Tratando de conciliar las diversas expresiones del rock en nuestro estado, el Colectivo Zacatecano de Rock, en conjunción con los asistentes o representantes de las bandas a la reunión, conformaron una propuesta basada en el desempeño de las agrupaciones que acuden a las juntas, al cooperativismo y a la difusión del arte del rock en toda su amplitud, ahora con la adhesión de dos grupos de origen aguascalentense, Excalibur, banda soporte de la legendaria Toncho Pilatos Grupo, y DMH, los coequiperos de Olympo Pérez Hernández.
Los representantes de las agrupaciones que constituyen parte del circuito estatal se dieron cita a la reunión convocada para tal efecto; Pepe Medina, destacado guitarro, representando a las bandas Carrot Cake y Mil900; Rubén O. Méndez, vocal de la death metalera Pacal; todos los integrantes de Urbanicidio, banda de rock urbano protestoso, con tendencias rupestres que manejan temáticas de denuncia y diversión bajo un esquema clásico rocanrolero que refleja una gran presencia escénica; Chuy Rentería, bajista entusiasta siempre atento a los acontecimientos, dando el toque heavy metalero por medio de Nartex, y Lalo “El Sapo”, proporcionando las líneas hardroqueras de extracción setentera a la agrupación fresnillense Cenizas de Alma.
Es lamentable que algunas bandas que se interesaban en tocar en el escenario del Chopo no hayan podido asistir en esta ocasión por las problemáticas de tiempo y espacio. A partir de este momento, los seguimos invitando para que acudan a las reuniones del Colectivo de Rock y propongan alternativas para conformar la próxima muestra de rock local en la Ciudad de México.
Una vez solucionado el asunto del traslado, las bandas fueron citadas frente a la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) para salir el pasado viernes 28 de febrero a las 23 horas. Con puntualidad, se presentaron, en primer término, las agrupaciones de la ciudad de Aguascalientes y Fresnillo, a fin de partir a la hora señalada, sin contratiempo alguno.
Largo es el trecho por recorrer para arribar al lugar consagrado a la difusión de la cultura del rock, al Tianguis Cultural del Chopo, el cual cedió el espacio para presentar esta sexta Muestra de Rock Zacatecano, en coordinación con las bandas hermanas de Aguascalientes que se trasladaron hasta Zacatecas para realizar el viaje. “Y llégale al café del Oxxo, las tortas de tamal, al champurrado o al Tonayán, y córrele al baño porque a las 11 comienza el despiporre”.
Cenizas de Alma fue la encargada de abrir la muestra en un escenario que prometía mucho pero que en sus inicios tuvo algunas fallas en el sonido. Lalo, el guitarrista y vocal, no se amilanó a pesar de los “gallos”, consecuencia de los dos cigarrillos y los tres tragos de aguardiente que se bebió, dando rienda suelta a las piezas de carácter setentero, inclinadas hacia el hard rock que tomaba, a veces, a la sicodelia como premisa, y unas líricas muy dolorosas que reflejan un gran sufrimiento por los avatares de la vida que se presenta; el bataco, preciso y ponchador, ante un bajista que no cejaba en el ritmo, para conseguir un acoplamiento armónico con él.
Rápidamente, se instalaron los chavos de Nartex, una banda heavy metalera por excelencia. Las vocalizaciones de Valeria, muy apropiadas para ir envolviendo poco a poco a los escuchas que, atentos, dejaban penetrar en sus oídos los riffs de Tony “Magic Fingers”, el requintista, mientras Gerardo Ayala se discutía en la batería y Jesús Rentería le daba inmisericorde al bajo para llevar afanosamente el incansable ritmo. Desterrado, la rola que más prendió.
A la voz de ¡ojalá le entren a rocanrolear cabrones!, aparecieron unos chavitos que causaron sensación en tierras de la tranza y la extorsión, atacando con unos rocanrolitos plenos de algarabía y denuncia; el tratamiento que dan a sus composiciones los deja en un lugar privilegiado en la escena nacional, pues, de buenas a primeras, llegaron unos personajes para hacerles unas entrevistas en un programa de radio. Qué buena onda que le haya gustado a la banda esta agrupación que, sin falsas pretensiones, se para en cualquier escenario para divulgar, ante todo, una propuesta honesta, llena de sueños y esperanzas que, de un momento a otro, se harán realidad. Jorge “El Varela”, en la guitarra de armonía y voces; Orlando “El Piña”, en la guitarra líder; Iván “El Army”, es quien le da poder al bajo, y “El Kike” Hernández le da con todo a los tambores.
