Luego de un presunto caso de negligencia en el Hospital General número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que derivó en el fallecimiento de una paciente, la delegación estatal de este organismo aseguró que brindó atención adecuada, pero revisará la situación para deslindar responsabilidades.
Según un comunicado difundido por el instituto, “desde el ingreso de la paciente se le proporcionó la atención requerida de acuerdo con su condición médica, sin embargo, los padecimientos preexistentes derivaron en una complicación de su salud que requirió la colocación de un catéter para realizar hemodiálisis, estabilizarla y poder abordar las patologías que presentaba”.
Posterior a la colocación del catéter, explica el documento, el organismo de la paciente presentó rechazo al mismo, lo cual provocó complicaciones graves que tuvieron como consecuencia su fallecimiento.
Ante lo ocurrido, el IMSS dio a conocer que, de parte de este organismo, se ha establecido comunicación con los familiares de la paciente para orientarlos respecto de los procedimientos institucionales.
Asimismo, señala que “esta representación estatal revisará el actuar para, en su caso, deslindar responsabilidades en cuanto a la atención médica y el trato recibido conforme a los procesos normados”.
Además, el Instituto Mexicano del Seguro Social se comprometió a colaborar en todo momento con las autoridades que lo requieran, a fin de esclarecer lo ocurrido y deslindar responsabilidades, a la vez de que externó su solidaridad a los familiares.
Cabe señalar que familiares de Ana María Salazar Tovar denunciaron negligencia y trato indigno por parte del director de Urgencias del hospital, ya que no se atendieron oportunamente síntomas de dolor y ardor en el estómago, además de coloración rojiza en la piel después de una intervención para colocarle un catéter.
También denunciaron que el director de Urgencias obstaculizó la cirugía y tiempo después, cuando otorgó el permiso, la paciente ya no tenía signos vitales e incluso tenía espuma en a boca.