Esta, la ya célebre frase de Vicente Fox, ha sido prácticamente repetida – con algunos cambios – en el tono de una frase diferente, por el Gobernador Alejandro Tello al afirmar:
¡YO NO SOY CULPABLE DE LA VIOLENCIA!
Puede ser que estemos de acuerdo con el hecho de que realmente él no es el culpable, aunque no por ello su declaración sea menos desafortunada, de lo que estamos seguros es que ¡SI LO ES! en el incremento exponencial de esta violencia en el que se encuentra sumido nuestro estado que él – y nadie – más gobierna.
Esta frase nos recuerda al otro clásico salido de su boca sin pensarlo demasiado – también al estilo Fox – el de ¡YO NO LA MATE! ¡NO ES MI PROBLEMA! Y entonces como ahora nos queda claro que son frases que tienen algo de verdad y algo de mentira, en cuanto a la verdad nos queda claro que él no fue quien mato a CINTIA, pero en lo que no estamos de acuerdo es en el hecho de que no sea su problema.
Vayámonos por partes y recordemos que ES EL ESTADO EL QUE TIENE EL MONOPOLIO DE LA VIOLENCIA, el estado al que el ejecutivo representa – Peña en el territorio nacional y Tello en el local – tienen el monopolio de la violencia y con ello la obligación de defendernos de cualquier otra instancia que haga uso de ella para sus propios beneficios e intereses.
El problema de la violencia y el de la inseguridad se han vuelto el problema número 1 de la entidad, pero no solo de Zacatecas sino de todo México, y como lo leímos en declaraciones del periódico Reforma, es claro que el gobierno federal ha tirado la toalla y solo se interesa por administrar el problema y dejarlo vivo a la siguiente administración, ellos están concentrados en ganar – a como dé lugar y aunque no lo merezcan – la elección del 2018.
Sin embargo aquí en zacatecas las cosas son diferentes – o debieran serlo – ya que mientras que el gobierno federal se encuentra en la recta final, aquí nos encontramos apenas al inicio, cumpliendo el primer año de cinco en una administración que anuncia ser diferente – de boca para afuera – pero que en la realidad muestra los mismos vicios – y claro las mismas personas – que la administración previa.
Recordemos algunas cifras que nos pueden decir y recordar la problemática que vivimos.-
No nos queda duda – o no debería quedarle a nadie – que esta guerra – porque es lo que es una guerra – inicio con el sexenio de Felipe Calderón, y siendo más específicos se inició con la reunión de Mérida en donde los norteamericanos prácticamente le indicaron – o le ordenaron – las formas de combatir el asunto del narcotráfico, y mientras ellos viven pacíficamente al norte de la frontera, aquí este personaje chaparrito pelón y con lentes declara una guerra sin tener un verdadero conocimiento del problema, y seguramente lo hizo en gran medida para legitimar un mandato que había obtenido – haiga sido como haiga sido – con el ya famoso fraude del 0.56%.
El pésimo gobierno que encabezo Calderón – y que ahora quisiera repetir prácticamente sin méritos su esposa Margarita – propicio el regreso del PRI a Los Pinos, un nuevo PRI solamente de rostros jóvenes pero tanto o más corruptos que quienes dominaron el escenario por más de 70 años. Así el exgobernador del Estado de México, con la ayuda de Televisa logro llegar a la tan deseada silla con un grupo de asesores y una mano derecha el VV – Virrey Videgaray – que no supieron o no quisieron modificar el status quo – por algo seria –y continuaron la guerra iniciada por su predecesor. (es aquí donde tenemos que dejar una reflexión del porque estas cúpulas priistas están y siguen estando tan interesadas en que las cosas – al respecto – no cambien, es que la colusión con las multimillonarias ganancias generadas por tráfico de drogas las comparten, o lo que sería peor, es que comparten liderazgos en personas como un chaparrito pelón – orejón – y sin lentes) es solo una pregunta inocente.
La realidad es que durante el gobierno desastroso de Felipe Calderón, el número de muertes violentas fue de alrededor de 20 mil por año dándonos un total durante su sexenio de aproximadamente 120 mil, sin embargo esto se incrementó bajo el Peñato a 25 mil por año esperando que su sexenio termine con más de 150 mil.
En cuanto al número de desaparecidos al final del sexenio calderonista, Maribel Hernández escritora mexicana en el exilio – Universidad de California en Berkeley – documento más de 26 mil y curiosamente durante los ya 5 años de la presente administración esa cifra se ha mantenido – claro en forma artificial – como si no existieran nuevas desapariciones ¿SERA? ¡SI COMO NO!
Y mientras esto sucede en el entorno nacional, en el local en el último año de un gobernar diferente, la caída en la espiral de violencia ha sido exponencial – ¿de quién es la culpa? Colocándonos en el 1 lugar nacional de secuestros, en el segundo en cuanto a homicidios violentos donde la media nacional es de 25 por cada100 mil habitantes y nuestro estado está en el terreno de los 36 solo por debajo de Baja California Sur, y en cuanto a la percepción de inseguridad mientras que en el resto de la nación el 75% de la población se siente insegura de su entorno, esta percepción sube en nuestro estado por arriba del 90% y finalmente en el mapa nacional en donde los colores nos indican el nivel de inseguridad, Durango y San Luis Potosí se encuentran en Verde, Aguascalientes en amarillo, Coahuila en ámbar Tamaulipas en Rojo y Zacatecas en morado, el nivel máximo. ¡Así o más claro!
Pero el Sr Tello no tiene la culpa, entonces quién la tiene ¿la sociedad? Claro que la tiene en el sentido que es su responsabilidad asegurar que esas cifras bajen – no tiene la responsabilidad de solucionar el problema pero sí que el problema disminuya – que las cosas mejoren, está en sus manos, pero el señor viaja de vacaciones a China, porque no creo que pueda conseguir por allá maldita la cosa.
