- Realizan el foro Por México Hoy; participan políticos, académicos y ciudadanos
- Descarta Andrés Manuel López Obrador alianza con otros partidos políticos
- Se debe considerar estrategia para enfrentar debilitamiento del Estado: Encinas
CIUDAD DE MÉXICO. Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena, rechazó alianzas con el PRD, Movimiento Ciudadano y el resto de “los partidos del régimen” para las elecciones presidenciales de 2018, y llamó a que el acuerdo sólo se concrete con el Partido del Trabajo.
Afirmó que por congruencia “no podemos marchar juntos con el PRI, PAN, PRD, Partido Verde Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y Nueva Alianza”, y llamó que se ratifiquen las alianzas con ciudadanos y militantes de todas las organizaciones políticas y sociales, sin que implique a los partidos del régimen”.
Señaló que en las pasadas elecciones “salió a flote la inmoralidad de los dirigentes del PRD. Es una vergüenza lamentable que en Veracruz mantengan alianzas con el régimen y un personaje tan corrupto y perverso como (Miguel Ángel) Yunes Linares”.
FORO POR MÉXICO HOY
En el marco del foro Por México Hoy, realizado este sábado en la capital del estado de Zacatecas, el senador Alejandro Encinas Rodríguez convocó a Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Dante Delgado y al mismo Partido de la Revolución Democrática (PRD), a discutir un proyecto político y social que permita a la izquierda ganar la presidencia de la República en 2018.
Parte de esa discusión debe focalizarse en una estrategia para enfrentar el debilitamiento del Estado, lo que implica la necesidad de reivindicar la política como un bien público, además de recuperar la rectoría sobre la economía.
“Un Estado no debe estar al servicio de las corporaciones o de una pequeña oligarquía porque no solamente no responde a las preocupaciones y bienestar de la gente. La única institución fuerte ante un Estado débil son las fuerzas armadas y hoy no solamente tenemos un Estado débil, sino tenemos una ausencia de Estado y ese es uno de los grandes riesgos que estamos enfrentando”, indicó.
En ese sentido, manifestó que la izquierda debe rectificar su estrategia de competencia electoral y disputa política, pero además “debemos entender que la solución a esta crisis que vive nuestro país no necesariamente tendrá que ser una salida democrática, y como lo demostraron las elecciones del domingo pasado, puede buscarse una salida autoritaria”.
Encinas Rodríguez señaló que quienes piensen que eso no puede suceder en el país, es suficiente con voltear “para ver con qué impunidad actúa el poder judicial, la presencia del Ejército y el descaro con que siguen haciendo sus negocios los actuales gobernadores”.
Consideró entonces que es el momento de construir un nuevo régimen político y con ello romper con el orden establecido, para lo cual la nueva mayoría debe impulsar una revolución a partir de una ruptura cultural como la que significó la generación de 1968, o como la que representó la ruptura de Cuauhtémoc Cárdenas con el PRI en 1988.
En ese proceso -comentó Encinas-, la transformación debe surgir desde el territorio y las comunidades, pues son estas las que constituyen el espacio donde se ejerce la vida cotidiana, y por lo tanto son el eje articulador de las políticas públicas para el desarrollo humano, ambiental y económico.
Señaló la necesidad de que no sólo se presenten diagnósticos y propuestas, sino que se recupere el valor fundamental construido desde hace décadas en las izquierdas, el del debate de las ideas y la discusión. Destacó en ese sentido la necesidad de “escucharnos” para poder ponernos de acuerdo, y tener las causas sociales como elemento que permita generar dicho reencuentro, para superar así los intereses partidistas o individuales.
“La disputa hoy, en lo social, se está dando en el ámbito territorial en la defensa de los recursos naturales en un país donde 33 por ciento de su territorio está concesionado a las industrias mineras y donde quieren darle concesiones de explotación forestal a aquellas áreas concesionadas a las minas o para la obtención de hidrocarburos”, agregó Encinas Rodríguez.
Es decir, afirmó que si la izquierda no impulsa ese proyecto desde lo comunitario, no solamente no tendrá viabilidad, sino que también “se hundirá en la inercia en que se encuentran hoy los partidos políticos donde ya se han desdibujado tanto que no saben a quien representan y los ciudadanos no se sienten representados. A esa crisis hay que darle respuesta con la organización y la movilización”, concluyó el senador.
Por su parte, Raymundo Cárdenas Hernández planteó la necesidad de integrar a la sociedad en los poderes del Estado. Reflexionó sobre cuál es el camino para que cualquier ciudadano mexicano pueda llegar a ocupar un cargo público, derecho que supuestamente está avalado en la Constitución Mexicana en su Artículo 41. Contrario a ese principio –explicó-, las carreras políticas se han decidido desde la presidencia de la República. De igual manera, indicó que desde la oposición, hace más de 40 años, se empezó a luchar en contra del “dedazo”.
Manifestó la necesidad de una Reforma del Estado, pues consideró “criminal” que en los partidos políticos no haya manera que los ciudadanos decidan sus candidaturas, incluso en los partidos de izquierda, donde son ellos mismos quienes deciden quien va como regidor en cada municipio.
“Por esa razón sólo 10 por ciento de los mexicanos nos sentimos representados en un partido. Nuestro problema es que no nos sentimos representados en los partidos que hay pero tampoco nos gustan los nuevos, porque estos no han sido apoyados por la población”, añadió.
En ese contexto, dijo que un documento como el que promueve Por México Hoy debe contener un capítulo sobre la regeneración del político mexicano y del sistema de partidos, para lo cual se puede establecer una ley para establecer un periodo en el que la gente decida o no militar en un partido y que la filiación sea libre para todos.
