El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar anunció que, en el próximo periodo de sesiones, se promoverá una reforma a la Ley Orgánica del Congreso, que incluirá la homologación de salarios entre diputados y senadores con base en la Ley Federal de Austeridad Republicana, así como la ampliación de los periodos de sesiones y la profesionalización de las comisiones.
Ante esto Alfredo Femat Bañuelos calificó la propuesta como “interesante”, pero subrayó la importancia de consultar a la ciudadanía y un mayor análisis. Además, destacó la significativa reducción salarial de los diputados desde la llegada de AMLO.
Destacó que, como parte de esta reforma, se ampliarán los periodos de sesiones, ya que actualmente el trabajo legislativo no es suficiente. Además, se dará un enfoque de profesionalización a las comisiones y se buscará mejorar la relevancia y presencia del Congreso en la política nacional.
Ramírez Cuéllar explicó que resulta incoherente que existan diferencias salariales entre los legisladores de ambas cámaras, por lo que la reforma establecerá un salario para los legisladores inferior al de la presidenta de la República, eliminando privilegios como seguros médicos.
Ante esto, el diputado local por el Partido del Trabajo (PT) Alfredo Femat Bañuelos comentó sobre la propuesta de homologación de salarios entre diputados y senadores, calificándola como «una propuesta interesante» que busca reducir la disparidad salarial existente.
Destacó que, actualmente, los diputados federales ganan alrededor de 75 mil pesos mensuales, mientras que los senadores perciben casi 160 mil pesos. En este sentido, Femat señaló que la propuesta de Alfonso Ramírez Cuéllar busca «un promedio», “es decir, que no se ganen los 160 pero tampoco se ganen los 75, porque al fin ambos son legisladores, una es la
Cámara Alta y otra es la Cámara Baja ”Sin embargo, opinó que es importante consultar a la ciudadanía sobre este tipo de decisiones, ya que los legisladores podrían tener una «opinión algo sesgada». Subrayó: «los que somos, en este caso yo que fui dos veces legislador federal y ahora local, pues a lo mejor nosotros tenemos una opinión, quieras o no, algo sesgada, pero la gente del pueblo son los que tendrían que opinar».
Respecto al trabajo legislativo y la ampliación de los periodos de sesiones, Femat opinó que, aunque algunos consideran que los legisladores no trabajan lo suficiente, «realmente de que se trabaja, sí se trabaja». Explicó que el trabajo en las comisiones es clave y debe realizarse de forma periódica, de acuerdo con el volumen de iniciativas que reciban.
Al respecto, agregó: «yo estuve seis años al frente de la Comisión de Relaciones Exteriores […] y mucha gente cree que el trabajo es en la Sala General, pero el trabajo pesado está en las comisiones».
De igual forma explicó que con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, el salario de los diputados federales se redujo considerablemente, bajando de más de 159 mil pesos a 74 mil pesos mensuales. Además, desaparecieron beneficios como boletos de avión, gastos médicos mayores, gastos de representación y viáticos. Con el nuevo salario, destacó que muchos diputados que viajaban desde provincias debían cubrir gastos adicionales como transporte, comida y hospedaje, lo que dejaba gran parte de su salario destinado a esos fines.
Femat comentó: «más de la mitad del salario se quedaba en el transporte, en el hospedaje y en la comida». Reconoció que existe una disparidad significativa entre el salario de los diputados y senadores, y aunque considera interesante la propuesta de homologar los salarios, destacó que esta cuestión merece un análisis más profundo.
Finalmente, respecto al nepotismo en la política, Femat se mostró en contra de que los familiares directos de los políticos ocupen cargos públicos de forma consecutiva, afirmando: «si hay algo que reprocha la gente es ver que ahora está el papá y luego está la esposa y luego está el hijo y luego está el sobrino y luego está el nieto, está la hermana, eso sí creo que es algo que debe desaparecer».
En cuanto al Plan Nacional de Desarrollo propuesto por Claudia Sheinbaum, Femat no compartió la idea de que los inversionistas privados se vean disuadidos por la reforma judicial, señalando que «esa es una narrativa falsa».