7.5 C
Zacatecas
jueves, 28 marzo, 2024
spot_img

Funeraria

Más Leídas

- Publicidad -

Por: PILAR ALBA* •

La Gualdra 372 / Río de palabras

- Publicidad -

 

 

Lo que lo llevó a refugiarse en la funeraria fue su obsesión por el silencio, la descubrió muy pequeño cuando aturdido salió de la escuela después de que en ella se armó un gran alboroto por la visita de unos vendedores de álbumes de estampitas. Andan como locos, alcanzó a escuchar a la maestra justificándose ante la directora; corrió desesperado hasta toparse con ese lugar en el que todo era silencio. Las personas miraban cabizbajas hacia el féretro, algunos murmuraban rezos muy quedos, otros soltaban de repente algún sollozo, algún llanto, pero nada como para aturdirlo. Se quedó ahí un buen rato, hasta que su estómago comenzó a llamarle por alimento. Salió y volvió a la normalidad del ruido, pero cuando lo requería volvía siempre a ese sitio donde reinaba el silencio. Así pasó la infancia y parte de su adolescencia; al llegar su juventud las cosas fueron decayendo: la funeraria dejó de ser solemne, su silencio tan anhelado de pronto era interrumpido por coros con instrumentos musicales, la voz de los dolientes subió en volumen y tono. Ahora cada vez le resulta más difícil encontrar paz en los velorios; ya hasta llevan grupos musicales, la gente sigue hablando o el sonido de sus teléfonos a cada rato interrumpe el silencio. La penúltima vez que asistió para tratar de encontrar un poco de paz en la funeraria se topó con una fiesta: la gente comiendo tamales y atole como si fuera una posada, al lado del féretro un conjunto norteño y afuera una pareja bailando. Verdaderamente ya no hay respeto, pensaba mientras huía del lugar. Llegó a su casa, esperó encontrar un poco de paz y silencio pero el bullicio de los vecinos, de los carros, del tren causando estruendo por las vías se hizo cada vez más fuerte, tanto que su corazón no pudo soportar tanto ruido y murió. Ahora sí se encuentra en completo silencio, en la funeraria, al interior del féretro se puede ver en su rostro una sonrisa… nadie le quitará el silencio.

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_372

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -