La mayoría de la población del estado padece por la falta de lluvias en lo que va del año. De los 58 municipios, 12 enfrentan “sequía severa”, 42 pasan por “sequía moderada” y cuatro se encuentran “anormalmente secos”. Noventa por ciento del territorio estatal está afectado en alguna medida por el estiaje, incluidas Guadalupe, Fresnillo y Zacatecas, las tres principales ciudades.
De acuerdo con Cruz González García, subdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el estado, los cuatro municipios que se encuentran anormalmente secos corresponden al 9.1 por ciento del territorio zacatecano, mientras que los 42 que pasan por sequía moderada corresponde al 54.4 por ciento y finalmente, los 12 que sufren sequía severa corresponden al 36.5 por ciento, lo que indica que casi el 100 por ciento del territorio zacatecano está en condiciones “preocupantes”.
Asimismo, dio a conocer que la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas depende de cuatro mantos acuíferos con los cuales se surte de agua. El de Calera y Chupaderos actualmente están en sobreexplotación, mientras que en el Benito Juárez y Guadalupe Bañuelos la sobreexplotación que tienen es mínima.
Cabe mencionar que en los dos primeros meses del año “no tuvimos lluvias”, por lo que estuvieron muy por debajo de la media mensual histórica, según Cruz González, ya que en enero normalmente se reciben 17 litros de agua de lluvia por metro cuadrado, y hace dos meses apenas cayeron 3. La media mensual de febrero fue de 14 litros por metro cuadrado y el mes anterior el registro fue de cero.
Lo más preocupante, mencionó, es que vienen los dos meses con más bajo promedio mensual de lluvias: 8 litros de agua por metro cuadrado en marzo y 4 en abril. Prácticamente a mitad de marzo el registro sigue en ceros.
“Aunque el pronóstico es por debajo de la media, en estos tres meses no se aporta una lluvia significativa al estado”, puntualizó.
Aseguró que en comparación con los primeros dos meses del año, pero del 2022, no hubo diferencia alguna, ya que tampoco se tuvieron precipitaciones pluviales.
En tanto, la capacidad de captación de las 14 presas más importantes es de 454 millones de metros cúbicos de agua, pero a la fecha, menciona la Conagua, el almacenamiento de esos embalses, de los cuales los tres más grandes son El Chique, en el municipio de Tabasco; Leobardo Reynoso, en Fresnillo, y Miguel Alemán, en Tepechitlán, “es de 298 millones de metros cúbicos”.
Venta de ganado por el estiaje
Integrantes de la Unión Ganadera Regional de Zacatecas han comenzado a reducir sus hatos con la venta selectiva de vacas y novillos, ante el estiaje que prevalece en la entidad desde finales de 2022 a la fecha, porque durante el invierno no cayó aguanieve, informó para La Jornada, Waldo Ortiz Acuña, ex integrante del consejo directivo de dicha organización.
Ante la escasez del líquido hay pocos pastos y arbustos silvestres que sirvan de alimento a los animales, además de que los bordos y abrevaderos donde éstos beben se están secando. Aunado a ello, la Comisión Nacional del Agua reportó que en gran parte del sureste, centro y norte de la entidad predominan “temperaturas mayores a 30 grados centígrados”.
El también ex presidente de la Asociación Ganadera del municipio de Morelos señaló que las zonas con los problemas más críticos por la falta de líquido “son prácticamente todas las demarcaciones del altiplano del estado, las de la zona centro y las del semidesierto norte, así como el semidesierto sur.
“Particularmente en la región centro de Zacatecas hay comunidades donde la falta de dicho recurso para el ganado ya es severa, como en Nueva Australia, Francisco I. Madero y El Maguey”, refirió.
“Solamente estarían por ahora sin complicaciones por la sequía las localidades ubicadas en los denominados cañones, de Tlaltenango y Jalpa, en el suroeste de la entidad, donde hay otras condiciones agroclimáticas por su colindancia con Jalisco”, agregó.
Por ahora, explicó, los reservorios de agua naturales y artificiales (lagunas, represas, bordos, estanques, ollas y norias), literalmente se están secando por los intensos días de radiación solar que se viven en el altiplano zacatecano.
“Las pequeñas ollas no lograron captar el suficiente líquido para satisfacer la necesidad de los animales, y en lo que va del año no hemos tenido precipitaciones, prácticamente en los primeros tres meses que llevamos, por lo que la situación se empieza a poner difícil”, reiteró.
Además, en diciembre y enero pasado no cayó aguanieve, ahora la temporada de lluvias se espera en mayo o junio, por lo que son muchas las “semanas difíciles” por enfrentar.
“Con estas complicaciones no tarda la gente a comenzar a despoblar, a vender masivamente, porque el ganado empieza a enflacar y tienen que deshacerse de él, venderlo al precio que puedan, antes que dejarlo morir”, detalló Waldo Ortiz.
Por su parte, Juan Manuel Martínez García, subsecretario de la Secretaría del Campo (Secampo), recordó que en el 2022 hubo lluvias irregulares y que a pesar de que se tenía la esperanza de que éstas llegaran en los últimos meses del año y a inicios del siguiente, “no tuvimos la dicha de contar con ellas”.
Por lo que explicó que cuando no hay presencia de estas lluvias se genera desabasto de alimentos en los agostaderos para los animales, lo cual afecta gravemente al campo zacatecano.
“Estamos en el primer trimestre del año, la temporada de estiaje se comienza a complicar de aquí para adelante, pero teniendo esperanza todo mejorará. Ha habido años en que estas hacen presencia hasta el mes de mayo”.