Cárdenas Hernández se refirió al modelo de partidos y la importancia de discutir la cantidad de ellos que requiere un país como México, donde es evidente que no es conveniente que existan tantos partidos de izquierda, por ejemplo.
En su intervención, Mara Muñoz leyó un documento, en el que abordó los derechos económicos y sociales. Señaló que la construcción de los derechos humanos debe comprender una nueva ética desde la izquierda. En ese sentido planteó la disyuntiva de si se quiere acceder al poder por el poder, o por otra parte la educación de todos, incluyendo los actores políticos partidistas, en un marco de legalidad y derechos humanos.
La ruta a seguir es clave pues las elecciones se han convertido en sinónimo de malversación de recursos y clientelismo. “La descripción política de una izquierda progresista debe estar en el combate a la exclusión, con la inclusión de otras y otros sujetos políticos que vean en esta expresión democrática un camino viable para hacer oír su voz, sus demandas. Para educar en el camino de la política a una sociedad que por siglos ha sido ciega ante la pluralidad y el juego democrático limpio. Necesitamos que en el discurso y estrategia, la izquierda tenga claro su papel histórico como movimiento democratizador del más profundo talante”.
Explicó que la democracia no puede existir sin la voz de las mujeres, una voz consciente que se incluya no como expresión de una clientela más, sino como grupo con agenda que ponga n la mesa las consecuencias de un sistema patriarcal, que además de la exclusión por razones económicas, debido a la nula valoración pública del trabajo doméstico, revise problemas tan severos como la trata de personas, la violencia sexual y el feminicidio.
Pedro de León Mojarro, por su parte, manifestó que la asociación que preside, Unidos Podemos, promueve un proyecto de país cuyo gobierno sea de coalición, es decir, en el que estén incluidas todas las fuerzas políticas.
“Queremos conformar un nuevo proyecto de país con o sin los partidos, con o sin los independientes, abriendo la convocatoria a una gran vertiente de ciudadanos con la realidad que hoy tenemos tanto en el estado como en el país. Nosotros somos básicamente los promotores de un gobierno de coalición para Zacatecas y para el gobierno federal y nuestra convocatoria va desde el PRI hasta Morena, pasando por todos los partidos y organizaciones”, dijo.
Rodolfo García Zamora se refirió, desde la perspectiva universitaria, al modelo de la muerte, la corrupción y la impunidad que han padecido México y Zacatecas hasta el día de hoy. Desde la seguridad humana, hizo un planteamiento que integre tanto a los mexicanos que viven en territorio nacional, como a los más de 36 millones de paisanos radicados en el vecino país del norte.
Señaló que la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y los organismos de migrantes pueden ser partícipes en un proyecto transnacional que coadyuve a cambiar las cosas, ello en el marco de los lineamientos de México Hoy. Se refirió al modelo neoliberal como uno de los factores clave para la problemática social que se padece en México. Al respecto señaló el desempleo, la falta de oportunidades para los jóvenes, los asesinatos, las privatizaciones y las desapariciones forzadas.
En su intervención, el diputado federal Jorge Álvarez Máynez, indicó que Zacatecas debe tener claro el momento que vive México, el cual no da espacio para las mezquindades, y que a nivel mundial lo que se vive es el empoderamiento de un discurso que niega derechos humanos, y explicó que ello no es exclusivo de otras partes del mundo, sino que se ha padecido recientemente en lugares como Aguascalientes (en alusión al acoso y detención de estudiantes normalistas), e incluso en Zacatecas, donde Gobierno del Estado emite un discurso “en el que son las mujeres las culpables de ser asesinadas; son los jóvenes, por la forma en que se visten, los culpables de ser víctimas del crimen organizado”.
Añadió que vivimos el primer sexenio en la historia del país, en el que un gobierno de la República gasta más dinero de los mexicanos en armamento que lo que invierte en cultura. Peña Nieto –sostuvo- ha continuado con la política de criminalización de los pobres, y con el desmantelamiento del aparato educativo mexicano. Aseveró que Movimiento Ciudadano (partido al que representa), retomará las tesis de Por México Hoy, pero no sólo para agrupar a los partidos políticos, sino que vaya mucho más allá al convocar a liderazgos ciudadanos.
Al hacer uso de la voz, Aquiles González Navarro, ex procurador de Justicia, señaló que en el tema de la inseguridad, regularmente la atención se centra en la falta de atención de los problemas sociales, pero indicó que otro enfoque es considerar lo que tiene que ver con la debilidad de las instituciones de procuración y administración de justicia, las cuales se han convertido en una especie de “casas de jubilados” para los militares.
Advirtió, desde la teoría de la seguridad norteamericana, en concreto la seguridad nacional, como un mecanismo para militarizar a los países, ello en la medida en que las policías no son capaces de solucionar el problema de la delincuencia, con lo cual son los militares los que deben atender dicho fenómeno. Indicó que dicha teoría ahora se cierne sobre México, como parte del dominio que el país padece.
Aquiles González Navarro sostuvo que el rol que se le ha encomendado a los militares en el marco de la situación de violencia e inseguridad que padece México, no es su función, ni su competencia, pues ellos están capacitados en el área de la seguridad nacional, y no de la seguridad pública, lo que ha generado episodios como el de Ayotzinapa, además de que no se tienen los programas de prevención adecuados. Explicó que el fenómeno de la impunidad es un elemento clave para potenciar la inseguridad.
