Ciudad Juárez, Chihuahua. Como último acto público en México antes de partir de vuelta a Italia, el papa Francisco oficia una misa ante unas 200 mil personas al aire libre en el área de la feria de Ciudad Juárez, junto al Río Bravo, que se retransmite en varias pantallas gigantes al otro lado de la frontera en el Sun Bowl Stadium, en el Paso, Texas.
Previo a su arribo, los miles de asistentes lo esperaban bajo el sol que comenzaba a hacer estragos justo en la línea fronteriza. Otros miles más siguen la celebración religiosa desde el otro lado del muro que separa México de Estados Unidos. Lado que es observado por agentes del FBI y otras agencias desde el techo de una primaria, con mejor vista que la que tienen gran parte de los asistentes en el estadio.
Desde primera hora de la mañana, miles de personas con banderines y camisetas con la leyenda «yo amo al papa» empezaron a llegar a la explanada junto al fronterizo río Bravo, donde Francisco oficiará por la misa.
La migración es un tema importante para Francisco. En el pasado ha pedido que los países den la bienvenida a los que huyen de la pobreza y la opresión y ha criticado lo que describe como la «globalización de la indiferencia» hacia los migrantes.
Por la mañana visitó la prisión número 3 de la ciudad fronteriza, donde habló con internos y visitó a sus familiares, en un momento en que la inmigración es un tema clave en la campaña presidencial estadunidense.
El pontífice también realizó una reunión con trabajadores mexicanos, grupos de base y empleadores, un encuentro en el que es probable que reitere su mantra sobre la necesidad de trabajo digno para todos y de «tierra, techo y trabajo».
El pontífice fue recibido en el aeropuerto en la mañana por cientos de personas que agitaban pañuelos blancos y cantaban Cielito lindo.
Los últimos actos de Francisco cierran una atareada visita de cinco días que se centró en las injusticias que afrontan los más pobres, oprimidos y vulnerables en México ante la violencia instigada por las drogas. El pontífice intentó ofrecer consuelo al tiempo que reclamó a los líderes políticos y religiosos que no han cumplido con su pueblo.
