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viernes, 19 abril, 2024
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Zacatecas está desprotegido ante el ébola

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Por: RAFAEL DE SANTIAGO • Araceli Rodarte • Admin •

Si se presentara un caso de ébola en el estado, los trabajadores de la salud no podrían dar la atención adecuada de aislamiento ni de tratamiento médico, debido a la falta de información y protocolos acerca de la enfermedad.

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Además, no existen medicamentos, capacitación e infraestructura para atender a un paciente con las características de este virus, señalaron médicos de la entidad que prefirieron omitir su nombre por temor a represalias.

Al no contar con el material necesario para protegerse ni con la capacitación e información requerida, comentaron, sería inevitable el contagio entre camilleros, doctores y enfermeros.

Tampoco se han hecho campañas de información, agregaron, en medios de comunicación por parte de la Secretaría de Salud para que la sociedad tome conciencia del riesgo que implica contagiarse de ébola ni se han tomado las medidas de contención epidémicas.

Recordaron que en alertas epidemiológicas como la de la influenza AH1N1, en el Hospital General “Luz González Cosío” se acondicionó el área de terapia intensiva para atender a los pacientes con este tipo de gripe, lo que implicaba mayores riesgos de contagio.

Además, se puso a trabajar ahí a médicos generales que laboran bajo contrato, los cuales no tenían la capacitación para atender estos casos. Tampoco contaban con seguridad social, por lo que las autoridades de salud se deslindaban de su atención médica en caso de que se contagiaran.

Los médicos coincidieron en que su temor es que ocurra nuevamente una situación en la que una enfermedad viral tome desprevenidas a las instituciones de salud y que no se tomen medidas preventivas ni se difunda la información entre la población para prevenir, en esta ocasión, casos de ébola.

Sostuvieron que al presentarse casos de este virus en Estados Unidos, y considerando que en aquel país viven más de un millón de migrantes zacatecanos, de los cuales algunos regresan a su tierra ya sea deportados o a visitar a sus familiares, no se puede descartar que algún migrante pueda ingresar a territorio zacatecano portando la enfermedad.

En este sentido, Armando Zavala Rayas, jefe del departamento de medicina interna del Hospital General Zacatecas, reconoció que es un problema la deportación de migrantes zacatecanos, pues en estas hay más posibilidades de portar algún tipo de virus sin ser detectado por ninguna autoridad sanitaria.

Los trabajadores de salud aseveraron que según la norma, si un médico no cuenta con los insumos necesarios para atender a un paciente, puede negarse a dar el servicio, pues pone en riesgo la vida del enfermo y la de él también.

El temor de los doctores es que una situación de emergencia los tome desprevenidos ■ fotos: miguel ángel núñez

El contacto directo, única forma de contagio

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han proporcionado algunos consejos sobre cómo protegerse del ébola.

Los síntomas del virus incluyen fiebre, dolores de cabeza, de las articulaciones y musculares, debilidad, diarrea, vómitos, dolor estomacal, falta de apetito y, en algunos casos, sangrado.

El virus se transmite por contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada o tras la exposición a objetos como jeringas que están contaminadas con secreciones infectadas.

El ébola puede propagarse a través de moco, semen, saliva, sudor, vómito, heces y sangre; y es improbable que se transmita entre pasajeros en un espacio cerrado como un avión o un tren, puesto que requiere del contacto directo con las secreciones corporales.

Los médicos deben seguir las precauciones requeridas para el control de infecciones; deben usar máscaras, guantes y batas de mangas largas cuando traten a los pacientes.

Los CDC también recomiendan un rutinario lavado de manos antes y después de tener contacto con un paciente con fiebre, así como extremar cuidados en el uso y desecho de agujas y jeringas. El período de incubación del ébola, es decir, el lapso entre la infección y la aparición de los síntomas es de 21 días.

 

De África Occidental se expande a Estados Unidos y Europa

Esta enfermedad se reportó desde el día 6 de diciembre de 2013, en Meliandou, un pueblo de la prefectura de Guéckédou, al sur de Guinea, donde un niño de 2 años llamado Émile murió a causa de una fiebre hemorrágica.

Poco después falleció su madre, su hermana y su abuela, y es en el funeral de esta última donde una de las presentes y un trabajador sanitario se contagiaron, llevando consigo la enfermedad a otros pueblos, informó el diario inglés The Guardian.

