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jueves, 25 abril, 2024
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Nómina del Colegio Seminario San Luís Gonzaga en 1817

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Por: LEONEL CONTRERAS BETANCOURT •

En colaboraciones anteriores ya hemos mencionado que las dos escuelas de primeras letras de la ciudad de Zacatecas, establecidas en 1786, durante el periodo de la Intendencia y como parte de las reformas borbónicas, se sostenían con los caudales del Colegio San Luis Gonzaga, eran por tanto, parte del mismo. Al ser públicas, a la autoridad municipal le correspondía vigilar que los padres enviaran a sus hijos a dichas escuelas y vigilar que los maestros acudieran a dar clase y desempeñaran su trabajo.

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En el año de 1817, se desempeñaba como como rector del Colegio don D. José Francisco Sánchez Vázquez, quien devengaba un sueldo de 41 pesos, 26 reales y 6 gramos al mes. Como oficiaba una misa diaria se le pagaban 30 pesos más; el vicerrector, Francisco Diez Rábago tenía un sueldo de 25 pesos mensuales; los catedráticos de teología, filosofía, al de mayores y retórica, lo mismo que el de mínimos y menores ganaban por igual 25 pesos. Los maestros de primeras letras por su parte, que por ese tiempo eran don Mariano de Hoyos y don Miguel Ángel de Arias, por el trabajo que su cargo significaba, tenían un sueldo de 38 pesos al mes. Finalmente, el portero solo recibía 10 pesos, (fuente: ARHZ, “Sueldos comprendidos del 23 de agosto al 23 de septiembre de 1817”). (1).

Los encargados del pago eran los ministros de la Tesorería Principal de Hacienda. La forma legal para hacerlo efectivo consistía en la firma de una carta de pago en la que aparecían en una lista todos los empleados. Ya hemos mencionado que las escuelas de la ciudad se sostenían con los fondos del colegio seminario. Por esta razón, a los maestros de primeras letras de las mismas se les consideraba empleados de dicha institución, motivo por el cual firmaban de conformidad y ante testigos las cartas mencionadas. Seguidamente se les otorgaba un recibo por el monto que comprendía el tercio que les era pagado.

Históricamente el oficio o profesión de maestro de escuela ha sido mal pagado. En el caso de los maestros de las dos escuelas públicas del ayuntamiento de Zacatecas cuyos emolumentos consistían en su sueldo pagado en tercios y la ración alimenticia, por depender de los caudales del Colegio seminario San Luís Gonzaga, los preceptores de primeras letras comparado con la cantidad de problemas que tuvieron sus colegas del periodo independiente y los bajos salarios que cobraban, gozaron de una situación de privilegio.

Durante el tiempo en el que nos ocupamos, por lo menos al caso de la ciudad de Zacatecas, la demanda de trabajo de maestros que solicitaban una plaza, estuvo muy por encima de la oferta. Esto permitió, al menos eso creemos, que se tuviera una instrucción primaria de calidad, máxime por que los sujetos interesados eran examinados bajo un estricto y convincente examen de oposición, de tal forma que se seleccionaba a los mejores.

Posdata. Salvando las abismales diferencias, en plena refriega de “la gran guerra”, cuando el ejército ruso se encontraba en las trincheras, Lenin el líder del partido Bolchevique llamó a los soldados que desertaran de una guerra que no era la de ellos y regresaran a casa y apoyaran el levantamiento contra el gobierno zarista. Fue así como ocurrió la Revolución de octubre de 1917, que comenzó con el asalto del Palacio de invierno de San Petesburgo. Los soviets (consejos de obreros, campesinos y soldados) “tomaron al cielo por asalto”. De forma parecida, el magisterio democrático y quienes repudian el método fascista con el que la dirigente de la Secc.  34 arribó al cargo, deben cambiarle el chirrión por el palito. Voltearle todo y revertir el llamado que esta haciendo a sus supuestos representados. Soraya Bañuelos, la espuria, _así llamada por los democráticos_, secretaria de la Secc. 34 del SNTE, convocó para el jueves 17 a los maestros federales para que apoyen a sus colegas del Estado que tienen pagos atrasados. Los maestros deben tomarle la palabra lanzándose y generalizando el paro laboral y dada la coyuntura de la próxima renovación del Comité seccional, deben desbancarla y tomar su lugar. De suscitar dicha acción un apoyo mayoritario, en la realización del Congreso ya nada más se ratificaría a la nueva dirigencia con toda la legitimidad que debe observarse. Es la hora de irrumpir, penetrar rompiendo las filas y trincheras del charrismo para conquistar la conducción democrática del órgano de representación.

Referencias:

1 ARHZ, “Duodécima cuaderno de las cuentas del Colegio seminario de San Luis Gonzaga”. C. 17.

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