En los aciagos días finales de la segunda guerra mundial, uno de los más sorprendentes fenómenos que el mundo atestiguo en Alemania, fue el que por obra y gracia de Joseph Göebbels, con el Tercer Reich en llamas y la “Wehrmacht” retrocediendo en todos los frentes, logró que a pesar de estar Berlín sitiado y en llamas por el cerco de los ejércitos aliados, amplios sectores del pueblo alemán todavía pensaran que la victoria contra el mundo era posible, gracias a sus amplios dotes propagandísticos.
Esta es la apuesta del régimen feneciente del PRI, propaganda en vez de respuesta ante la demanda ciudadana, ejecuciones, balaceras, delito de todo tipo se suceden continuamente, y solo recibimos publicidad de los supuestos logros gubernamentales, calificando incluso a este sexenio como “El sexenio de la seguridad” nada más mentiroso e irreal, el régimen priista aplica el “Principio de orquestación” Nazi de Joseph Göebbels, Ministro de propaganda de Hitler, que establece: “Una mentira que se repite mil veces se convierte en verdad”
Las cifras y datos desmienten, pero eso no importa al Gobierno, sólo en lo que toca a secuestros las estadísticas revelan que este tipo de delitos aumentó 341% comparativamente al sexenio anterior, desde que inicia la administración Priista de Peña Nieto, Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Zacatecas, donde se vive el dichoso ”sexenio de la seguridad” Los delitos de extorsión, homicidio, secuestro y violación se incrementaron en el periodo enero a septiembre de este año, con respecto al mismo lapso de 2014, de acuerdo a datos de la organización ciudadana Semáforo Delictivo.
Y todo esto, sin contar con la ola de inseguridad que azota el estado, aun reverberan los ecos del atentado del Botanero en Guadalupe, las interminables ejecuciones en Fresnillo, donde también un candidato a Diputado fue baleado, además del secuestro de un aspirante a Presidente Municipal, que aun continua en calidad de desaparecido en el Mineral, entre otras cosas. Por eso decimos que es mentira, No hay seguridad alguna en el estado, a pesar de los anuncios goebbelianos pagados por el gobierno del estado en los medios, este es el sexenio de la inseguridad.
Lo que si podemos afirmar, es que este es el: “Sexenio de pobreza”, puede sorprendernos que la pobreza se haya incrementado en 2 millones y medio, y que se haya reducido la pobreza extrema solo en 100 mil personas a pesar del increíble gasto que anuncia el régimen, desde “Solidaridad” hasta “Prospera” es un absurdo, se han gastado miles de millones de pesos, sin resultados significativos, de todos conocido que estos recursos son utilizados con criterios electoreros, no atacan la raíz del problema.
Este también es: “El sexenio de la desigualdad”.
Tan grande que cerca del 10 por ciento de los mexicanos con mayores ingresos concentra el 60 por ciento de todos los ingresos del país “eso implica que el otro 90 por ciento apenas se queda con el 40 por ciento del ingreso nacional, otro dato, la riqueza acumulada de Carlos Slim, Alberto Bailleres, Germán Larrea y Ricardo Salinas equivale a 9 por ciento de todo lo que produce el país en un año, un interesante dato que pone en relieve esto: con el rendimiento real de la riqueza de los cuatro multimillonarios podrían dar trabajo a 3 millones de mexicanos con un salario mínimo, y al final de todo, seguirían siendo igual de ricos como al principio, esta concentración de la riqueza nacional es icónica a nivel internacional, y nos posiciona como uno de los países más desiguales del mundo.
Este también es: “El sexenio contra los trabajadores”, a dos años de promulgada la reforma laboral, Las jornadas laborales de la clase trabajadora se extienden pero sus ingresos se achican, no sólo como consecuencia de la pérdida de su poder de compra. Así lo develan los integrantes del CAM de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a partir del análisis de los resultados de la Encuesta nacional de ocupación y empleo, a cargo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Del comparativo de las cifras del cuarto trimestre de 2012 –cuando la reforma en cuestión aún no operaba– con las del tercer trimestre de 2014, los investigadores universitarios revelan que aunque la población ocupada creció en 625 mil 849 personas (de 49 millones 76 mil 626 a 49 millones 702 mil 475), el sector que trabaja menos de 35 horas a la semana disminuyó en 799 mil 960 personas (de 12 millones 378 mil 265 a 11 millones 578 mil 305), mientras que el que desempeña una jornada de más de 35 horas creció en 983 mil 371 personas (de 35 millones 500 mil 740 a 36 millones 484 mil 111).
Bajo el mismo ejercicio, los integrantes del CAM dan cuenta que en el lapso mencionado, la población que percibe entre cero y tres salarios mínimos se incrementó en 817 mil 705 personas (de 32 millones 568 mil 306 a 33 millones 386 mil 11), en tanto que la que tiene ingresos superiores a tres salarios mínimos se redujo en 773 mil 470 personas (de 11 millones 332 mil 880 a 10 millones 559 mil 410), es decir, la gente trabaja más, y gana menos, y se ilegalizan los esfuerzos en dignificar el trabajo, no es el sexenio del empleo por supuesto.
Y más podemos decir cuando el sentido común del gobierno se trastoca, Cuando los estudiantes y maestros se convierten en el enemigo a vencer; Cuando el objetivo del régimen es convertir a la sociedad en analfabetas funcionales, no en ciudadanos pensantes; Cuando los festivales culturales, con sus presupuestos gubernamentales se convierten en foros musicales para hacer apología del delito, del narcotráfico y sus antihéroes a través de grupos musicales. Entonces, ¿Cómo podemos calificar al régimen? ¿Al sexenio? ¿Al partido en el poder? Lo ponemos a su consideración amigo lector.
