En el contexto de preselección de aspirantes a la Rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), Marco Antonio Torres Inguanzo, director de la Unidad Académica de Desarrollo y Gestión Pública, opinó que las alianzas políticas deben impulsar una reforma político-administrativa mediante la cual se erradique “la conducción unipersonal-centralista” y la fragmentación política-institucional.
Según expuso, la conducción unipersonal-centralista ha sido “una fuente de trampas que se expresa en decisiones y omisiones que disminuyen la efectividad de la conducción. Forma política de la administración que da lugar a conducción oculta”.
Para ello, propuso una conducción abierta y colegiada que implica cambiar la composición del Consejo Universitario donde deje de ser colegio de directores y existan representaciones directas de las comunidades académicas, y que el gabinete no sólo sea un apoyo administrativo, sino un órgano de gobierno que conduzca la planeación estratégica de la institución.
Sobre la fragmentación político-institucional, indicó que se necesita transitar a un proceso donde se institucionalice la construcción de coaliciones de conducción sobre la base de programas.
Torres Inguanzo también se refirió al tema de la “Elección parlamentaria de Rector y gabinete”, en donde señaló que la designación de mandos medios y técnico-operativo sobre la base del arbitrio de funcionarios ha generado una baja calidad del desempeño. Para atender este problema, sugirió el establecimiento dl Servicio Profesional de Carrera Administrativa en la BUAZ.
Por otra parte, indicó que hay un déficit reglamentario en todas las funciones sustantivas y en los procesos administrativas, lo que provoca “incertidumbre y tortuguismo”, por lo que se requiere de un reglamento orgánico de la administración de las funciones sustantivas de la BUAZ, con enfoque de simplificación máxima.
Otra problemática es que hay un sistema de incentivos laborales desarticulados con la misión y visión de la universidad. Según explicó, los reglamentos de promoción son sistemas de incentivos que tienen la función de formar el perfil del docente que marca la misión. En dicho perfil se contempla al docente trifuncional, con trabajo académico de impacto social y con competencias de trabajo en equipo. En ese sentido, refirió que el actual reglamento fue una imposición de gobiernos que tenían visión gerencial de la calidad; visión que es distinta a la de la BUAZ.
Por tanto, Torres Inguanzo manifestó la necesidad de un nuevo reglamento de promoción y escalafón que promueva el perfil deseable y acorde a la misión y visión de la UAZ: trifuncional, que entienda la calidad desde la pertinencia, y promueva las capacidades relacionales.
En el tema académico, dijo que hay una oferta educativa desvinculada de las necesidades cognitivas del desarrollo del estado de Zacatecas, y una agenda de investigación sin eje en una estrategia de desarrollo estatal, y sin acuerdos estratégicos con el Estado.
Como consecuencia, afirmó que hay un bajo impacto de la BUAZ en los procesos integrados de desarrollo estatal, lo que implica la necesidad de establecer el modelo de Universidad-Desarrollo en el que haya) planeación sincronizada con responsables sectoriales del estado para proyectar oferta educativa y agenda de investigación; la función de vinculación como eje vertebrador de la docencia y la investigación; percibir la calidad desde la noción de pertinencia y generar el índice de pertinencia como indicador central de los criterios de calidad educativa; y promover la epistemología de la complejidad para integrar las tres funciones sustantivas y las diversas áreas del conocimiento.
En el tema del déficit financiero, expuso que, si la gestión se entiende como actos peticionarios y solicitudes de apoyo basadas en tratos personales con los funcionarios federales, los resultados serán limitados porque son factores contingentes.
Para ello, Torres Inguanzo propuso cambiar la idea de “gestión” y entenderla como el logro de acuerdos de corresponsabilidad de metas estratégicas con el desarrollo con los dos órdenes de gobierno, de tal manera que los problemas financieros de la UAZ dejen de ser “internos” para ser concebidos como problemas de orden público. “Esta visión de la gestión no apela a la voluntad o arbitrio de gobernantes, sino apela a una fuerza social que hace impostergable el apoyo y solución de la crisis financiera”.
Por último, detalló que toda la normatividad universitaria deberá estar construida con enfoque de género e inclusión, lo que supone la capacidad de los estudios universitarios de provocar la movilidad social de los sectores populares.