Dicen que la fe mueve montañas, pero en el caso del culto mariano son inmensos ríos de gente. Un incesante e impetuoso caudal humano que parece no tener fin. Decenas, cientos de miles, millones de devotos provenientes de confines del país e incluso del extranjero llegaron este miércoles a la Basílica de Guadalupe para celebrar a la Patrona de México en la víspera, de acuerdo con la fe católica, del 493 aniversario de sus apariciones en el Cerro del Tepeyac.