El Banco de México (BdeM) decidió por mayoría de votos incrementar en medio punto porcentual su tasa de referencia para llevarla a 10.5 por ciento, el mayor nivel desde 2008, cuando se adoptó como principal instrumento de política monetaria. Así, acumula 13 alzas consecutivas con las que ha buscado frenar la inflación, esta última más moderada ante evidencias de una menor carestía, pues en las pasadas cuatro ocasiones realizó incrementos de tres cuartos de punto porcentual. En el año, el aumento fue de 5 puntos porcentuales.
En su última reunión de política monetaria del año, la junta de gobierno del banco central destacó que la inflación continuó disminuyendo en noviembre, por lo que los pronósticos para el indicador general se ajustaron a la baja para los dos primeros trimestres; sin embargo, se revisaron marginalmente al alza hasta el cuarto trimestre de 2023.
En su comunicado, el BdeM señaló que la decisión fue por mayoría de votos –con la disidencia del subgobernador Gerardo Esquivel, quien abogó por una alza menor, de un cuarto de punto porcentual– y advirtió que todavía será necesario incrementar la tasa de referencia en la próxima reunión a celebrarse en enero, mientras que valorará la necesidad de ajustes adicionales según las circunstancias.
Destacó que en noviembre la inflación general continuó disminuyendo para ubicarse en 7.80 por ciento, reflejando la reducción del componente no subyacente. En cambio, la subyacente –que deja fuera los precios más volátiles, como gasolinas, frutas y verduras– mantuvo su tendencia al alza, para ubicarse en 8.51 por ciento. Tanto la inflación general como la subyacente fueron menores que las expectativas de los analistas.
El banco central señaló que las expectativas de inflación para 2022 y 2023 disminuyeron para la general, mientras que para la subyacente volvieron a ajustarse moderadamente al alza. A mediano y largo plazos se mantuvieron estables, aunque por arriba de la meta, que es de 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
Para el último trimestre de 2022, el pronóstico de inflación general pasó de 8.3 a 8.1 por ciento, mientras para el último de 2023 pasó de 4.1 a 4.2 por ciento. Se mantiene el pronóstico de que la inflación regrese a su objetivo en el primer trimestre de 2024, cuando se ubicará en 3.8 por ciento, al tiempo que estiman que se ubicará en 3 por ciento en el último trimestre de ese año.
Estas previsiones están sujetas a un balance de riesgos cuyo sesgo está más cargado al alza por factores como persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, presiones externas derivadas de la pandemia; presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico, depreciación cambiaria y mayores presiones de costos.
Especialistas del sector financiero destacaron la moderación en el incremento de la tasa objetivo del BdeM, su mejora en el pronóstico de inflación y la guía sobre un nuevo incremento en la próxima reunión, lo que desde su perspectiva marca el techo que alcanzará la tasa, el cual estiman será en 11 por ciento.
Especialistas de Monex destacaron que con el alza de este jueves el banco central mexicano ha incrementado en este año su tasa de referencia en cinco puntos porcentuales, tres cuartos de punto más que la Reserva Federal de Estados Unidos.
Resaltaron que su comunicado tiene una postura más moderada, pues aunque el sesgo en el balance de riesgos para la inflación se percibe al alza, menciona que algunos choques han dado señales de mitigación y en la sección sobre el entorno global se resaltan las menores presiones en precios de alimentos y energéticos.
Aunque parece claro que el instituto central está cerca del techo, el panorama de política monetaria en nuestro país no deja de ser complejo. Los pronósticos de inflación subyacente para los cierres de 2022 y 2023 fueron revisados al alza y siguen estando fuera del objetivo, lo que deja ver que la amenaza sigue latente. En enero esperamos un nuevo incremento de medio punto porcentual para llegar a niveles de 11 por ciento
, concluyeron.
En tanto, analistas de Ve por más señalaron que se anticipan más alzas en las tasas por parte de la Reserva Federal durante 2023, aunque prevén que el BdeM podría desligarse ligeramente en el segundo semestre, con lo que prevén que la tasa objetivo vea un nivel terminal cercano al 11 por ciento en el primer trimestre de 2023.