En los primeros años de la década de los 70 la izquierda zacatecana, en su pluralidad naciente, hace un ‘frente’, convergencia para mover la estructura social y política del estado.
En un inicio, allá por el siglo 18, se origina la metáfora geométrica para dar cuenta de las ideas y posturas políticas, en izquierdas y derechas; en este contexto, las llamadas izquierdas son liberales, frente a las monarquías conservadoras de la santa alianza. Pasado el siglo 19, esos liberalismos se corrieron a la derecha y el lugar de las izquierdas es ocupado por los socialistas; y posteriormente, por las luchas sindicales mundiales, se posicionó el marxismo en la hegemonía ideológica de los diversos socialismos.
En México, después del movimiento social de los años 60, el entusiasmo juvenil fue atrapado por el imaginario de la revolución social. Y después de la conocida represión del Estado, se diseminaron por todo el país, núcleos activistas que querían hacer realidad la Historia.
En los años 70 Zacatecas se contagió de ese entusiasmo, y la anquilosada estructura política del estado se vio estrujada por la intensa actividad de esos jóvenes, que para el momento ya se distribuían en los diferentes lugares del mapa marxista. Y anclados en la universidad, se enlazan con los grupos agrarios de solicitantes de tierra que habían sido ignorados desde los 50 por el Estado. Asimismo, grupos de solicitantes de vivienda, y de servicios básicos.
También fue rectora de su acción la idea de masificar la educación superior, ésta que se había concentrado como privilegio de una muy pequeña capa social, ahora se abría la oportunidad a los hijos de empobrecidos campesinos zacatecanos, así es como se abrieron casas y comedores gratuitos para estudiantes.
Pero después de los 80 dos terremotos cimbraron a esta generación de activistas sociales: la crisis del marxismo (con la llamada muerte de las ideologías) y la apertura a la izquierda en los procesos electorales. Lo primero provocó la desideologización de este movimiento social, con lo cual, sus dirigentes se mudaron a un cada vez mayor pragmatismo político; y el segundo los introdujo a la lucha por el poder, con lo que fueron olvidando sus antiguas convicciones.
Resultado: políticos pragmáticos que solo luchan por el poder. Con ello, vimos configurarse una izquierda electoral separada del tejido social y habilidosa para colocarse en puestos de elección popular. Ahora, en estos últimos años, se exige una seria reflexión de los actores sociales de los años 70 para evaluar su acción a lo largo de cuatro décadas, y aportar no sólo críticas, sino visiones de la renovación de la acción de las izquierdas que pueda impulsar otro Frente: ahora contra el neoliberalismo y desde posturas ideológicas más moderadas pero sin renunciar a la misma base aspiracional: la igualdad social.
En suma, aquél Frente Popular de los años setenta, puede resurgir ahora dando unidad a las izquierdas en la defensa de la sociedad víctima de la derecha neoliberal en el poder. En un Frente Popular de Izquierdas Zacatecano, contra el Neoliberalismo y por la Equidad Social.
