Beirut. Al menos 22 civiles, entre ellos diez niños, murieron en bombardeos en la provincia siria de Alepo (norte) pese a la tregua en vigor desde febrero entre el régimen y los rebeldes, informó este domingo una ONG.
La provincia de Alepo está fragmentada en zonas controladas por el ejército, los insurgentes, los yihadistas y los kurdos.
Desde hace una semana es escenario de una espiral de violencia con enfrentamientos entre casi todos los beligerantes de esta guerra que ha causado más de 270 mil muertos desde 2011. Miles de civiles han huido de los combates.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), al menos seis civiles murieron y otros ocho resultaron heridos anoche en un bombardeo de la aviación siria sobre un barrio rebelde del este de Alepo, la antigua capital económica de Siria dividida en dos desde 2012.
Los rebeldes replicaron con disparos de cohetes contra barrios bajo control del régimen en el oeste de la ciudad, causando 16 muertos, entre ellos diez niños y dos mujeres, además de una veintena de heridos, precisa el Observatorio en un nuevo balance de víctimas.
Según el director de esta ONG, Rami Abdel Rahman, «hay una escalada evidente y se trata del episodio más violento en Alepo y en su provincia» desde el acuerdo de cese de las hostilidades impuesto por Moscú y Washington. En su opinión «esta escalada amenaza directamente al alto al fuego».
«Alepo es la clave de la guerra y de la paz en Siria» porque todas las partes implicadas tienen intereses en la zona, estima Rahman.
Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) ganaron terreno este sábado en el norte de la provincia en detrimento del régimen y de los rebeldes, informó el OSDH.
Los grupos yihadistas como el EI o el Frente al Nosra (brazo sirio de Al Qaeda) están excluidos de la tregua que redujo la intensidad de los combates entre las fuerzas gubernamentales y la oposición armada no yihadista.
