Washington. La popular banda mexicana Los Tigres del Norte llegó este lunes a Washington, donde este martes será cabeza de cartel en un multitudinario concierto seguido de una manifestación para reclamar al Congreso de Estados Unidos que trate y apruebe de una vez una propuesta de reforma migratoria.
«Vamos a levantar la voz juntos», prometió el líder de la banda norteña, Jorge Hernández, en rueda de prensa en la capital estadunidense previa al concierto del martes, «Camino Americano», donde otro de los grandes reclamos es la artista también mexicana Lila Downs.
Organizaciones de todo el país han llamado este martes a participar de forma masiva en el Mall, el parque que une el centro político de Washington, en el concierto que predecerá a la Marcha por la Dignidad y el Respeto de los Inmigrantes.
Esta manifestación, que llevará a decenas de miles de manifestantes -según las previsiones de los activistas- hasta el Capitolio, tiene prevista entre otros acciones de desobediencia civil, se confirmó hoy.
Jorge Hernández recordó este lunes que buena parte de la discografía de Los Tigres del Norte tiene como trasfondo la inmigración y los problemas que enfrentan indocumentados y migrantes legales en medio de un choque de culturas a menudo acompañado de una indefinición legal que dificulta un cambio de vida ya de por sí complicado. Algo en lo que, recordó, la banda mexicana tiene una experiencia personal puesto que ellos mismos fueron inmigrantes ilegales en Estados Unidos.
«Estamos aquí para apoyar y dar todo de nosotros mañana para que no paremos de luchar, que sigamos luchando por un futuro bueno para toda la gente que está ilegal en este país», dijo entretanto Eduardo Hernández, mientras que el benjamín de la banda, Luis Hernández, destacó la importancia de actividades como la de este martes.
«Este tipo de manifestaciones pacíficas pueden llamar mucho la atención y queríamos ser parte de esto, como lo hemos sido con nuestras canciones por mucho tiempo», explicó y llamó a que octubre sea «el mes de los hispanos».
Congresistas como la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el legislador también demócrata Luis Gutiérrez y el senador del mismo partido Bob Menéndez, pero también el congresista republicano Mario Díaz-Balart, ya han confirmado su asistencia al concierto.
Gustavo Torres, director de Casa en Acción, una de las organizaciones tras la protesta y el conciderto, dijo hoy que con la actividad en pleno corazón político de Washington se trata de «enviar un mensaje muy claro al Congreso, en particular al jefe de la Cámara Baja (el republicano John) Boehner, para que de una vez por todas presente la reforma migratoria».
Asimismo defendió la celebración del acto pese a la actual crisis del Capitolio que ha llevado al cierre administrativo del gobierno porque, sostuvo, «octubre es el mes clave de la reforma migratoria».
Octubre «es el momento histórico que nosotros tenemos, así se haya cerrado o no el gobierno, porque a final de mes se va a decidir si la reforma migratoria se resuelve a final de año», explicó.
El concierto y manifestación en Washington, que llenará de activismo el centro de la capital estadunidense por varias horas, supone otro punto culminante de la acciones por la reforma migratoria después de las decenas de manifestaciones que el pasado sábado se realizaron en todo el país.
Tras su victoria en noviembre de 2012, donde el presidente Barack Obama logró un segundo mandato en buena parte gracias al masivo apoyo del voto latino, el demócrata volvió a hacer de la reforma migratoria su prioridad legislativa, con el objetivo de lograr una ley para ello este mismo año.
Pero aunque a finales de junio el Senado aprobó un proyecto de ley migratoria que prevé una vía a la ciudadanía para los 11.7 millones de indocumentados a cambio de fuertes medidas de seguridad en la frontera, entre otros, el proyecto sufrió un parón a su llegada a la Cámara de Representantes, dominada por la oposición.
Boehner se ha negado hasta ahora a llevar el texto del Senado a su votación en el pleno de su hemiciclo y sólo ha promovido la discusión de iniciativas parciales.
Tras semanas de paralización, un grupo de congresistas demócratas presentó la semana pasada su propia propuesta de reforma migratoria con el objetivo declarado de reimpulsar los hasta ahora vanos esfuerzos en este sentido en la Cámara Baja.
Con todo, observadores y medios estadunidenses no ven muy plausible el éxito de la reforma migratoria este año, en vista de que, entre la actual crisis del cierre del gobierno y la inminente adicional del techo de la deuda, esta batalla ha quedado relegada de las prioridades tanto del Capitolio como de la propia Casa Blanca.
