Todavía faltan algunos días, pero todo indica que los mexicanos sobrevivimos a la tempestad que representó el 2017 y eso es una buena noticia.
Gasolinazos, terremotos, nuevos impuestos, aumento del gas y de la luz, Jorge Miranda recaudando a mano armada, huracanes, violencia en niveles de record y un largo etcétera que hicieron del 2017 un año muy complejo para los zacatecanos y para todos los mexicanos.
Pero después de la tempestad viene la calma y debemos usar esta calma para que nunca se vuelva a repetir un año tan catastrófico como este, porque no somos indestructibles y a este ritmo no vamos a aguantar por mucho tiempo.
Pronto comenzarán los propósitos para el año nuevo y creo que también debemos plantearnos varios objetivos como sociedad, estas son algunas de mis propuestas:
Exigir que Tello cumpla.
Tello dijo que si no cumplía, dejaría el cargo, para eso propuso someterse a la decisión de los votantes en el 2018 y después se olvidó de su compromiso y cada vez que alguien se lo pregunta, evade el tema.
Por eso las elecciones locales se pueden convertir en un referéndum de Tello y su administración, si los ciudadanos elijen a diputados de oposición, la nueva legislatura tendrá la legitimidad para aprobar la revocación de mandato y someter a Tello a la voluntad de los ciudadanos.
Exigir que las autoridades investiguen y sancionen los delitos
Este año llegamos a niveles espeluznantes de homicidios, secuestros, extorciones y robos, pero los niveles de impunidad son todavía más alarmantes, porque las autoridades evaden su obligación de investigar, los ministerios públicos archivan los casos y se resisten a investigarlos por miedo. No podemos permitir que esto siga ocurriendo, tenemos que obligar a las autoridades a que hagan su trabajo o que renuncien para que alguien más lo haga, pero es importante que los delitos comiencen a ser investigados, porque en este momento hay demasiados incentivos para que los ciudadanos resuelvan sus problemas de forma violenta y eso nos puede llevar a una crisis más profunda de la que hoy vivimos.
Exigir austeridad
Tello se acaba de ir de viaje a San Antonio, lo hizo en avión privado, Miranda acaba de construir una mega residencia en Bernárdez (La mansión fue exhibida por el Diputado Federal Jorge Álvarez Máynez) y todo esto ocurre porque el dinero público se sigue usando sin controles financieros, cualquiera se puede hacer millonario a costa del erario público y eso tiene que cambiar, para avanzar necesitamos ponerle un freno al derroche de funcionarios y Gobernantes y la única forma de lograrlo es con la presión de los ciudadanos.
En este punto también entran la nómina secreta y las herramientas legislativas, ambos conceptos son un robo descarado a los ciudadanos y a pesar de los escándalos que han generado, ambos conceptos siguen existiendo y francamente son una burla para los ciudadanos que año con año pagan sus impuestos.
Ampararnos contra los impuestos.
Miranda y Tello mantienen firme su intensión de cobrar el impuesto a la infraestructura, un impuesto que ya fue declarado inconstitucional por el Poder Judicial de la Federación y que representa un costo superior a los 200 millones de pesos para los ciudadanos y la mejor manera de ponerle un alto a esos abusos es por la vía judicial.
Exigir que el dinero se utilice en lo importante.
Zacatecas necesita un nuevo hospital general, nos urge un nuevo rastro, necesitamos un parque agroindustrial y año con año vemos como Alcaldes y Gobernadores se empeñan en “tirar el quiosco para volverlo a poner”, una vieja costumbre donde los políticos se concentran en hacer obras en las calles más importantes para justificar sus mandatos, a pesar de que existen obras más necesarias e importantes.
Necesitamos que nuestro dinero se utilice en cosas importantes y la única forma de lograrlo es rechazando las obras de relumbrón.
Atrevernos a cambiar
La mejor forma de acabar con la corrupción es dejando de dar mordida, la mejor manera de construir una democracia es dejando de vender el voto y la mejor forma de acabar con los políticos farsantes es castigando en las urnas, pero el primer paso es atrevernos a cambiar. En el 2018 tenemos una oportunidad de oro para que las cosas cambien de una vez por todas, no dejemos pasar esa oportunidad.
Feliz 2018. ■
