■ Historia y Poder
En los manuales de la hechicería de antaño, hay rituales que invocan a hacer daño a quien daño hace.
Son muchos los agravios en contra de las inmensas mayorías mexicanas que durante siglos siguen siendo, como bien lo esgrime el valedor zacatecano: “perito en fracasos” y también, sumido en la peor de las depresiones y las rutinas silenciosas.
Sucedió un día que muchos de los secretos de los grandes alquimistas y magos fueron develados y conocidos por los curiosos, así como un día Lutero dio a conocer la palabra sagrada de la biblia que durante siglos nos fue vedada y sólo con la interpretación a modo de los seglares nos conferían lo que deseaban asustarnos.
En muchos lugares de Zacatecas se practica la brujería popular, la hechicería de antaño vuelve a sus fueros y hay quienes practican las misas negras y los rituales de sacrificio que espantarían a las buenas conciencias si tuvieran el dato exacto y la ubicación. Pero es real. Los cárteles de las drogas y su mundillo organizado alaban a la muerte y le ofrendan muchas cosas innombrables-
Hoy día millones de datos y actos sorprendentes están a la vista de quien quiera conocer y palpar, si la tele transportación o la levitación, si el ilusionismo a gran escala o la membresía sagrada de quien revive a los muertos o sana heridas y enfermedades con el poder secreto de las manos.
Nada humano me es ajeno dijo el gran poeta Nervo y en ese giro todo es posible en un mundo desigual en el que las inmensas mayorías apenas alcanzan a mitigar los fríos y a pagar la renta, mientras que en otros segmentos de la humanidad, la maravilla de las grandes tecnologías nos hace ciegos y encorvados, sumisos o dependientes de la búsqueda, el regocijo del ego, el consumismo de la sorpresa.
Mientras una veintena de millonarios siguen dirigiendo la cosa pública a que los partidos y sus emergentes líderes nos digan con todo el cinismo del mundo que llegaron ahí en pos de un ideal que se vende y que se compra, los parásitos del sistema dan cátedra de sus buenos aguinaldos, los vividores del erario se amparan y salen en sus bellas fiestas y los funcionarios succionan todo con una pequeña mueca en la comisura de sus labios prometedores.
Mientras la historia del hombre en estas tierras consigna que hubo heroísmo, rapacidad, unión y convergencia ante las catástrofes, desolación y conflicto, luto y desgracia, victoria entretenida y avance en la consignas.
De espanto que los antiguos españoles conquistadores vieron en tierras zacatecanas como varios de sus compatriotas fueron devorados por los naturales en un ritual de venganza y canibalismo propio del alucine y el horror tan cotidiano en aquellas fechas quejumbrosas.
Don Elías Amador, el máximo jefe de la Historia de Zacatecas así lo consigna en sus libros. Lástima que sean inalcanzables y que sus ediciones estén guardadas vilmente en estantes polvorientos y en silencio. Ni yo los tengo. Pero los estudié y tomé miles de notas bien documentadas. ■