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miércoles, 14 mayo, 2025
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Además de ilegales, despidos en dependencias federales se hacen al contentillo: ex empleado

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Por: ALMA RÍOS •

■ “Nadie espera perder el empleo, era algo no previsto y uno tiene que buscar otras alternativas”

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■ Tras 15 años trabajando en la Profeco se le informó que su plaza laboral “desapareció”

“Desafortunadamente nadie espera perder el empleo, era algo no previsto y uno tiene que buscar otras alternativas”, expuso de manera anónima para La Jornada Zacatecas, uno de los trabajadores que han sido víctimas de los recientes recortes laborales en dependencias federales.

El hombre, quien trabajó para la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por más de 15 años, fue enterado un día del pasado mes de diciembre y de manera verbal, de “la desaparición” de su plaza laboral para, pocos días después –en primeras fechas de enero-, simplemente impedírsele el acceso a su lugar cotidiano de trabajo, e incluso, la posibilidad de recuperar sus pertenencias personales.

“Y sin ninguna notificación o propuesta de liquidación, sin nada. Al igual hubo compañeros que fueron amenazados y amedrentados para evitar que expresaran apoyo a mi persona, y que se mantienen con el temor de que vayan a ser igualmente despedidos”.

Según testimonios expuestos por personas en esta situación, incluido el entrevistado, ya que no se les informó por escrito de las razones para la recisión de su contrato laboral ni se les comprobó con este sustento que hubieran recaído en alguna falta que atendiera a una de las causales para ella, estos despidos se enmarcarían legalmente como injustificados.

Así también se expresaría otro caso, este en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, quien luego de haber ocupado siete años de su vida en esta función, simplemente recibió una llamada  telefónica por la tarde del pasado domingo 10 de enero, mediante la que se le informaba que iba a “desaparecer esa plaza”.

El trabajador de Profeco, por su parte, denuncia además que la selección de quién pierde su espacio laboral depende “del contentillo” del delegado y no atiende a la trayectoria o la evaluación del trabajo o la función realizada al interior de la dependencia por cada trabajador.

A las violaciones, se agregaría el que no se les ha entregado la indemnización de ley, por lo que en su caso, ya inició un procedimiento legal para el reclamo de sus derechos laborales.

Dijo asimismo, hubo previo a los despidos, un clima de hostigamiento laboral perpetrado por personas que sin tener relación de trabajo con la dependencia, se ostentaban como enviados del delegado Arnoldo Rodríguez Reyes, quien también expuso, desde mayo de 2014 en que asumió el encargo, “iba una o dos veces por semana”, por lo que “la gente de abajo es quien saca el trabajo”.

En obediencia de las “instrucciones” de Rodríguez Reyes, “sus propios” vigilaban cuándo y por qué alguien salía de la oficina y a quién llamaban o mensajeaban por teléfono, o bien se le negaba el uso de éste, e incluso, se inició un control de la puerta de acceso.

Esto último que perjudica a madres trabajadoras que llevan a horas tempranas a sus hijos a guarderías o escuelas y luego tienen que esperar hasta las 8:30 para poder acceder a sus espacios laborales, una situación, que dijo, antes no ocurría.

A raíz de la publicación el pasado 6 de enero, de la denuncia de los trabajadores sobre estos hechos mediante una carta pública, se encaró a los trabajadores para cuestionarles quién había participado en ello “con afán persecutorio”.

El afectado pidió por este medio al presidente Enrique Peña Nieto, -ya que estos despidos se han expuesto como derivaciones de los recortes presupuestales de la Federación-, considere que gente como él, y aun con más años de antigüedad, como otros de sus compañeros que tenían laborando en Profeco desde hace más de dos décadas, “han dedicado parte de su vida a una institución tan noble”. Y luego de haber permanecido tanto tiempo en ella, encuentran difícil “acomodarse a trabajar en otro lugar”, además de que el país hoy “no está como para, ya no trabajo hoy y mañana obtengo otro empleo”.

 

 

Agregó como consideración a la manera en que se están efectuando estos “recortes laborales”, que se afecta el servicio profesional de carrera, en tanto que, como en su caso, la experiencia adquirida y la capacitación que ya ha acumulado en años, se pierde en un momento.

“En el ámbito de las competencias y las instancias, debería hacerse un análisis exhaustivo de dónde se puede recortar y dónde no. La labor que hace la Profeco es una labor muy noble, así como va la gente a reclamar 200 pesos, llegan casos de mucha cuantía”, observó respecto al servicio público que ofrece esta dependencia.

Al momento, también compartió, ha cancelado contratos de telefonía, Internet y cable para reducir sus costos de vida, pero las afectaciones por este despido impactan también en otros aspectos. Busca, independientemente al resultado del litigio laboral, “la esperanza de obtener algún empleo aunque sea temporal, para sortear esta crisis que se viene a raíz de los despidos injustificados. Somos cabeza de familia”.

Agregó que sus compañeros de trabajo en la delegación se encuentran en la incertidumbre y temerosos de las represalias que pueda asumir en su contra el Delegado de la Profeco, luego que realizados ocho despidos, anunció “que no iban a ser los únicos” sino que habrá más durante estos meses de enero y febrero, “porque quien no es afín a él, ahora sí, estás contra mí o a mi favor”.

 

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