■ Afirma que Gobierno del Estado buscará atender este rubro con una política transversal
■ Se buscará identificar “factores de riesgo en puntos donde existe mayor vulnerabilidad social”
El suicidio infantil es un tema de salud pública que “hace años no era un problema”, pero “ha ido escalando” e implica elementos psicosociales, y que el Gobierno del Estado buscará atender a través de una política transversal donde se involucren todas las dependencias, además de acudir al apoyo de las entidades de la Organización de las Naciones Unidas con “la que ya estamos trabajando”, dijo Armando García Neri, subsecretario de Prevención del delito de la Secretaría General de Gobierno.
De esta manera se buscará identificar “factores de riesgo en puntos donde existe mayor vulnerabilidad social”.
Un medio es auxiliarse como ya se hace para el tema de las conducta criminales, a las que se enfoca la Subsecretaría de Prevención Social del Delito respecto de la población de entre 12 a 17 años, con la Seduzac, pues comportamientos como el acoso escolar, la deserción y el consumo de sustancias tóxicas, constituyen focos rojos o de atención, en el primer caso, tanto sobre el agresor como la víctima, que hablan de conductas negativas o antisociales que hay que atender.
Armando García Neri dijo que las escuelas son como ciudades, entornos que permiten identificar conjuntamente con los maestros cuál es el niño que necesita ser atendido de inmediato.
“Nosotros estamos trayendo metodologías que han funcionado en diversos países”, una de ellas es la terapia cognitivo-conductual que implica entre 12 a 20 sesiones para el individuo y su familia y tiene como objeto cambiar conductas nocivas, expuso.
El procedimiento implica realizar una historia crimino-genética que exhibe tendencias de comportamiento criminal, pero que sostuvo, puede “aplicarse a cualquier problema de lo público”, como el suicidio.
Dijo que no se ha aplicado para sondear esta problemática y tampoco se ha identificado hasta el momento que algún escolar presente “ese tipo de cuestión”.
“Hasta donde tengo entendido hay niveles de la enfermedad que tienen que ver con temas psico- emocionales, pero casi siempre atajamos el primer momento” que se expresa con conductas de agresión, “el niño que dio el zape a otro o que le quitó el sándwich”, y de recepción de las mismas por una víctima.
Otra metodología que se está utilizando como parte de las acciones transversales en que colaboran las dependencias es la terapia multidimensional en los centros comunitarios de la Secretaria de Desarrollo Social y que tiene que ver con el uso del tiempo de ocio en actividades de arte, cultura y deporte.
También se está implementando la que se denominó Behavior change communication, que tiene que ver con el cambio de conducta y ha dado resultados en otras partes del mundo.
Agregó que hace días estuvo en una reunión de la Federación donde se manejó que en Zacatecas se implementará un proyecto en que se recupera otro modelo norteamericano de intervención en conductas nocivas en la niñez y adolescencia que ya tiene listo el Gobierno de México, y que citó como Curve violence.
García Neri reiteró que el suicidio infantil es un tema de salud pública, pero que desde la Subsecretaría de Prevención Social del Delito de la Secretaría General de Gobierno, “nos toca revisar o trabajar sobre factores de riesgo y protectores en la casa, la comunidad y la sociedad”.
Dijo que la entidad trabaja con las distintas oficinas de la ONU para realizar acciones concretas a través de un presupuesto transversal que logró en el presente ejercicio fiscal para este propósito, y que corresponde a la Subsecretaría realizar diagnósticos precisos para ubicar los factores de riesgo, “y sin duda vamos a involucrar el tema de la salud” en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
