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miércoles, 24 abril, 2024
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Un discurso de odio y de discriminación no se puede combatir con otro igual: Mara Muñoz

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Por: ALMA RÍOS • admin-zenda • Admin •

■ Ataques a Iris Aguirre bajan nivel de la discusión pública al desviar la atención del asunto de fondo

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■ Opina que hay que concientizar a la ciudadanía sobre el peso de las expresiones de odio

Igual que Donald Trump logró exacerbar sentimientos de discriminación, xenofobia y racismo que ya estaban presentes en la población norteamericana, mismos que logró focalizar contra la población migrante, especialmente la mexicana, las expresiones de la diputada local Iris Aguirre Borrego que justificaron las amenazas de expulsión a los connacionales, detonaron a su vez los sentimientos de discriminación, machismo, misoginia y sexismo presentes en la sociedad, ahora en su contra.

Al respecto Mara Muñoz Galván, directora del Centro de Justicia para las Mujeres de la Procuraduría General de Justicia del Estado, señaló que las declaraciones de la legisladora local por el Partido Encuentro Social (PES) efectivamente son discriminatorias de los emigrantes en Estados Unidos, pero las palabras soeces, los ataques sexistas y aun las amenazas de muerte que ha recibido a través de las redes sociales, lo único que hacen es bajar el nivel de la discusión pública al desviar la atención del asunto de fondo.

Observó además que “un discurso de odio y de discriminación no se puede combatir con otro discurso de odio y discriminación”.

Aun la expresión del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Zacatecas y las correspondientes de la también diputada local y feminista, María Elena Ortega, quienes señalaron que los ataques contra las ideas de Iris Aguirre sobre la población migrante se estaban desviando hacia la agresión de género, volvieron a exacerbar los ánimos en las redes sociales, en cuyas opiniones se expresó una negativa a reconocer que este tipo de violencia se estaba esgrimiendo en su contra.

Sobre ello, Mara Muñoz comentó que “las redes sociales son una ventana para acercarnos a la idiosincrasia popular y una oportunidad para que la gente exprese su verdadero sentir”; uno que está alejado a un discurso de derechos humanos, no obstante que por tres décadas ha habido en este sentido esfuerzos institucionales.

“Estamos hablando de que el discurso de la convencionalidad internacional ya tiene desde 1975, muchos tratados de derechos humanos desde los años 60, y es momento en que estas actividades burocráticas por parte de nuestro gobierno no han penetrado en la opinión pública de las masas”.

Dijo entonces que habría que cuestionarse la función educativa tanto en el ámbito público como en el privado, “en la formación de las conciencias de los ciudadanos de finales del siglo 20 y principios del siglo 21”.

Acotó que la sociedad mexicana es violenta, que poco se detiene a reflexionar que las peores agresiones empiezan con las palabras, “en ese sentido hay que concientizar a la ciudadanía sobre el peso de las expresiones de odio”.

En el caso de Iris Aguirre Borrego se cruzan asimismo desde la perspectiva de los usuarios de las redes sociales, de una falta de diferenciación entre su función pública y su vida privada, el rechazo a la clase política del país, pero también y de manera importante, el que las mujeres que participan en política son constantemente cuestionadas y sujetas a agresiones que se focalizan en su condición de género vista desde los prejuicios construidos desde una cultura machista y misógina.

“Esta no es la excepción, y creo que son agresiones a las que no nos debemos acostumbrar, como todas las violencias, no son normales, no son naturales, son conductas aprendidas por una cultura patriarcal”, puntualizó.

Desde la lejanía y aun el anonimato que ofrecen las redes sociales, las agresiones de usuarios y usuarias contra Aguirre Borrego corrieron en el tono de: “ando leyendo a la #LadyTrump su profesión, abrir las piernas…”, “como cuando aspiras a un cargo público gracias a las nalgas…”, “te corren de México y allá vas ir (sic) a USA a mamarsela (sic) la puta que te parió. Pinche flaca sin nalgas” o “La diferencia entre una Puta y una Loca. Es que a la loca le pasan mil cositas por la cabeza y a la puta le pasan mil cabezas por la cosita”.

Las posturas que se han expuesto desde el feminismo y el Movimiento amplio de mujeres en contra de las expresiones de agresión contra Iris Borrego desde el sexismo, el machismo y la misoginia, deben señalarse por “quienes tenemos conciencia de género; tenemos que alzar la voz independientemente de que la postura no se exprese en los índices de popularidad que muchos esperan”, expuso Mara Muñoz.

“No son necesariamente cómodas”, son posturas incómodas que señalan visiones compartidas por una mayoría que justifica la apología de la discriminación y la violencia hacia las mujeres.

“Entonces sí creo que es complejo señalar este tipo de hechos porque las declaraciones de la diputada fueron sumamente antipopulares, sin embargo, no estamos hablando del contenido de sus declaraciones -sobre la comunidad migrante mexicana- sino de la forma en que la sociedad las ha señalado”, agregó.

Mara Muñoz Galván recordó al respecto, el tema del concierto del cantante Gerardo Ortiz a cuya realización en la feria de Fresnillo se opusieron algunas instituciones, incluido el Centro de Justicia para las Mujeres de PGJEZ.

“Y la pregunta sería, si los gobernantes demuestran tanto nivel de insensibilidad y de ignorancia al invitar a este tipo de cantantes a un espectáculo público, financiado con recursos públicos, un cantante que hace apología del delito, apología del feminicidio, ¿qué podemos esperar de la población de a pie?”.

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