Meses después, el Gobierno de Guinea confirmó que la misteriosa enfermedad que ya se había cobrado la vida de 59 personas era ébola. Asimismo advirtió sobre su posible propagación a la vecina Sierra Leona, lo que fue confirmado posteriormente por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, también se reportaron dos casos más del virus en Liberia, en dos personas que previamente habían viajado a Guinea.

La expansión del virus se ciñó durante los primeros meses a los países de África Occidental donde, a la fecha, se contabilizan ya más de 4 mil 500 muertes por esta enfermedad y un total de 9 mil casos registrados, lo que supone una tasa de mortalidad del 70 por ciento aproximadamente.

Sin embargo, pronto comenzó el contagio de personas de otras nacionalidades como misioneros, médicos y voluntarios, quienes fueron trasladados para el tratamiento a sus países de origen.

El primer caso fue el del doctor Kent Brantly, enfermo de ébola contagiado en África occidental, quien llegó a Estados Unidos para recibir atención sanitaria y, después de ser tratado con fármacos experimentales, se recuperó totalmente.

Más tarde, se confirmó que el misionero español Miguel Pajares contrajo el virus mientras trabajaba en Liberia. El religioso fue repatriado a España y pero finalmente falleció.

Cuando la cifra de muertos por este virus alcanzaba casi los mil, la OMS, el 8 de agosto, declaró el brote de ébola como una “emergencia de salud pública internacional”. El día 12 de ese mismo mes, el máximo organismo sanitario internacional aprobó el uso de medicamentos experimentales para el tratamiento del ébola.

A finales de agosto, la República Democrática del Congo, informó de un nuevo brote de ébola, que se trataba de una cepa del virus diferente a la registrada en otros países africanos. Pocos días después de ese anuncio, el 29 de agosto, Senegal se convirtió en el quinto país en ser golpeado por esta enfermedad.

Para principios de septiembre se reportaba que la epidemia estaba creciendo a un ritmo vertiginoso y la OMS informó que el ébola ya se había cobrado la vida de 2 mil 100 personas y había infectado a más de 4 mil.

El 16 de septiembre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció que su país enviaría a África occidental 3 mil soldados para construir centros de tratamiento de la enfermedad y establecer un centro de coordinación militar. Mientras tanto, el gobierno cubano tomó la decisión de enviar, en una primera reacción de apoyo, 165 médicos y enfermeras a Sierra Leona.

En menos de un mes, la Organización Mundial de la Salud registró la muerte de otras mil personas ascendiendo la cifra de fallecidos por ébola a 3 mil 91 y a 6 mil 574 los casos confirmados. Mientras Liberia, Guinea y Sierra Leona continuaban siendo los países más afectados, en Nigeria y Senegal no se habían registrados nuevos casos.

Entre los pacientes con ébola que fueron llevados a sus países de origen para ser tratados, tras haberse contagiado en alguna nación de África Occidental, estuvo en septiembre otro misionero español, Manuel García Viejo, quien falleció cinco días después de arribar a un hospital de la capital española, Madrid.

Las alarmas fuera del continente africano se dispararon tras el primer contagio en territorio europeo, ya que se trató de la enfermera Teresa Romero, quien contrajo el virus después de haber dado atención a uno de los religiosos fallecidos. Este caso generó los primeros cuestionamientos sobre los protocolos de actuación frente al mortal virus en los nosocomios.

También en Estados Unidos, tras dar tratamiento al fallecido por ébola Thomas Eric Duncan en un hospital de Dallas, Texas, resultaron contagiadas dos enfermeras estadunidenses que actualmente se encuentran hospitalizadas, Nina Pham y Amber Vinson.

Aparte de Estados Unidos y España, también en Francia y Alemania se ha dado tratamiento a pacientes contagiados con el mortal virus.

 

En México, 4 mil trajes especiales y seis hospitales

Tan sólo el pasado día 17 de este mes, la Secretaría de Salud emitió un boletín informando lo siguiente: “Se tuvo conocimiento sobre un crucero con ruta hacia el Caribe, procedente de Galveston, Texas, con una pasajera, trabajadora del Hospital Presbiteriano en Dallas, Texas, unidad de salud donde fue tratado el paciente Eric Duncan, quien falleció por enfermedad por virus del Ébola el pasado 8 de octubre. La pasajera no presentaba sintomatología alguna.

