El pasado 6 del mes actual mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador realizaba su mañanera, normalistas y familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa acudieron a la puerta número uno de Palacio Nacional en la Ciudad de México, la residencia del presidente y el centro simbólico del poder, para solicitar un diálogo con el Ejecutivo. Al no ser recibidos, optaron por derribar por la fuerza una de las puertas del inmueble utilizando un vehículo ahí estacionado. Los policías militares encargados de la seguridad del edificio, utilizaron gas para dispersar al grupo y crearon una barricada humana para poder impedir su acceso, por lo que los manifestantes comenzaron a retirarse del lugar pocos minutos después. Con esto, los normalistas quisieron presionar a López Obrador para que se reúna personalmente con ellos y tratar de desbloquear y avanzar en la investigación sobre la desaparición de los 43 desaparecidos.
Así fue el décimo día de protestas de los jóvenes normalistas en la capital del país, que desde hace 9 años y seis meses junto con sus padres buscan a sus 43 compañeros desaparecidos durante la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, sin que a la fecha existan informes verídicos sobre el avance de la investigación que lleve a localizar a los jóvenes dejando en total impunidad este, como muchos otros casos que diariamente suceden en México.
Desde Tamaulipas en su mañanera del día siguiente, refiriéndose a la presión estudiantil el presidente afirmó: que hay “mano negra” de la oposición, que fue un acto de “vulgar provocación”, y acusó que grupos de derecha están “montados” en el movimiento “pero nosotros no vamos a caer en ninguna provocación. Es muy justa la demanda de los padres, de las madres de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, pero hay que ver si no se han montado en este lamentable asunto, grupos de derecha, conservadores, incluso partidos que está en contra de la transformación, hasta organismos internacionales supuestamente defensores de derechos humanos”.
Un contraste entre el grandísimo dolor de los padres de los jóvenes con la irónica y bufona respuesta del mandatario a un problema de trascendencia nacional e internacional.
En el pasado, López Obrador ha incurrido en vulgares actos de provocación de los que ahora, como presidente, tanto se queja.
Comentaré dos:
- Según la Revista PROCESO en febrero de 1996 como parte de las protestas para exigir indemnizaciones a más de 40 mil campesinos y pescadores que se sentían afectados por las actividades de PEMEX, López Obrador encabezó bloqueos a instalaciones petroleras de Tabasco, las cuales fueron liberadas por la fuerza pública. Posteriormente la PGR giró (sic) órdenes de aprehensión contra AMLO y varios de los dirigentes que participaron en el bloqueo, entre los cuales hubo varios encarcelados. AMLO, logró evitar ser aprehendido y tiempo después, la orden de aprehensión girada por un juez contra él, fue retirada como producto de las negociaciones con la Secretaría de Gobernación que instaló una mesa de coyuntura. El entonces sub secretario de Gobernación Arturo Núñez, acusó a AMLO de realizar plantones y bloqueos en PEMEX, así como de incitar a la violencia. Por su parte el entonces director de PEMEX Adrián Lajous estimó los costos diarios de los bloqueos en 54 millones de pesos, mientras que el entonces Secretario de Energía Jesús Reyes Heroles, apeló al diálogo para resolver el conflicto.
AMLO fue acusado por el ministerio público de sabotaje, daño a propiedad ajena, asociación
delictuosa, conspiración contra la riqueza nacional y oposición a que se ejecutora una obra o
trabajo público, provocación de un delito y apología del mismo.
- Enrique Méndez en su nota de La Jornada del 1 de agosto de 2006. Narra lo siguiente: Justificando los bloqueos en Reforma. Algunas personas que se dirigían a su trabajo, caminan por Paseo de la Reforma, por la falta de transporte público debido a la instalación de campamentos en apoyo a AMLO. La Coalición por el Bien de Todos, insistió en sus argumentos para defender el bloqueo en Paseo de la Reforma y calles del Centro Histórico, al señalar que la lucha por el país, la democracia, el respeto a la voluntad ciudadana y a los derechos de todos los mexicanos “tienen mayor prioridad” que el cierre de avenidas, las que continuarán ocupadas por los simpatizantes de AMLO.
- El plantón se instaló en protesta por el resultado de las polémicas elecciones que dieron el triunfo a Felipe Calderón (14.9 millones de votos), contra López Obrador (14.68 millones de votos), es decir por una diferencia de 0.58%. la protesta se llevó a cabo luego que el entonces IFE, ahora INE, Calderón y el Partido Acción Nacional, se negaron al conteo de “voto por voto”.
El plantón duró 45 días. Durante los primeros 15, se dijo que se registraron pérdidas por 3 mil millones de pesos aproximadamente, debido a que varios comercios, hoteles y restaurantes que se encontraban a un costado de la Avenida, sufrieron afectaciones. Además, empleados registrados en el IMSS fueron despedidos.
¿Quién y cómo se determina un actos de vulgar provocación?
