*Por unos cuantos irresponsables
*Y perezosos, pierden todos
A través de Facebook circula una fotografía con algunos recuadros, en donde podemos ver a varios de nuestros flamantes y nuevos diputados malgastando su tiempo en plena sesión del Congreso del Estado; fotografía que habla muy mal de nuestros novatos legisladores locales: en uno de esos recuadros podemos ver a un perezoso, holgazán e irresponsable legislador disfrutando de un plácido sueño (tal vez la mona producto de una noche de juerga anterior) en plena sesión, importándole nada lo que se está tratando en la misma; en otros recuadros apreciamos a irresponsables legisladoras hablando por celular; otra, divirtiéndose con su tableta y la última, glotona ella, disfrutando tal vez de algunos aderezados nachos, nipones o simplemente alguna golosina de su preferencia; esto es lo que hacen en plena sesión de trabajo algunos de nuestros representantes populares; y un servidor se pregunta: ¿para esto los elegimos como representantes del pueblo, o para diseñar y redactar leyes para bien de la comunidad?
Estos irresponsables legisladores deben de entender que a las sesiones se asiste para participar y no a perder el tiempo; la norma mínima de obligaciones que un legislador debe de tener presente y acatar de manera puntual en las sesiones, se encuentre o no dentro de su Reglamento General es la siguiente: a).- Asistir a todas las sesiones del Congreso del Estado y permanecer en el lugar que le fue asignado en el área de curules durante todo el desarrollo de la sesión, prestando la atención debida como respetuosa tanto a la Mesa Directiva como a los diputados que estén en el uso de la voz; b).- No abandonar su curul ni el recinto parlamentario aún en casos de urgencia, salvo anuencia del Presidente de la Mesa Directiva y en su caso autorización del pleno; y c).- Abstenerse de ingerir en el recinto legislativo alimentos y bebidas, como tampoco hacer uso de los teléfonos celulares durante el desarrollo de las sesiones.
Ahora bien, con respecto a la conformación de la legislatura actual por parte de sus miembros, podemos mencionar lo siguiente: aun y cuando algunos diputados que conforman ésta cuentan con alguna preparación académica, lo que de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no es necesaria, aun así la mayoría de ellos no reúne el perfil idóneo que dicho cargo requiere: sólo tres de ellos son licenciados en Derecho, asignatura necesaria para este tipo de cargos; dos más ya fungieron como legisladores federales y uno más como legislador local quienes, suponemos, podrán hacer un buen papel.
Por otra parte, con la desagradable experiencia que nos dejó la pasada 60 Legislatura por el grado de corrupción que imperó en ella, dudamos mucho que ésta camine por la ruta de la honestidad, si a sus homólogos anteriores no se les aplica todo el peso de la ley por los ilícitos que cometieron durante su gestión, aunado el maiceo según el video que circula por las redes sociales, donde pudimos apreciar la vergonzosa corrupción de algunos de sus integrantes, por lo que, repito, si no se pone un hasta aquí a toda esta corrupción que ha imperado en nuestros congresos estatales anteriores, esta Legislatura local y las venideras, seguirán saqueando de manera impune sus finanzas o sea, los dineros del pueblo.
Es cierto que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no impone ninguna restricción relacionada con la preparación o grado académico de quienes aspiran a ser miembros del Congreso de la Unión o de los Congresos Estatales; pero también es cierto, por la alta responsabilidad que conlleva dicho cargo, éstos sí deben de contar con un buen grado académico que les permita realizar este tipo de trabajo.
Señores legisladores que carecen de la indispensable preparación académica comentada; ¿consideran que están preparados para redactar leyes que emanen de la necesidad social, de la problemática y de los intereses del pueblo que van a representar, con su deficiente preparación académica que poseen?
La función principal del legislador consiste precisamente en transformar las necesidades sociales en leyes para bien de la comunidad que están representando, para lo cual el legislador debe de tener el conocimiento de la realidad social, de la problemática de esa comunidad que está representando y para la cual va a legislar, así como también, el conocimiento profundo, no solamente de la ley y de la técnica legislativa, sino también del derecho, cualidades éstas que de acuerdo con la currícula de muchos de ustedes, no están preparados para asumir tal responsabilidad.
La técnica legislativa, la que por obligación ustedes están obligados a dominar, es una parte del Derecho Parlamentario que tiene como objeto de estudio el conocimiento de los pasos que se adoptan para la elaboración y adecuada redacción de las leyes en general y de las disposiciones normativas particulares, así como para sus reformas y enmiendas; situación que ustedes, según consideramos, desconocen por completo.
En nuestro país siempre se ha dicho con respecto a nuestros legisladores lo siguiente: “Si nos confiamos en que el legislador solamente es un representante del pueblo, y que cuenta con el apoyo de peritos en la técnica legislativa que trabajan para ellos, en ese orden de ideas corremos el riesgo de tener, como en el anterior Congreso estatal, un Congreso carente del conocimiento en el derecho y de la técnica legislativa, y en ese contexto, éstos sólo estarán esperando la línea de cuándo hay que levantar el dedo para aprobar o desaprobar alguna propuesta de ley” ■