Ante las alertas emitidas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, con respecto a las medidas en caso de haber estado en contacto con pacientes con enfermedad por virus del Ébola, la empresa naviera decidió no atracar en costas Mexicanas y dirigirse al puerto de origen en Galveston, Texas. El Gobierno de la República ha tomado acciones para estar preparado ante cualquier caso sospechoso que ingrese al territorio nacional”.

Pablo Kuri, subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, también informó que se ha preparado a un equipo de 10 especialistas médicos para, en su caso, realizar el traslado de un paciente con el virus desde cualquier lugar del país a la Ciudad de México.

Además, la Secretaría de Salud tiene una cápsula de traslado y ha reservado una planta en el Instituto Nacional de Rehabilitación donde puede aislar hasta 24 pacientes. Aunado a esto, se han enseñado protocolos de manejo para pacientes con ébola a 96 trabajadores sanitarios de hospitales en Tijuana, Monterrey, Guadalajara, León, Cancún y Distrito Federal.

Las medidas incluyen seis hospitales cercanos a aeropuertos, un centro para tratar a los pacientes que desarrollen la enfermedad y 4 mil equipos impermeables para los sanitarios que los atiendan, según ha informado la Secretaría de Salud.

 

En Zacatecas se reparte cuadernillo explicativo; falta equipo

A nivel local, Armando Zavala Rayas, jefe del departamento de medicina interna del Hospital General Zacatecas, apuntó que se han recibido documentos oficiales por parte de la Secretaría de Salud, que es un cuadernillo donde se explica que cuidados se deben de tomar en este tipo de contingencias y ha sido repartido a los jefes de departamento.

El especialista comentó que el cuadernillo cuenta con la capacitación básica para el personal médico y de enfermería a fin de tomar las precauciones pertinentes y poder dar un diagnóstico; además de que ya se dio información general al personal de salud, aunque se requiere aún equipo especializado.

En contraste con los médicos que expusieron su preocupación ante la falta de capacidad y protocolos, Zavala apuntó que en el hospital, si se presentara un caso, se cuenta con la infraestructura para manejarlo, pues se habilitaría la zona de aislados que se abrió para personas con influenza.

“Zacatecas está preparado para este tipo de contingencias, pero la magnitud de lo que pudiera venir rebasaría cualquier sistema de salud”, dijo.

“El manual habla de lentes especiales para atender los casos, material desechable y otros insumos, los cuales aún falta. Y ahora se trataría como un caso de cualquier enfermedad infecto contagiosa, es altamente contagiosa”, agregó el médico.

Mencionó que cualquier profesional de la salud que cuenta con la capacitación previa para atender a un paciente con estas características, sin problemas puede atender un caso de ébola. Aunque reconoce que hay miedo entre el personal por la falta de conocimiento de la enfermedad.

Por su parte, Lucia del Refugio Reyes Veyna, jefa del departamento de epidemiología de los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ), señaló que se han tomado en cuenta las recomendaciones de la OMS para aplicarlas en la entidad.

Hay una comunicación permanente con aeropuertos y zonas portuarias, expuso, para detectar cualquier caso y hay 8 hospitales especializados en donde pueden ser canalizados los pacientes.

Aseveró que se han dado capacitaciones y se han enviado los avisos epidemiológicos al Comité Estatal de Vigilancia Epidemiológica, y a los epidemiólogos de las 7 jurisdicciones sanitarias para que puedan detectar estos síntomas.

La funcionaria comentó que los equipos de seguridad están resguardados y, de presentarse un caso sospechoso, podrán usarse. Mientras tanto, los médicos en el estado deben seguir utilizando las medidas de prevención universales como la utilización de guantes, cubre bocas y mantener higiene constante.

En caso de que se presentara un caso de ébola en la entidad, el paciente deberá ser canalizado a un hospital especializado y se realizarán los exámenes médicos en el Instituto de Diagnostico y Referencia Epidemiológicos (INDRE).

La especialista apuntó que no hay vacuna ni un medicamento para tratar la enfermedad, por lo que quienes sean diagnosticados con este virus deben estar aislados y se les atiende sólo con medidas generales.

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