La Democracia Representativa, como la que “según” tenemos en nuestro país, es en la que el pueblo, como titular del poder político, designa representantes para que ejerzan la soberanía en su nombre; sin embargo, estos representantes, a los que llamamos políticos o servidores públicos, se han enseñoreado de la soberanía, sobre la que actúan como si fueran sus propietarios con derecho exclusivo.
Esta es la grave dificultad de nuestro Sistema Democrático que tenemos en México, en razón de que éstos en realidad no nos representan y en esa virtud, el poder no está en manos del pueblo, como tampoco es Representativa, porque los grupos de presión, sobre todo los económicos y el ansia de poder de éstos, siempre se anteponen a los intereses de los gobernados.
Resulta irritante observar que la mayoría de las disfunciones democráticas en nuestro país cuentan con el amparo del vacío legal y por lo tanto no acarrean responsabilidades judiciales y, muchas de las veces, tampoco electorales; estos personajes cuentan con el beneplácito de la ley, así como con los privilegios autoadjudicados con leyes que ellos mismos redactan y aprueban, convirtiéndose con ello en los únicos que deciden sobre sus sueldos, horarios, pensiones, obligaciones para con la justicia y generosos siempre consigo mismos: nos estamos refiriendo a los ex diputados que conformaron nuestra 60 Legislatura; como también fue legal para ellos la mala administración de recursos que se les confiaron, en términos de discrecionalidad y el lujo con que se dice vaciaron las arcas públicas.
La política es un quehacer ordenado al bien común y no como nuestros políticos la entienden o interpretan: “Para ellos la política es el juego que hace la clase política; los partidos políticos; los candidatos a elección popular y los funcionarios públicos en beneficio propio”; es por ello que la política y los políticos en nuestro país han tocado fondo, razón por la cual en la actualidad vivimos una crisis política y de políticos.
En realidad no entendemos; si en México vivimos en una sociedad plural, por ello, los partidos políticos deberían ser la mejor forma de representarnos, más sin embargo, no vemos ni nos sentimos representados por ellos; de otra forma miles de ciudadanos no salieran a las calles a rechazar o a pedir cambios a las políticas públicas o a las reformas estructurales que recién se están aprobando o pendientes de aprobar.
Por todo lo expuesto hemos llegado a la conclusión de que no solamente los hombres y las mujeres en el poder son corruptos; esto lo estamos viviendo en nuestro estado a raíz de la designación descarada de los seis nuevos consejeros Electorales del IEEZ, todos ellos con demostrada militancia partidista, sin contar con que todos los partidos políticos en nuestra entidad, ya cuentan con sus representantes en este Organismo Electoral Autónomo; por lo tanto, éstos debieron haber sido electos de entre ciudadanos ajenos a alguna afiliación partidista, independientemente de que la Ley Orgánica del IEEZ no establezca la prohibición de que los consejeros electorales pertenezcan a un partido político; pero todo esto se debe a que el esquema del poder en nuestro país es desigual, injusto y corrupto; por lo tanto, en la política sigue sin mirarse lo inmoral y lo corrupto, sino la estructura desigual en nuestro país, y la regla del juego que impone dicho sistema es: “No tocar para nada esa estructura para quien aspira a ser elegible”; por lo tanto, quien aspire a lo anterior, tiene que respetar esta corrupta regla.
Por eso la igualdad política en nuestro país continúa siendo una falacia; vivimos una crisis de representación; los partidos políticos no nos representan, se representan a ellos mismos y a sus propios intereses económicos y políticos; es por ello que no hay manera de que el pueblo, en quien reside realmente la Soberanía, controle a quienes elegimos como nuestros representantes populares, por carecer de la figura legal como es la “Revocación de Mandato”, permitida a través del artículo 39 Constitucional, a través de una Ley de Revocación de Mandato, para revocarle éste al representante popular que nos haya defraudado.
En el caso específico de los seis consejeros electorales del IEEZ recién nombrados, hemos tratado de localizar, sin haber podido lograr, sus currículos vitae, con la finalidad de comprobar si reúnen cuando menos tres de los requisitos que establece ese Organismo Electoral Autónomo, como son los siguientes: a).- “Poseer al día de la designación, con antigüedad mínima de cinco años, título profesional de nivel licenciatura y contar con los conocimientos y experiencia que les permitan el desempeño de sus funciones”; b).- “No desempeñar ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal en ningún partido político en los últimos cuatro años anteriores a la designación”; y c).- No ser ni haber sido miembro del Servicio Profesional Electoral durante el último proceso electoral federal ordinario”
Considero que resultaría interesante y de salud pública para el estado, conocer la currícula de cada uno de estos consejeros con respecto a su preparación académica y en ese contexto, saber si se encuentran violentando o no tales requisitos. ■
