con ello el de sus beneficios, sin embargo, tarde o temprano los funcionarios tendrán que entrarle, como se dice, al toro por los cuernos. La tarea que deben realizar los que ahora han sido electos va más allá de únicamente cumplir con sus funciones establecidas en la ley, también deben lograr cambiar el sistema al que acceden, reestructurar las instituciones que reciben es la principal obligación que se tiene, lograrlo será cumplir a los millones de mexicanos que creyeron en un proyecto de transformación nacional.
Estos primeros tres años serán clave para lograr la transformación tan anhelada, deberán sentarse las bases para el cambio político y público, desde las presidencias municipales hasta la presidencia de la República, quienes así lo hagan y decidan serán parte de la nueva generación política que requiere México.
Este choque entre las dos posturas que señalamos, volverá a darse en el 2021, año de elecciones, pues el viejo sistema y las viejas prácticas siguen siendo parte de la cultura de muchos que incluso utilizan el discurso del cambio como bandera, logrando navegar de muertitos para continuar brincando de cargo en cargo, será ahí la tarea de aquellos que pertenezcan al relevo generacional los que decidan si les permiten continuar o si hacen frente de una vez por todas a las viejas prácticas y defienden un proyecto que tanto ha costado a millones de mexicanos.

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