■ Un primer ejercicio de intervención recayó en los grupos locales de jazz y blues
■ Habíamos propuesto una especie de consejo ciudadano que coadyuvara en la planeación: Chew
La comunidad artística local de diversas disciplinas habría sugerido ya hace tiempo a las autoridades del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) que se hiciera una consulta y un consejo ciudadano que coadyuvara a conformar los programas de los festivales que organiza, a fin de que la selección de las propuestas que integran los mismos fuera equitativa, democrática y transparente, y no dependiera de decisiones unilaterales.
Para la emisión 6 del Festival Internacional de Jazz y Blues, que se desarrolla desde el 15 de agosto y hasta primero de septiembre de 2013, un primer ejercicio de intervención al respecto habría recaído en los grupos locales de estos géneros.
Tras haber enviado proyectos para integrarse en su programación, fueron convocados por el IZC para hacer sugerencias, comenta Víctor Chew, baterista y coordinador del grupo de jazz Euterpe e integrante también de La Estación Blues, dos de las ocho agrupaciones zacatecanas incluidas en esta emisión.
“Estuvimos varios integrantes de grupos y nos dieron a conocer lo que tenían planeado y (nos preguntaron) qué sugeríamos al respecto. Aparte nosotros ya habíamos planteado que se hiciera una especie de consejo ciudadano que coadyuvara en la planeación de los festivales”, comentó.
De esto habría derivado un compromiso por parte del Instituto para la creación de este órgano consultivo “para hacerlos más equitativos y transparentes, que no correspondiera a decisiones unilaterales”, refiere el músico sobre los festivales y su planeación de actividades e integración de participantes.
Esta versión coincide con la que Héctor Galaviz, subdirector de Administración y Finanzas del IZC, habría externado, en torno a la participación de órganos colegiados en la toma de decisiones sobre la programación de estos eventos en la que se integrarían los artistas zacatecanos, y a la que se refirió como “un siguiente paso” en su organización en una etapa de transición ahora encabezada en la Red Estatal de Festivales por Marco Antonio Saucedo.
“Se había sugerido anteriormente para que esto tuviera mayor impacto social que fuera más democrático y se hiciera una consulta ciudadana respecto de qué es lo que quería la comunidad artística en este tipo de eventos”, comentó Víctor Chew.
El músico destacó la integración de otra propuesta recuperada en este festival, misma que considera como una “labor social” de los artistas de renombre nacional e internacional que se presentan en el mismo: la impartición de conferencias y clases magistrales.
“Vienen grupos de talla internacional con trayectoria reconocida y de nivel musical alto y nada más venían exclusivamente a su presentación”, dijo, por lo que se propuso al Instituto interviniera para consultar cuáles de ellos estarían dispuestos a ofrecer conferencias y clases magistrales.
“Tuvimos la primera (clase magistral) a cargo del maestro Roberto Aymes, y la del bajista Eddie Gómez, quien ha tocado con Chick Corea y otros iconos de jazz a nivel internacional, lo que ha sido una aportación extra dentro de las actividades del festival que va en beneficio de la comunidad artística, entonces ya los grupos locales tendremos también la oportunidad de acceder a conocer un poco más de los maestros y de su nivel musical”.
Agregó que en esta ocasión los ensambles procedentes de otras latitudes podrán apreciarse con “el potencial musical que acostumbran manejar”. Esto contrastado en relación a emisiones anteriores, en que como ejemplo, comenta que al invitarse a destacadas cantantes se hacían acompañar por grupos “que no estaban a su nivel”, lo que considera, demeritaba la actuación de las mismas.
“No sé por qué sería en otras ocasiones así, lo ignoro, pero lo vimos en reiteradas ocasiones”, y añadió, que ahora todos los grupos que se presentan vienen “completos”, lo que representa una oportunidad para que el público tenga la “oportunidad de escuchar los ensambles originales”.
El Festival Internacional de Jazz y Blues, recuerda Chew, “derivó de un primer Ciclo de Jazz que tuvimos a bien proponer. Salió de la comunidad artística, fue una propuesta personal con el respaldo de un compañero, Mario Morones”.
“Fue en 2007, se metió (al Instituto Zacatecano de Cultura) una propuesta como Ciclo de Verano que tuvo en sus inicios una duración de un fin de semana, de jueves a sábado y participaron dos grupos nacionales, uno de Monterrey y uno del Distrito Federal de amplia trayectoria”, agregó.
Tras el impacto, dice, de este primer ejercicio se aparejó al mismo otra iniciativa que ya tenía antecedentes de realización durante varios noviembres, quizás cuatro años atrás, la encabezada por Víctor Hugo Becerra, director del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, las Temporadas de Jazz y Blues. “Se integró, se sumó al Ciclo, pues el Instituto conjuntó ambas ideas”, puntualizó.