Organizaciones campesinas de Chihuahua, Sinaloa, Coahuila y Zacatecas encontraron que para la zona norte del país la problemática en este sector deriva del incumplimiento gubernamental del acuerdo respecto al precio preferente para el diésel, la gasolina, la semilla y el fertilizante, la aplicación de subsidios a la comercialización y no a la producción, la falta de modernización del campo (cuya maquinaria no se ha renovado en el país por lo menos hace 30 años), y el acaparamiento de la producción por el “coyotaje”, que tiene detrás la connivencia de las autoridades, así como la importación de frijol y maíz, que afecta el precio que alcanzan las cosechas de los productores nacionales.
La manera en que se está gestionando el tema del campo mexicano viola la soberanía alimentaria. Por todo ello, dijo Manuel Alvarado, dirigente de El Barzón en Zacatecas, quien dio a conocer los resolutivos del Encuentro Regional Barzonista Zona Norte, celebrado este 25 de agosto en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la UAZ, “ya no podemos vivir bajo un régimen neoliberal”.
Así, ven una oportunidad en 2018, con la renovación de la Presidencia, para que su agenda pueda llevarse a cabo, para lo que, agregó, también es necesario que las organizaciones campesinas “ya nos quitemos la máscara de todos los beneficios de los programas y hablemos claro”, pues los programas gubernamentales sólo han servido para mediatizar la problemática del campo y controlar tanto a organizaciones como a productores, generando una pobreza que “ha sido un gran negocio para los políticos”, a modo de mantenerse y sostenerse en el poder.
Luego de ofrecer esta lectura, anunció la próxima celebración, ahora, de un encuentro regional de la zona sur, en Chiapas, donde se reunirán con organizaciones indígenas y revisarán el caso de las comunidades autónomas surgidas del movimiento zapatista.
