Pedro Martínez Arteaga, docente de la Unidad Académica de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) y ex secretario general del Sindicato de Personal Académico (SPAUAZ) anunció que se postulará como candidato a la Rectoría, con la expectativa de ser respaldado por el Grupo Universidad (a pesar de que éste lo bloqueó en el 2021) y otras fracciones políticas al interior de la institución.
Luego de impartir la conferencia “La vara de Esculapio y el caduceo de Heres: su semiótica en medicina” y participar en la inauguración del Jardín Rokitansky y de la develación de la escultura la vara de Esculapio, ambas colocadas en el campus Siglo 21, declaró que es necesario un nuevo proyecto de universidad debido a que “la situación que vivimos es crítica y la administración rectoral actual se ha conducido con ineptitud”.
En ese sentido, mencionó que muchos personajes han expresado su interés para contender por la Rectoría y “se han adelantado sin ser respetuosos de las normas”, pero todos “son de la misma pandilla donde simulan fracturas entre Rubén Ibarra, Francisco Javier Domínguez y Encarnación Rivera. Ellos juegan a una supuesta ruptura entre la gente de Renacimiento y de Ángel Román, pero quien gane, ellos siguen en el poder y la gente se debe dar cuenta de lo nefastos y corruptos que han sido”.
En ese contexto, dijo que se postulará como candidato a fin de representar una alternativa en donde la institución sea administrada por especialistas en sus diversas áreas, contrario a lo que sucede en esta administración, donde los cargos han sido asignados por cuotas de poder.
Por ejemplo, Martínez Arteaga se refirió al grupo político de la Unidad Académica de Derecho, en donde uno de sus docentes ha fungido como secretario administrativo “sin tener una brizna de conocimiento sobre contaduría o administración. Esa es una cuota de poder a sectas que están atrás”.
Aseguró que el grupo Renacimiento y el exrector Francisco Javier Domínguez Garay no solamente no han sido capaces para conducir a la institución, sino que le han hecho daño con decisiones con el único objetico de mantener el control de la administración central.
Desde su perspectiva, del total de las personas que se han candidateado para la Rectoría, sólo Mariana Terán Fuentes, Teresa Villegas Santillán, Imelda Ortiz Medina y Jenny González Arenas representan una alternativa a la conducción actual de la universidad y “todos los demás son la misma pandilla”
Calificó como irresponsable al rector Rubén Ibarra Reyes pues ha incrementado la deuda a 3 mil 800 millones de pesos y, a pesar de ello, ha continuado con la apertura de programas que no tiene pertinencia y la contratación de docentes por honorarios.
De acuerdo con Martínez Arteaga, “hay que exigir al gobierno federal hay que presionarle, pero no podemos crecer anárquicamente para que después nos la cobren con el Contrato Colectivo o con la congelación del subsidio”.
Recordó que, en efecto, en el 2021 hubo acuerdos entre el Grupo Universidad y Renacimiento para que Ibarra Reyes llegase a la Rectoría y como consecuencia de ello fue bloqueado de su aspiración a contender por el entonces rector Antonio Guzmán Fernández.
“Conmigo se ensañaron para bloquearme porque había un acuerdo de continuismo a tal grado de que, cínicamente, Rubén Ibarra me ofreció la coordinación de Docencia, pero conociendo yo a los ‘dominguistas’, a Rubén, a Encarnación, y les dije que no”, expresó.
También se refirió a la extensión de mandato del rector y demás funcionarios de la universidad y dijo que estos ajustes siempre se realizan al corto plazo y entonces esta administración debió concluir en septiembre pasado. Ante ello, dijo que, en caso de llegar a la Rectoría, propondrá que termine en el año 2028 para retomar la legalidad y dar una lección de moral y ética.
La declaración de Martínez Arteaga la realizó en el marco de la inauguración del Jardín Rokitansky y de la develación de una escultura de la vara de Esculapio, a la que asistieron autoridades de la BUAZ, entre ellos Ángel Román Gutiérrez, secretario general de la universidad, y Armando Flores de la Torre, coordinador del área de Ciencias de la Salud.
Rosa Martha Covarrubias, directora de la Unidad Académica de Medicina, se refirió a Rokitansky como una figura emblemática en el campo de la Anatomía y como un pionero en esta disciplina de conocimiento, de manera que el jardín es un símbolo de vida y representa el vínculo entre naturaleza y ciencia.
“Cada planta, cada árbol y cada flor simbolizan el ciclo de vida que Rokitansky estudió a lo largo de su carrera. Su legado nos recuerda la curiosidad y el respeto por la vida que es pilar fundamental de nuestra profesión”, dijo.
Por su parte, el docente Héctor Rosales González explicó que, para la academia de Anatomía, el jardín y la escultura simbolizan la importancia de conocer el cuerpo humano en toda su complejidad a través de la disección
La vara de Esculapio, agregó, es un símbolo que representa no solo a la medicina, sino también el respeto por la vida y el conocimiento, a la vez de que reflexiona sobre la responsabilidad de los futuros médicos y científicos, ya que la anatomía es una puerta que se abre a la comprensión y al cuidado del ser humano.
En ese sentido, agregó que el jardín es un espacio de dedicado a la reflexión de la anatomía patológica y para honrar los cuerpos que, tras su muerte, son donados y brindan la oportunidad de aprender y crecer en la vocación médica.
No puede postularse si tiene una denuncia abierta, que es su caso. Fue denunciado por hostigamiento y difamación.