22 C
Zacatecas
domingo, 25 mayo, 2025
spot_img

Sufragio femenino

Más Leídas

- Publicidad -

Por: SOCORRO MARTÍNEZ ORTIZ •

Congregadas el día 6 de abril de 1952, más de 20 mil mujeres en el Parque 18 de Marzo en la Ciudad de México, demandaban el compromiso al entonces candidato a la Presidencia, Adolfo Ruiz Cortines, para que cumpliera con su promesa de plasmar en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el derecho de las mexicanas de votar y ser electas.

- Publicidad -

Ruiz Cortines repitió sus palabras, y la algarabía femenina se apoderó del lugar. Un año después de ese histórico mitin, el 17 de octubre de 1953, Ruiz Cortines ya como presidente, cumplió su palabra y promulgó las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres en el ámbito federal. Se cumplía un sueño, se consumaba una lucha y comenzaba otra que aún no ve el final: la pelea por la ciudadanía plena de las mexicanas.

Por fin, el 17 de octubre de 1953, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el nuevo texto del artículo 34:

Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres, que teniendo la calidad de mexicanos, reúnan además los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años, siendo casados, o 21 si no lo son y tener un modo honesto de vivir.

México era uno antes de 1953 y es otro después de esa fecha, cuando se reconoció oficialmente el derecho de las mujeres a elegir a sus gobernantes y a ser electas. Pero ese reconocimiento no fue un obsequio ni una concesión, sino el resultado de movimientos universales y locales.

El trabajo de la mujer mexicana por hacerse presente en la vida política de nuestro país, a través del ejercicio del sufragio, ha sido arduo. Sin embargo, en pleno siglo 21 cuenta con algunos espacios que permiten manifestarse y hacer valer sus derechos políticos; aunque aún tiene pendiente mucho camino por recorrer para lograr su consolidación, paulatinamente ha logrado ya algunas conquistas aún y cuando sean limitadas.

La mujer logra la posibilidad de ocupar cargos de elección pública a los que no tenía derecho porque solo eran ejercidos por hombres, no obstante de que la representación es el promedio de 50 por ciento, el esfuerzo de la mujer mexicana es todavía mayor. Las primeras manifestaciones para la reivindicación de esos derechos, se dieron en México entre los años de 1884-1887, cuando por primera vez aparece una publicación en la revista femenina Violetas del Anáhuac, fundada y dirigida por Laureana Wright y escrita solamente por mujeres, en ella se demandó el sufragio femenino.

Hacia 1910, diversas organizaciones se unieron a Madero como el Club Antirreeleccionista denominado Hijas de Cuahtémoc, cuyas integrantes protestaban por el fraude de las elecciones y demandaban participación política de las mujeres mexicanas. Posteriormente, en 1916, se realizó el primer Congreso Feminista específicamente el 13 de enero. Fue impulsado por el general Salvador Alvarado como gobernador de Yucatán, así como por varias organizaciones. Lo que principalmente destacó de este Congreso fue demandar que se otorgara el voto ciudadano a las mujeres, aunque en realidad esta demanda no tuvo mucho eco.

La Constitución Política der los Estados Unidos Mexicanos de 1917, no negaba la ciudadanía a las mujeres, ni mucho menos sus oportunidades de votar, pero tampoco se otorgó expresamente ese derecho. En el mes de abril de aquel año, se expidió la Ley de Relaciones Familiares, según la cuál, los hombres y mujeres tienen derecho de ser considerados iguales en el seno del hogar.

Con posterioridad, del 20 al 30 de mayo de 1923, la Sección Mexicana de la Liga Panamericana de Mujeres, convocó al Primer Congreso Nacional Feminista, con la asistencia de 100 delegadas. Las demandas principales que se propusieron en este Congreso, fueron de carácter político, pues se pretendía lograr la igualdad civil para que la mujer, pudiera ser elegible en los cargos administrativos. También, se logró el decreto de la igualdad política y la representación parlamentaria por parte de agrupaciones sociales. Posteriormente, el gobernador de San Luis Potosí, Aurelio Manrique, expidió un decreto en el que se concedió a las mujeres la facultad de ejercer sus derechos políticos y de ser elegidas en elecciones municipales.

Fue en Yucatán que Elvira Carrillo Puerto, resultó ser la primera diputada mexicana electa, al Congreso Local por el Distrito 5, el 18 de noviembre de 1923. Sin embargo, tuvo que renunciar debido a las constantes amenazas de muerte que recibió, sin haberse esclarecido nunca quienes fueron sus autores.

En 1935, las mujeres por primera vez participaron en las elecciones internas del Partido Nacional Revolucionario (PNR). En 1937, Lázaro Cárdenas envió a la Cámara de Senadores, la iniciativa de ley para reformar el artículo 34 Constitucional. En 1938 se aprobó y en ese mismo año, lo fue en la mayoría de los Estados. El 24 de diciembre de 1946 la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa enviada por el presidente Miguel Alemán, en la que se adicionó el artículo 115 constitucional, que entró en vigor el 12 de febrero del año siguiente. En ella se establecía que en las elecciones municipales participarían las mujeres en igualdad de condiciones que los varones, con el derecho a votar y ser elegidas. ■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -